holis mis preciosos fanseses n.n/ he seguido sus consejos y la doña suegra ya sabe que también tiene un club de fans jajaja taquitos y a su nieta <3 ¿Qué más puede pedir? xD Como siempre, espero que les guste y, si no les gusta también díganmelo XD yo si creo en la retroalimentación. Después de todo, mi trabajo es solo para ustedes mis preciados fanseses <3 <3 <3 Gracias por todo su amor, nunca cambien, valen mil millones de mucho y yo los amo<3 <3 <3
-Préstame tu camisa, por favor. - Dije cuando por fin nos detuvimos en la parte trasera del autobús. Ambos podíamos escuchar las leves voces de los humanos haciendo un montón de preguntas sobre el accidente. Era por esto que queríamos evitarlos antes de que llegaran. -Aún no me has respondido. - Dijo Rowan pasándome su camisa "canguro". - ¿Me perdonarás? ¿Estás vinculada con el macho padre de nuestra hija? Entonces se acercó más a mí mirando mi cuello en busca de alguna marca y volvió a inhalar antes de congelarse. -Tú eres una Luna. - Casi podía ver cómo los pensamientos pasaban por su cabeza. Frunció el ceño con un gruñido. - Alfa Alan ¿Eres su Luna? Bueno, aunque lo seas no importa. Eres mi compañera, así que lo retaré a un duelo y ganaré... Mientras él continuaba hablando, yo me enfoqué en desgarrar su camisa para hacer unas cuantas vendas improvisadas. Tomé con cuidado una de sus manos y comencé a aplicar presión en sus dedos; justo como me temía, se lastimó bastante escaland
Rowan.Me dolía la cabeza. No al punto de desear arrancarme el cerebro, pero casi.Tenía millones de preguntas al respecto de mi nueva situación, pero decidí que era mejor esperar a que mi cerebro terminara de asimilar los recuerdos de hoy.1 No recuerdo el último año.2 Maté a un Alfa.3 Encontré a mi pareja y Luna.4 Tuve una hija entre el punto dos y tres.5 Un oso me atacó para destrozar mi cartera.¿Por qué mierda me metería con un oso?Mejor aún, nunca he ambicionado el ser Alfa, ¿Por qué mierda me metería con un Alfa?Sacudí un poco la cabeza. Creo que nada me intrigaba más que recordar el cómo habíamos hecho el punto número cuatro.Paula era una loba muy hermosa, seguramente su cuerpo completamente desnudo había sido hecho para adorar. Joder, de verdad que quería recordar esa noche. Mi pene lo recordaba, al parecer, porque estaba comenzando a levantarse para reclamar su atención.Quieto, me dije a mí mismo.Entonces fui sacado de mis lujuriosos pensamientos al escuchar el gru
Cuando le dije al pequeño Mikael que se transformara, realmente solo pensé en que a Rowan se le caería la boca hasta el piso. No esperaba que cortara un sonido agudo que comenzaba a salir de su boca mientras saltaba un par de centímetros hacia atrás.-Eso... ¿Eso fue un grito? - Pregunte conteniendo la risa.-Por supuesto que no. - Dijo mirando hacia el oso mientras fruncía el ceño. - Es un hombre oso.-Niño oso. - Dije automáticamente mientras el pequeño se acurrucaba a mis pies y miraba hacia mi bebé. - No te acostumbres, Mikael. Quiero que aprendas a controlar tu instinto, es inaceptable que duermas en el mismo sitio que mi hija hasta que ella decida si aceptarte o no como pareja... dentro de al menos dieciocho años.El cachorro se veía decaído pero asintió una vez antes de acurrucarse sobre sí mismo.Con eso resuelto miré de nuevo hacia Rowan.-Es un oso.-Pensé que había quedado claro ese punto. - Dije antes de dar otro enorme bostezo. - Escucha, tengo medio pie en el país de los
Chase.Dejamos atrás el drama de los adultos mientras conducía a Mikael hacia la sala en donde los cachorros y yo teníamos una junta urgente.-Bien, ya estamos todos aquí. - Dije con una enorme sonrisa.Los cachorros me miraban a mí y a Mikael con curiosidad.-Sé que el día de ayer fue un rotundo fracaso para encontrar el tesoro. - Continué. - Así que les propongo hacer una lluvia de ideas para...-¿Con qué propósito? - Preguntó Juliet.Un par de días aquí y ya sabía que ella y Dana eran algo así como las líderes no oficiales de los cachorros.-Hemos buscado en cada centímetro del suelo y no hemos encontrado nada. - Continuó la otra adolescente. - Además, no veo el proyector que prometiste ayer.Los cachorros murmuraron su acuerdo.-Eso no es algo que controle yo. - Dije apenado. - Tengo siete años, dependo de los adultos al igual que todos ustedes.-¿Qué no controlas? - Preguntó mi tía bajando por las escaleras.Me giré para verla.-Buenos días, tía Vanesa. - Dije con mi mejor cara de
