No, Dulce Madre, por favor... no.Las osas ya me habían hablado del por qué no sobrevivían muchos cachorros al cambio. Claro, me lo explicaron con un ejemplo sobre otros animales, pero el principio era el mismo.Las orugas tardaban un tiempo de desarrollar sus alas dentro de una crisálida y luego solo salían cuando se encontraban listas. Eso no quería decir que todas las orugas emergieran de sus capullos ni que todas las alas fueran perfectas.Selección natural. Supervivencia del más fuerte. Conceptos que eran aceptados por el Clan oso.Con sus descripciones, yo misma podía inferir algunas cosas.La explosión de energía interna hacía que el cerebro del cachorro sufriera una sobre carga. Era algo parecido a reiniciar una computadora después de formatearla. Si el equipo era bueno, no habría mayores consecuencias, pero si no lo era...Un grito estaba a punto de salir de mis labios, pero entonces hubo una pequeña luz que me cegó momentáneamente. Ahí, en donde antes había una bebé, ahora s
Ishaelle.No sabía si realmente me sentía triste o si solo me estaba acostumbrando a vivir resignada a querer lo que no iba a tener.Hice una lista mental de mis virtudes mientras recorría el territorio pendiente de cualquier sonido u olor que pudiera captar en mi forma de oso.Número uno: Yo era autosuficiente en muchos sentidos.Podía sobrevivir sola en el bosque porque sabía cazar, encender un buen fuego, cocinar, encontrar o crear un refugio y hallar fuentes de agua potable. Nunca sería una carga para nadie.Número dos: Sabía defenderme.Entrené mi cuerpo para ser una eficiente máquina que no necesitaba ayuda para ganar en cualquier pelea. No preocuparía a nadie si de pronto decidiera venir a patrullar yo sola un área tan grande.Número tres Era una chica lista.Siempre me ha gustado leer y estudiar sobre el mundo. Mi posición como Protectora requería no solo de músculos, lealtad y habilidad sino también de una mente ágil.Número cuatro: Me gustaban los cachorros.No tenía problem
Rowan.Despejé mi mente justo como hacía cada que una batalla era inminente. Me preocupaba mi familia, pero sabía que debía concentrarme en el aquí y en el ahora para poder protegerlas. Luchar contra un oso no era sencillo, lo sabía por experiencia propia. En mi tiempo viviendo solo en el bosque me encontré con algunos salvajes y pude derrotarlos; el entrenamiento que había estado teniendo con Ishaelle me había hecho darme cuenta de que aún me faltaba mucho por aprender. Inhalé profundamente recogiendo el aroma de mis enemigos. A mi lado, Alan parecía confiado. Joder, yo quería su determinación. Pocos segundos después el primer oso fue visible. Rugió mientras cargaba hacia nuestro grupo; ni siquiera tuve que decir nada o escuchar algo de Alan. Ambos nos arrojamos sobre él.El resto de los osos salió de entre los árboles y fue recibido por nuestro grupo. El choque de gruñidos y rugidos fue ensordecerdor. Al menos lo fue antes de que un rayo cayera un poco más cerca; el viento se vo
Rowan.Estaba soñando. O quizá esto fuera una alucinación.Además, si estuviera muerto, sería Nuestra Gran Madre quien me estaría recibiendo. No el olor a... químicos.Me encontraba en una especie de cuarto de laboratorio y estaba escribiendo algo con una pluma y un tintero. Bueno, era yo pero no era yo. Era confuso; estaba presente dentro de ese cuerpo pero no podía ser mío ya que mis manos eran pequeñas y estilizadas. Como si fueran de mujer.Llevaba un par de minutos intentando mover mis manos a voluntad sin éxito y yo estaba entrando un poco en pánico.Aún así, aquellas manos femeninas permanecían firmes y seguras al escribir.-¿Ya has descubierto algo? - Preguntó el hombre que terminaba de de abrir la puerta de la habitación. La chica en la que me mi alma o lo que sea estaba metido, giró su atención hacia él.-Sin resultados positivos.-Pues más te vale que pienses en algo para obtener esos resultados "positivos" que necesita nuestro jefe. Se está empezando a impacientar. - Dijo
