Paula.

-¿Necesitan algo más? - Pregunté guardando todo el instrumental que había traído.

Las lobas esta mañana me miraban con ojos menos vacíos que cuando llegaron aquí por primera vez.

Les hacía falta un propósito y la venganza era perfecta para ellas.

Ninguna contestó así que solo tomé las bandejas de comida que había dejado fuera de la puerta y comencé a repartirlas.

-Si piensan ser entrenadas, necesitarán comida para resistir. Primero deben de ser capaces de permanecer de pie sin desmayarse. Coman.

En cuanto salí de la habitación ellas comenzaron a comer.

Regresé a la mía para comenzar a prepararme para partir. Al abrir mi puerta, Rowan y Mikael seguían en la misma posición en la que se encontraban cuando salí hacía una hora.

-¿Es hora de irnos? - Murmuró Rowan sin abrir los ojos.

-Quería darme un baño primero. Ya he bañado a nuestra hija.

-Entnces ve mujer, yo me quedaré con ella. - Dijo extendiendo los brazos en la cama.

Yo suspiré y se la entregué. Automáticamente él se ac