DOMINICA toda acción hay una reacción, eso fue lo primero que aprendí desde que era un niño, mucho antes de que me diera cuenta de que algo tan hermoso como Arya, existía, la conexión que yo sentí por ella fue lo que me mantuvo con vida desde antes, desde el pasado. Y es lo que me impulsa a hacer lo que sea con tal de mantenerla con vida, eso es seguro, es lo que deseo yo. No importa si el mundo se está cayendo, si se está incendiando, ella es mía para cuidarla, para mimarla y para dar la vida, porque en este mundo no importa si yo no logro mis objetivos, siempre y cuando ella tenga un lugar al que llamarle hogar. Cuando crucé una mirada con Morgan en aquel sitio, ambos nos pusimos por primera vez en la vida sobre algo, ambos supimos que esto no iba a acabar, y que nuestra prioridad es mantenerla a ella a salvo. Fue por eso que me dejé caer en manos enemigas. Y ahora me encuentro aquí, solo, encerrado en una puta celda como si fuera un animal el cautiverio, como si yo no fuera nad
ARYA—Tranquila, no le pasará nada —dice la voz ronca a mis espaldas. El Capo, el verdadero capo de la mafia italiana, la piel se me eriza cuando pienso en ello, cuando me entregué, quedé sorprendida no solo por el hecho de que el hombre que estaba detrás de mi cabeza por la imprudencia de mi padre, era nada más y nada menos que Axelle Vanbrugh, un rubio de ojos grises con el que jugaba en la escuela cuando era pequeña. Y al que al parecer, se tomó muy en serio la promesa infantil que le hice de casarme con él cuando fuera grande, ese fue el problema, que me ha estado buscando durante años, y gracias a mi padre es que al investigarlo, me vio, me reconoció y ahora me tiene de vuelta. El único problema es que ni siquiera desea matar a mi padre o acabar con mi familia, no, lo que desea es que me convierta en su muñequita de la mafia, su esposa y que sea parte de esta organización, acepté, solo a cambio de que dejaran libre al único hombre que amo. —Dominic —susurro.—Nadie le hará da
ARYAReacciono con rapidez y lo empujo, se siente tan mal tener los labios de otro encima de mí, es como si Dominic hubiera puesto un embrujo sobre mi piel, para que nadie más me tocara, y de hacerlo, me sucediera esto. Respiro hondo, trato de mantener la calma como la paciencia con este tipo, solo por los buenos recuerdos que tengo de él, en mi infancia. —No lo vuelvas a hacer —replico.—Vas a ser mía, tarde o temprano, ¿por qué aferrarse a un recuerdo? No es como que vayas a volver a ver a Dominic Knight. Tenso el cuerpo, pensar en él es una cosa, pero el que él lo nombre con ese toque de odio en su nota de voz, hace que la sangre me hierva, ¿qué sabe él de Dom? Nada, solo es un idiota encaprichado con el recuerdo infantil, eso es lo que pienso y eso es lo que es. —No hables de él como si lo conocieras, ya te lo dije, aunque nunca jamás en la vida lo vuelva a ver, mi corazón, alma y cuerpo solo le pertenecen a él —puntualizo empujando mi dedo índice sobre su pecho—. ¿Creíste que
ARYAAxelle logra tomar mi mano antes de que caiga y me mate al tocar el pavimento, es una locura, sí, pero algo dentro de mí sabía que él haría todo lo que estuviera en sus manos para evitar mi muerte, al mismo tiempo necesitaba que entendiera que no se juega conmigo, y que así como puede tenerme, puede perderme de manera rápida. Y ahora me encuentro aquí, sujeta al brazo de mi captor, mientras una ola de disparos siguen por todos lados, tenso el cuerpo, odio la idea de que pudiera morir sin antes ver a Dominic, ese idiota se ha metido en mi sistema y dudo que algún día salga a la luz el hecho de que me ha infectado sin una cura. —¡Estás loca! —el grito de Axelle hace que regrese a la realidad. —Te lo dije, si no es con Dominic, no estaré con nadie. Se queda callado, tampoco hay mucho que pueda hacer, comienza a subirme, una vez en sus brazos y fuera del peligro de la muerte, me aparto de él, sin embargo, tira de mi brazo con fuerza. —Nos vamos —espeta.—¡Qué no quiero! —me remu
