-¿Qué es lo que sabe sobre el origen de los cambiaformas? - Dijo sin parar de dibujar.-Cambiaformas... ¿En general? -Si. Yo lo pensé. Estaba en blanco. Sabía solamente sobre nuestros propios orígenes y eso fue lo que le dije. Me sonrió.-Señorita Paula, ¿Sabía usted que yo me especializo en la Historia de nuestro pueblo? - Yo negué con la cabeza. - Bueno, debía de tener un plan B en caso de que no me dejaran ser maestro por... ya sabe, la incomodidad de las lobas dejándome a cargo a sus cachorros, así que he pasado gran parte de mi vida perdido entre libros o cualquier documento sobre nuestra historia. - Dijo en tono soñador y yo le arqueé una ceja. Se aclaró la garganta. - Hubo una discusión hace algunos siglos, cuando aún los cambiaformas no entraban en conflicto con los humanos, sobre el origen de todos nosotros. Principalmente se debatía quién fue la primera especie en poblar la Tierra o, más específicamente, qué deidad tuvo la idea de crear al primer cambiaformas. Me señaló un
-Cookie. - Dijo con seguridad la cachorra. -Le pega bastante.Había pasado una semana desde que encontramos las cosas extrañamente bien conservadas. ¿Cómo mierda lo hicieron? Otro misterio sin resolver.El maestro Han era un lobo feliz ya que el Alfa no solo le permitió jugar con todo lo que descubrimos en la cueva, sino también con la aldea a la que cariñosamente apodamos Aldea Fantasma. De noche era un lugar casi tan escalofriante como la cueva.Harold, mi pareja, el Alfa y el maestro Han pasaban horas dentro; acababan de descubrir que la enorme mesa redonda frente a las largas mesas y bancas del Salón del horror era, en realidad, el sitio en donde se encendía una enorme fogata para iluminar el lugar. Solo tenían que mover la superficie plana hacia un lado y se encontraban con el agujero redondo cuyas paredes de piedra tallada eran perfectas para evitar que el fuego se propagara. Incluso encontraron la forma de mover el mecanismo antiguo del techo que permitía que el humo fuera expu
Creo, sin temor a equivocarme, que cada adulto presente con excepción a su pareja, la miró como si estuviera loca.-¿Es en serio? - Preguntó Rowan mirando hacia el Alfa Alan.-Si. Y tú la vas a organizar.La cara de mi pareja era un poema a la incredulidad.-No lo molestes. - Dijo Lía con una risa tintineante. - No le hagas caso, está bromeando contigo, Rowan. No, todos merecemos una fiesta.-Lia, no creo que sea buena idea. - Dije hablando por fin. - Una fiesta implica diversión, si, pero con las cosas como están...-No te preocupes, Paula. Todo estará bien. - Dijo sin darle importancia. - Es una fiesta mayormente para los cachorros, quiero que celebremos que se unieron a la manada porque en su momento pasaron cosas y... bueno, no hemos tenido la oportunidad de demostrarles que estamos felices de que estén aquí. La fiesta también será para los oseznos y agradecer nuestra amistad con el clan oso. -Pero...-Mi pareja quiere una fiesta para nuestros cachorros y yo estoy de acuerdo. - Di
Alan.No habíamos sacado nada con el interrogatorio.Una lástima porque eso solo aseguraba que tuviera que ir personalmente a buscar la guardia de los malos.Cuándo mi valiente y preciosa compañera bajó del autobús con una sonrisa y un rehén sentí que mi corazón explotaría.-Mira lo que me encontré escondido entre los arbustos. Tenía un móvil con él. - Dijo dando pequeños saltitos. - No creo que haya estado en camino a una visita social.Yo miré hacia el lobo con una herida de bala profunda en su muslo derecho. Las abejitas hacían un buen trabajo al mantenerlo quieto.-Bien hecho, cariño. ¿Qué quieres que hagamos con él?-Toquesitos. - Dijo sacando el nuevo aparato que llevaba a todas partes. Un invento humano que daba algunas pequeñas descargas eléctricas y que hacían que me sintiera más tranquilo en cuanto a su seguridad. -Suena bien. - Dije encogiéndome de hombros y luego me dirigí hacia él. - ¿Acaso no has visto eso?- Yo señalé hacia las cosas disecadas que estaban adornando la e
