Detrás de mí una voz se escuchó.-Joder, dame un arma.Paula se puso a mi lado mientras intentaba acertar entre los ojos del lobo más cercano. No quería cooperar con su muerte, el maldito.-¿Toby?No pregunté por la pequeña Vanesa; si hubiera pasado algo malo, Paula no estaría aquí.Lancé una oración silenciosa para agradecer a Nuestra Gran Madre mientras mi siguiente disparo acertaba en el corazón del jodido lobo que no dejaba de moverse.La lluvia, que había sido solo una ligera capa de agua hasta hacía unos minutos, se transformó en un diluvio muy pronto y las balas dejaron de tener una trayectoria clara para las lobas. No para mí."Este avestruz había evolucionado a una máquina mortal", pensé para mí misma. -Cuidando a los cachorros. Necesitaba un pequeño respiro para acostumbrarse... larga historia.Los lobos invasores entraban y salían de nuestro campo de visión rápidamente; los osos seguían escondidos detrás de los árboles o en algún lugar en el que no eran visibles.Paula come
Mikael.Me sentía frustrado. Afuera se estaba librando una batalla que tendría que estar liderando, pero me encontraba aquí encerrado junto a los cachorros de lobo.Nada grita más alto "inútil" que ser apartado de los problemas con una palmadita en la cabeza.-Todo estará bien, hermano. - Dijo Daniel a mi lado. - Nuestra Protectora es fuerte. Escuché decir a nuestro padre que quizá llegaría a ser la osa más fuerte de nuestra historia.-No, esa sería nuestra tía Reinelle. - Dijo Marielle a mi otro lado. - Le falta un poco de motivación, pero mamá decía que nuestra tía sería la mejor de las guerreras si quisiera.-Nuestra tía no está luchando, ella se encuentra ayudando a mi amada pareja para pasar por el cambio. - Dije cerrando los ojos.Otra cosa más para la que era un inútil. Ni siquiera podía ayudar a mi pareja en algo tan sencillo.Sentí el peso de la mano de mi hermano sobre mi hombro. -Ella pasará el cambio, estoy seguro. Lo he olido, así como tú: Tu pareja es fuerte. Solo Gaia s
Mikael.Quizá debí haberlo pensado mejor al lanzarme. Frente a mí se encontraba el traidor mientras sus amigos traidores arrastraban a mi tía que hacía débiles intentos por defenderse.Las pulgas con luz subían y bajaban por su espalda de forma extraña, pero si alguien lo encontró extraño, nadie habló.-Suéltala. - Dije inflando el pecho. Debía de verme ridículo porque se echó a reír.-Claro que no. Ahora, sé un buen cachorro y sígueme.Con eso se dió media vuelta y comenzó a adentrarse al túnel junto a sus otros tres osos que llevaban a mi tía.Siempre había tenido una personalidad extraña, pero unos pocos meses antes de que se revelará, había tenido un brillo depredador en su mirada. Actualmente pienso que eso era la locura asomando por sus ojos.Le di un buen vistazo a su espalda; parecía que quien quiera que haya peleado con él dio una fuerte batalla. Estaba cubierto de heridas y algunas parecían profundas.Mis ojos de cachorro eran mejores en la oscuridad que los de los adulto
Mikael.Me di por vencido en tratar de razonar con él para ganar tiempo, así que solo lo dejaría hablar.Necesitaba alguna forma de avisarle a cualquiera de que estábamos aquí y, con suerte, podrían salvar a mi tía y al resto del clan de las garras del traidor.No era tan optimista con mi futuro.-Lo que dices es imposible. - Dije con seguridad sacando mis garras. - Ven y pelea. Gaia bendecirá al ganador y condenará al traidor.-Eres un cachorro con demasiada fe en ti mismo. - Dijo arqueando una ceja. Escuché algunas risas de parte de aquellos que retenían a mi tía. - Está bien, cumpliré tu deseo de una muerte prematura y después volveré por mi verdadero premio.La forma en la que miró a mi tía y se lamió los labios me causó repulsión. Había algo de información que me faltaba en toda esta situación.-¿Premio? - Pregunté mientras comencé a dar algunos pasos hacia atrás. La salida de aquí se encontraba a mi espalda y yo lo llevaría lo más lejos posible de mi tía. - El clan siempre ha sid