ARYADominic comienza a quitarme la ropa, me deja desnuda y él hace lo mismo con sus prendas, su polla enorme y erecta hace que el aire se me atore en la garganta, siento el que todo me da vueltas, Dominic comienza a besarme el cuello, succiona mi piel como si quisiera dejarme marcas, ese es su propósito. Llega hasta mis pechos y abriendo mis piernas para colocarse en medio de estas, lame mis pezones endurecidos, luego comienza a succionar con fuerza descomunal. —¡Ay! —arqueo la espalda—. Dominic, me duele…No me hace caso alguno, pasa su atención al otro y hace lo mismo, no deja de succionar mis pezones y de morderlos, luego hace un recorrido por mi estómago hasta llegar a mi vientre, sus manos envuelven mis pechos, gimo, me remuevo inquieta, hasta que siento que estoy perdiendo la razón. —Mía —gruñe. —Mío —repito. Acto seguido, abre mis piernas y comienza a ver mi coño rosado. —Estás tan mojada y apretada —me da un lengüetazo—. ¿Me darás hijos aunque estés joven? La idea me ex
ARYAUna locura, esto es lo que siento cuando por fin regreso a casa, luego de que el Boss nos dijera que solo estaba poniéndonos a prueba para comprobar si lo que sentíamos el uno por el otro era real, nos dejó libres argumentando que esperaba la invitación para la boda, no solo eso, al parecer Axelle estará en las mazmorras rusas por un buen tiempo. No siento remordimiento, y eso es porque nunca fue mi amigo, solo llegamos a jugar un par de veces, nada importante, nada que pueda hacer para ayudarlo, después de todo, él me estaba condenando a una vida sin Dominic y sin mi familia, estaba pensando siendo el egoísmo su ingrediente principal. No obstante, me detengo a las afueras de su celda, donde al darse cuenta de mi presencia, levanta la mirada y sus ojos brillan, no hay miedo, incertidumbre, ni siquiera un poco de temor por caer dentro de la mafia Rusa. Nada, es como una hoja en blanco. —Viniste —susurra en tono hosco. —No te ves nada bien. —Es una lástima que no pueda decir l
ARYACasarme, esa es la palabra que no ha podido salir de mi mente, que no ha querido salirse de mis venas, y es que el que Dominic haya querido tener la intención de hacerme suya con papel y bola, desde que el enfermo lo decidió aún yo estando en la panza de mamá, no quiere decir que acepte, tengo planes, al principio acepté por la euforia del momento y porque las miradas amenazantes que me envió, eran lo suficientemente fuertes como para que yo aceptara cambiar de opinión. Ahora, estando a solas bajo el calor del agua caliente de la regadera, lo pienso mejor, me salvó, sé por qué me han explicado, que cuando recibes un favor de mafia rusa, es importante pagarlo, mi padre lo entendió a la mala, al parecer, porque pese a que sé que hay una parte importante de él que se niega a aceptar que su única y preciada hija esté a nada de volar fuera de su protección, se vaya a formar parte de una organización tan sangrienta como esa. No es cómo que si de hacerlo, nos fuéramos a vivir de forma
ARYAVale, cuando dije que quería casarme con Dom de manera inmediata, no pensé que se lo tomaría tan literal, mucho menos que estuviéramos viajando a Rusia porque a su padre se le ocurrió la grandiosa idea de que quería hacernos una fiesta y de ese modo su organización pudiera conocerme mejor, y también darse cuenta de quién va a tomar su lugar el día que decida dejar de ser el Boss.Esa parte de su vida me sigue causando conflicto, pero no importa, si esto viene con el paquete, lo acepto. Me propuse aceptar a Dominic con todos sus demonios, y ahora estoy en medio de un enorme salón, donde todos me miran tanto como me critican, no me dicen nada, ya que pueden morir, pero sus miradas lo dicen todo, piensan que no estoy a la altura de su futuro Boss. —Eres una mujer muy hermosa. La voz de Boss, o sea mi suegro, hace que salga de mi ensimismamiento. Le miro, en efecto, es como una versión más vieja de Dominic, incluso él heredó su ceño fruncido. —Gracias —respondo con un poco de indi