Los lobos se reunieron y fueron al Lugar seguro justo como pidió Alfa Alan.El señor Han se encontraba a cargo del sitio mientras Rowan, Alfa Alan, mi Valerie y yo seguíamos a Mikael por el bosque.-¿Ya me toca cargar a nuestra hija? - Preguntó Rowan anhelantemente.-No. Te acompañó ayer, me toca. - Dije dándole un gruñido divertido.-Llegó él y me la quitó el resto de la tarde. - Dijo señalando al Alfa Alan. - No es justo.-Siempre podríamos decidir el tiempo con mi encantadora sobrina con un duelo, ya lo sabes. - Dijo el Alfa sin voltear. Ni siquiera ocultó la diversión en su voz.-¡Ja! Dame un año y tu trasero será...-Es aquí. - Dijo Mikael deteniéndose y señalando un punto entre los arbustos.Nuestras tonterías quedaron atrás y nos pusimos alertas.-Este agujero está peligrosamente cerca del edificio principal. - Dijo Alfa Alan. - Por aquí no cabría una familia de osos salvajes, Alfa Mikael.-No. - Dijo dándole la razón. - Esta es solo una de las salidas. Mas adelante se encuentra
-¿Que es lo que ven ahí? - Preguntó Alfa Alan en voz baja.-¿Saben qué? Es de machos el ir al frente en una investigación. - Dijo Reinelle retrocediendo. - Dame a la bebé, puedes tomar mi lugar. No habíamos abierto la puerta del todo, solo algunos centímetros. Los suficientes como para ver un poco de lo que había en el interior; y, justo ahora, mi vista y la de la otra osa estaban enfocadas en los enormes colmillos que estábamos mirando. Joder, eso no era normal. Si los depredadores más grandes del lugar no se atrevían a entrar debía de ser una clara señal de que esa m****a era escalofriante.Conscientemente recordaba que las osas habían dicho que no había nada vivo en el lugar, así que el señor "Uno de mis dientes es tu pierna completa" no se movería de allí.Tampoco es que tuviera miedo por entrar al lugar o mover la dirección en la que estábamos alumbrando. Era solo... precaución. Alfa Alan dio un bufido divertido al ver que ni Ishaelle ni yo nos movimos del sitio para entrar ahí
Los dibujos en las paredes se desvanecían lentamente gracias al implacable paso del tiempo, revelando partes visibles que, aunque descoloridas, emanaban una extraña sensación. Era como un ritual al rededor de un fuego enorme con varios animales al rededor. También habían humanos, pero eran más predominantes los osos, zorros, águilas, tigres...-¿Por qué no simplemente le preguntan al lobo Han? Él sabe de historia, estoy segura de que sabe algo sobre esto. - DIjo Ishaelle mirando las armas del rincón. - Oh, esto es bonito. ¿Puedo quedármelo? -Por supuesto. - Dijo el Alfa Alan distraído tocando con sus manos las paredes. - Tienes razón, quizá él sepa algo sobre esto.-¿Qué es lo que buscas, Alan? - Preguntó Rowan. Ellos ya estaban más allá de usar sus títulos. Mikael sostenía su antorcha y la de él para que tuviera las manos desocupadas. -Una entrada o salida oculta. Estoy seguro que quien sea que haya construido esto no era tan idiota como para encerrarse aquí en caso de que alguien
Han.Me encontraba a cargo del Lugar Seguro y no tenía ni idea de cómo resolver la situación en la que me encontraba.No era como si el Alfa me hubiera dejado una guía sobre cómo hacer las cosas por aquí.Yo estaba acorralado en uno de los sillones y las lobas se habían apropiado de otro. Ellas miraban hacia el techo, hacia el suelo y, en general, hacia la nada. Ninguna se ofrecía a ayudar.- ¿Por qué no nos quiere decir, maestro Han? - Dijo Tomy, mi alumno más pequeño. El cachorro tenía solo dos años de edad y una curiosidad infinita. Era por eso que amaba y temía todo lo que salía de su boca.-No es que no quiera decirles, es solo que no creo que sea un tema apropiado para cachorros tan pequeños como ustedes. - El "¿De dónde vienen los cachorros?" es una pregunta básica, maestro. - Dijo Dana, una de las dos lobas adolescentes que miraban divertidas la situación. - Debió verlo venir. -Dijo Juliet, la otra loba hormonal.Yo fruncí el ceño. ¿Por qué debí de haber previsto esto?-Ya s
Paula.-Rowan, está cansada. Cárgala. - Dijo el Alfa Alan cuando regresamos a la cámara llena de mesas, pinturas y armas. Yo le di una ténue sonrisa. Era cierto.Enseguida mi pareja me sostuvo en sus brazos y yo escondí mi cara en el hueco de su cuello. Justo en su marca de pareja.-¿Por qué no lo dijiste antes? - Preguntó suavemente Rowan.-Soy una Beta, soy fuerte... y porque no estoy acostumbrada a pedir ayuda. - Dije con honestidad. - Necesito un par de horas extra de sueño. Me he sentido un poco cansada últimamente.-No me importa si eres un Alfa, soy tu compañero. Puedes pedirme cualquier cosa y lo sabes. - Dijo con seriedad. Yo sonreí en su cuello.-Entonces, me gustaría no volver a ver esas cosas escalofriantes con colmillos otra vez. Cerraré mis ojos.-Hey, yo tampoco quiero verlos, ¿Quién me cargará? - Preguntó Reinelle divertida.-Eres el depredador más fuerte vivo de aquí, no necesitas que nadie te cargue. - Dijo Rowan y la osa se quejó de lo injusta de esa declaración.