Alan.Seguí el coche a cuatro patas.No entendía por qué las ovejitas y guardias bebés se quejaban tanto del ejercicio, el subir montañas diariamente, cargar troncos y cazar rendían frutos. Justo como ahora. Los seguí por al menos cuarenta minutos sin cansarme hasta que se detuvieron en un camino de tierra a mitad de la nada. O eso creí.Al acercarme más me di cuenta de que se habían detenido en el camino de entrada a lo que parecía una aldea. Había una reja con cosas punzantes arriba de ellas y lobos aullando que el "auto había regresado". Quizá esta era una manada.Desconocía las localizaciones y las formas en las que se veían otras manadas. Únicamente había visitado una y se encontraba aún más ruinosa que la mía. Esta no parecía ser así.Los edificios y casas debieron de haber sido sacados directamente de la parte buena de una ciudad Humana. Me acerqué todo lo que pude a la entrada y vi cómo abrían las puertas para que el vehículo pudiera entrar al lugar. Las cerraron inmediatame
Alan.-Vamos, cariño. A nuestro líder le gustará conocerte. ¿No es cierto, chicos?Los lobos asintieron mientras tocaban a Toby con algunos gruñidos felices. Ella solo reía tontamente.Y era por esta razón que la misión debía ser en solitario. Suspiré, ahora tendría que salvar a la osa. ¿Quién cuida a quién de no hacer tonterías?No le daría su maldito salmón.Me moví brevemente de mi sitio para que no me vieran mientras entraban a la casa y, en cuanto fue seguro, regresé a mi lugar bajo la ventana.-¡Oh! ¿Tú eres el líder de quién tanto hablan estos caballeros? - Preguntó Toby. El lobo debió asentir o algo porque después ella continuó. - Entonces, ¿Crees que podría utilizar tu teléfono y llamar a alguien para que repare el auto?-Me temo que en esta horrible zona del bosque los móviles no funcionan. Quizá si pudieras acompañarme a otro sitio... -Él gruñó un poco. - Joder, eso se siente increíble cariño. Ven, conozco el lugar indicado para buscar señal en el móvil.Volví a moverme del
Alan.-Oh, vaya lobo. ¿No ibas a seguir interrogándolo? - Preguntó Toby al ver cómo caía el cuerpo del ex Alfa.Si, ex Alfa porque de repente sentí los pinchazos de algunas nuevas conciencias en mi mente. Supe enseguida también que comenzaban a rechazarme porque así de rápido como los conseguí, comenzaron a irse.Por mí estaba bien. No había matado al bastardo para quedarme con su patética y jodida manada. Así que permití que uno por uno decidiera "salir" de mi manada.Cerré los ojos y me concentré en lo que estaba pasando.No estaba muy seguro de cómo funcionaba todo esto ya que solo sabía la "práctica" y no la teoría; no es como si me hubiera interesado en preguntar tampoco, yo solo sabía que nadie estaba obligado a seguir a un nuevo Alfa. Así que gracias a esos breves segundos en los que tuve a unos cincuenta lobos sorprendidos por el cambio de administración en mi mente, supe también que les importaba una m****a que hubiera muerto su anterior líder porque había un sentimiento cole
Alan.Toby se quitó lo poco que la quedaba de camisa para romper la tela y colocar algunos pedazos en los oídos de la cachorra. Sus ojos aún permanecían negros.-¿Eso es temporal? - Pregunté con curiosidad señalando hacia su cara.-Si. Es la forma práctica de hacerle saber a cualquier otro oso y animal que no tienen que joder con una osa en este estado. En cuanto tomé algunas cabezas, mis ojos volverán. -Curioso.-Toma. - Dijo lanzándome el resto de la tela. - Haz tus propios tapones para los oídos. Yo la miré con curiosidad.-No recuerdo que sea tan malo. - Dije comenzando a hacer trozos pequeños.Claro que yo no estaba en primera línea para presenciar cómo mi pareja soplaba el pequeño silbato, pero si estaba ahí para ayudar a mover los cuerpos. En gran parte pensaba que había sido cosa de la osa. Vanesa decía que el silbato era muy útil y que jodía las cabezas de los lobos.-Por supuesto que no era malo cuando quién lo soplaba era una tierna humana. ¿Hola? Soy una osa con una capac