-Vamos primero a la cueva. - Dije una vez que me despedí de mi bebé. No conocía el lugar de las cuevas y no me arriesgaría a llevarla con nosotros. Era mejor si se las encargaba a los médicos que aún se hospedaban aquí. Guardé el pequeño envase que les había pedido que me prestaran para mi recolección de muestras. Lia tenía un montón gracias a que le gustaba experimentar con los pétalos de cerezo. -¿Por qué?- Preguntó Rowan mientras bajábamos las escaleras. -¿No es mejor la muestra que está más cerca? -Una muestra seca es mejor que una congelada. Además, ¿Qué no los oseznos asaltaron ayer el refrigerador? - Dije mirando hacia Reinelle. -Puede ser. Están en crecimiento, no sería raro verlos a mitad de la noche vaciando el contenido de ese refrigerador. -Quizá no encontremos nada entonces. - Dije divertida. Y no estaba muy segura de querer ver la muestra en el congelador... ¿Por qué m****a el Alfa pondría un pedazo del enemigo ahí? Si, yo estaba intrigada, pero ambién era cierto
Rowan. Observé a mi pareja partir a toda velocidad y al enorme oso seguirla por los arbustos con un rugido furioso. No sabía por qué él se encontraba así, pero no importaba. Mi pareja estaba en peligro y necesitaba salvarla de alguna jodida manera. Maldije un poco que mis dedos comenzaron a resbalar debido a la sangre que corría de las heridas que profundizaba al cortarme con el metal y aún así seguir tirando fuertemente, por lo que no podía sujetar con facilidad la trampa en la que se encontraba metido la mitad de mi pie. Si no fuera porque estaba seguro de que arrancaría mi pata si me transformaba sin quitarme esta cosa primero, ya lo hubiera hecho. No me desangraría solo por la impaciencia de salir de aquí.-¡Joder! -Gruñí con frustración.Miré hacia la osa en el piso. No parecía que fuera a despertar pronto.¿En serio ella había luchado en el ataque a la manada de ayer?-Osa, necesito algo de ayuda. - Dije apretando los dientes.Inhalé y exhalé para tranquilizarme. Usando toda
-Entonces, la reto a un duelo por el derecho de tomarte en mi interior. - Dijo la chica que parecía demasiado irreal para ser verdad.Usaba un vestido rojo corto de hombros descubiertos que resaltaba todas esas exhuberantes curvas. Largas piernas sin zapatos. Sus ojos verdes intensos y su boca perfectamente moldeada, junto a su cara...Miré de reojo a Rowan y lo vi con la boca abierta.Un involuntario gruñido salió de mis labios. ¿Por qué m****a la estaba mirando tan fijamente?El me miró sorprendido y luego se aclaró la garganta. Yo comencé a rechinar los dientes por alguna razón que no quería analizar.-Yo...-Me ha retado a mí. - Dije interrumpiéndolo y estrechando los ojos. Sentía un enorme impulso por desgarrar el cuello de la rubia. - Nunca he estado en un duelo por un macho.-Pero... Se calló cuando los lobos a nuestro al rededor comenzaron a hacer comentarios sobre la envidia que sentían por no ser Rowan en este momento.Formé puños con mis manos. Reinelle me miró y luego com
Estaba fallando en ser madre, en ser Beta, en ser pareja y, ahora mismo, en ser doctora. Mi maestro se retorcería en su tumba si me viera aquí luchando contra una osa por un hombre que claramente necesitaba atención médica urgente. -Rowan. - Murmuré mientras caía de rodillas para inspeccionar la gravedad de las heridas del lobo. Toqué con mis dedos el pulso en su cuello y me maldije por no haberle prestado atención antes, su pulso no era débil, pero comenzaba a verse un poco pálido. Heridas en el pie, dedos, contusiones... ¿Cómo m****a se hizo las contusiones? Me congelé solo un segundo cuando vi en su costado lo que muy probablemente era la causante del desmayo. -¡Joder, Rowan! Me quité mi propia camisa y la rompí en grandes trozos. Esperaba que esto no fuera una costumbre en el futuro. Con mucho cuidado desgarré la suya y comencé a palpar al rededor de lo que parecía ser un trozo de raíz incrustado entre sus costillas. Sabía que a pesar de que el pedazo de madera estaba incru