Rowan.Ella se asomó por la única ventana del piso que daba hacia el edificio conjunto que se utilizaba de bodega y vió a dos camiones bajando gente encadenada de la parte trasera que suplicaba piedad.Todos fueron llevados hasta la bodega de muy mala manera.Ella se separó de la ventana y el horror al suponer correctamente lo que pasaba la detuvo en su lugar por algunos segundos. Con determinación, bajó las escaleras y evitó las cámaras de vigilancia en donde sabía que estaban. Pudo escapar hábilmente y se acercó todo lo que se atrevió para saber sobre la situación.Se escondió detrás de algunas enormes cajas apiladas cuando escuchó el ruido de personas saliendo de la bodega. Algunos hablaban casualmente sobre la fría noche, las drogas que les administraron al nuevo grupo y otros sobre lo que harían con el jugoso cheque que cobrarían después de esta nueva "pesca".Se asomó solo lo necesario para verlos marcharse al subir a sus camiones y después todo estuvo silencioso por algunos seg
Ishaelle.Algo estaba mal.Los lobos que luchaban en las primeras filas parecían desorientados.Alfa Alan y Rowan parecían estar bien de momento, ¿Qué demonios estaba pasando?La pregunta que más ponía en alerta mi mente era ¿Por qué los osos no los estaban rematando? Algunos lobos estaban claramente al alcance para que pudieran matarlos y, sin embargo, los osos solo seguían avanzando.Ciertamente no tuve tiempo de seguir pensando en una respuesta clara ya que los osos se abrieron paso entre los lobos que comenzaban a retirarse hacia un lado para curar sus heridas.El primer oso que llegó hasta mí trajo consigo el distintivo aroma de algo que me hizo tensarme.Jodida. Vida.Esquivé el primer zarpazo y contrataqué con una propio. Este era el viejo Bernie; uno de los principales seguidores del traidor. No me sorprendería si esto hubiera sido idea suya o de Estern.Osos que eran los encargados del ritual de ascensión del Alfa. Una venerable tradición que surgió después del segundo Alfa
Ishaelle.Giré rápidamente para interceptar a los osos que ya sabía que dejarían huir a los lobos heridos. De cualquier forma, con el Tibbut corriendo por sus venas, ellos no llegarían muy lejos sin ayuda.No, su objetivo principal era yo. Miré hacia los osos que quedaban; siete incluyendo al traidor.Gracias a Gaia, ya habíamos terminado con la más de la mitad.El siguiente oso que llegó hasta mí era Estern. El otro idiota que utilizó un ritual sagrado como arma de guerra. Estaba francamente asqueada por el poco respeto que le tenía a nuestras costumbres.Él tenía entrenamiento ya que gran parte de su vida sirvió al anterior Alfa como guardia exterior; se dedicaba principalmente a alertarnos sobre el peligro de los campistas y de la fauna local.Ciertamente, el tipo no tenía mucho trabajo y pasaba más de la mitad de sus días echado en una roca bajo la sombra de un gran árbol cercano a la entrada del Clan.En cuanto se convirtió en un lobo "mayor", pidió al anterior Alfa que lo asign
Paula.Volví a inclinarme ante Nuestra Gran Madre con un poco menos del dolor que había en mi pecho al no poderme despedir. Claro, me faltaba despedirme de mi pareja, pero confiaba en que criaría a nuestra hija de la mejor forma y eso me daba un poco de consuelo. -Hija mía. - Dijo con un susurro en el viento. - No es la última vez que ves a tu cachorra.Levanté la cabeza rápidamente intentando que la esperanza no nublara mi corazón.-¿No? Pero yo estoy...-Muerta. Por segunda vez, si. Cerré mi boca. Me había perdido.El aire a mi al rededor comenzó a soplar con más fuerza y lo que antes era un prado verde y tranquilo se transformó en un lugar lleno de neblina y misterio. Me quedé quieta tratando de mirar más allá de la neblina.Ante mí, se aparecieron algunas imágenes de lo que reconocí como mi vida.Ahí estaba yo a corta edad jugando sola en la parte trasera de la panadería de mis padres. Luego la imagen se desdibujó y me mostró a mi yo de pocos años después mientras seguía a mi ma