-¿Qué es lo que sabe sobre el origen de los cambiaformas? - Dijo sin parar de dibujar.-Cambiaformas... ¿En general? -Si. Yo lo pensé. Estaba en blanco. Sabía solamente sobre nuestros propios orígenes y eso fue lo que le dije. Me sonrió.-Señorita Paula, ¿Sabía usted que yo me especializo en la Historia de nuestro pueblo? - Yo negué con la cabeza. - Bueno, debía de tener un plan B en caso de que no me dejaran ser maestro por... ya sabe, la incomodidad de las lobas dejándome a cargo a sus cachorros, así que he pasado gran parte de mi vida perdido entre libros o cualquier documento sobre nuestra historia. - Dijo en tono soñador y yo le arqueé una ceja. Se aclaró la garganta. - Hubo una discusión hace algunos siglos, cuando aún los cambiaformas no entraban en conflicto con los humanos, sobre el origen de todos nosotros. Principalmente se debatía quién fue la primera especie en poblar la Tierra o, más específicamente, qué deidad tuvo la idea de crear al primer cambiaformas. Me señaló un
-Cookie. - Dijo con seguridad la cachorra. -Le pega bastante.Había pasado una semana desde que encontramos las cosas extrañamente bien conservadas. ¿Cómo mierda lo hicieron? Otro misterio sin resolver.El maestro Han era un lobo feliz ya que el Alfa no solo le permitió jugar con todo lo que descubrimos en la cueva, sino también con la aldea a la que cariñosamente apodamos Aldea Fantasma. De noche era un lugar casi tan escalofriante como la cueva.Harold, mi pareja, el Alfa y el maestro Han pasaban horas dentro; acababan de descubrir que la enorme mesa redonda frente a las largas mesas y bancas del Salón del horror era, en realidad, el sitio en donde se encendía una enorme fogata para iluminar el lugar. Solo tenían que mover la superficie plana hacia un lado y se encontraban con el agujero redondo cuyas paredes de piedra tallada eran perfectas para evitar que el fuego se propagara. Incluso encontraron la forma de mover el mecanismo antiguo del techo que permitía que el humo fuera expu
Creo, sin temor a equivocarme, que cada adulto presente con excepción a su pareja, la miró como si estuviera loca.-¿Es en serio? - Preguntó Rowan mirando hacia el Alfa Alan.-Si. Y tú la vas a organizar.La cara de mi pareja era un poema a la incredulidad.-No lo molestes. - Dijo Lía con una risa tintineante. - No le hagas caso, está bromeando contigo, Rowan. No, todos merecemos una fiesta.-Lia, no creo que sea buena idea. - Dije hablando por fin. - Una fiesta implica diversión, si, pero con las cosas como están...-No te preocupes, Paula. Todo estará bien. - Dijo sin darle importancia. - Es una fiesta mayormente para los cachorros, quiero que celebremos que se unieron a la manada porque en su momento pasaron cosas y... bueno, no hemos tenido la oportunidad de demostrarles que estamos felices de que estén aquí. La fiesta también será para los oseznos y agradecer nuestra amistad con el clan oso. -Pero...-Mi pareja quiere una fiesta para nuestros cachorros y yo estoy de acuerdo. - Di