Mikael.Me arrojé hacia la derecha para evitar sus garras.No fue mi habilidad, sino la tierra mojada la que me salvó en ese momento cuando patiné y pude salir de su alcance.Rápidamente me levanté para enfrentarlo.Mi mente iba a toda velocidad. Ishaelle debió de haber escuchado mi llamado, quizá llegaría aquí en unos diez minutos.Sobrevivir diez minutos sería complicado.Volví a esquivar sus garras escabulléndome entre sus patas. Le rugí con desafío mientras él se levantaba en dos patas.Esa nueva posición reveló algunas heridas interesantes en su abdomen. ¿Cómo es que podía seguir atacando con tanta ferocidad cuando se estaba desangrando?Aproveché que lanzó un nuevo ataque que lo hizo caer sobre sus cuatro patas para deslizarme por debajo de él.Esta maniobra hizo que esta vez las garras del Traidor si me alcanzaran, pero aparté el dolor de mi mente y me concentré en convertirme en humano para tomar el cuchillo que aún conservaba en la cinturilla de mis pantalones.Lo clavé con to
Reinelle.Me sentía tan mareada como cuando me comí aquella oruga venenosa cuando era una cachorra. Paula me había dicho que el mensaje de su deidad para mí era hacerme saber que tendría un periodo de "adaptación" a las pulgas luminosas.Pensé que sería algo como "Hey Rei, acepta la idea de que brillarás por las noches sin rezongar", no que se refería a que quisiera sacar todo el contenido de mi estómago incluyendo mis tripitas.Así que quizá no fuera una buena idea cuando le dije a Paula que yo cerraría las compuertas en cuanto se fuera. Y quizá no fuera buena idea el ir a cerrarlas estando en este horrible estado cuando recordé que no había hecho lo primero.Eso fue lo que me trajo a este instante en el tiempo: Yo siendo prácticamente arrastrada hacia algún sitio con mi Alfa siguiéndonos porque... bueno, porque éramos familia y el cachorro no me abandonaría.Amaba y odiaba la idea. Si uno de nosotros tendría que morir, era preferible la osa lo suficientemente estúpida como para olv
Reinelle. -¿Qué gana mi manada con esta alianza y qué es lo que quieres a cambio? - Preguntó Alan arqueando una ceja.-Te faltan guerreros que te ayuden a patrullar tu territorio. Nosotros no tenemos los números, pero si la fuerza y nuestros oídos para ser de utilidad. A cambio, me gustaría que nos cedieras la cueva en la que nos conocimos; estoy convencido de que el lugar era el antiguo hogar de un clan de osos. Permite que formemos un nuevo hogar ahí.Alan miró hacia mi sobrino pensativamente.-¿Por qué piensas que era la base de un clan?-Porque existe un altar tallado sobre la roca dedicado hacia nuestra deidad Gaia. - Dijo Mikael sin perder el ritmo. - Además, reconocería la arquitectura de mi pueblo en cualquier lugar. Las cámaras de la cueva y la iluminación no fueron creadas naturalmente, sino con garras.Las cejas de Alan se elevaron por segundos y luego volvió a mirarlo pensativamente.-¿Qué haremos con la parte de la comida? -Nosotros podemos cazar.-No me refiero a eso. C
Ishaelle.Me encontraba escoltando a lo que quedaba de mi clan hacia el edificio comunal cuando el educador me apartó del resto del grupo.Lo miré con curiosidad.-¿Si?-Tu Alfa ha recuperado a su clan, ¿No es así? - Preguntó en tono bajo.Yo miré de reojo a mi Alfa. -¿Alfa? - Pregunté en voz alta.Él me miró por dos segundos antes de asentir con la cabeza concediéndome unos minutos para mí.-Si, lo ha hecho. - Dije regresando mi atención al educador.Cuando el silencio se extendió por un minuto entero le hice un gesto de despedida.Había mucho que hacer. Tendríamos que acondicionar la cueva de la que habló mi Alfa y... bueno, alguien tendría que comenzar a trabajar en todo el asunto de la obsidiana. Por lo que vi, ningún oso del clan estaba preparado para ello más allá de Reinelle y de mi.-Espera... por favor. - Dijo volviendo a tomarme del brazo. Yo me detuve. - Tú... quiero decir, ustedes, ¿Cuánto tiempo se quedarán aquí?Yo parpadeé.-Supongo que en cuanto los miembros de mi cla