Mis cariñitos, aquí les dejo el primer capítulo del día! Muchos besos y gracias por leer!
NicklausLa noche se despliega ante nosotros como una pesadilla viviente. Los gruñidos y chasquidos de colmillos llenan el aire, y el bosque a nuestro alrededor se convierte en un campo de batalla. Cada movimiento es una danza frenética de supervivencia, y cada golpe que doy resuena con la urgencia de proteger a los que amo.Siento mi corazón latir con fuerza en mi pecho, el instinto de protección hacia Penny y nuestro bebé consumiéndome. La miro cada vez que tengo oportunidad, buscando asegurarme de que está bien, de que está a salvo. Pero ella está allí, rodeada por un halo de energía mágica, repeliendo a uno de los lobos con una destreza que me deja sin aliento.—¡Peaches! —grito, desesperado por saber que está a salvo.Nuestros ojos se encuentran brevemente, y su voz atraviesa el caos.—¡Estoy bien! —responde, su voz fuerte y segura.Es en esos momentos que me doy cuenta de cuán fuerte es realmente. A pesar del peligro, a pesar del miedo que sé que también siente, Penny se enfren
Nicklaus—Hola, alfa exiliado —dice Megara, su voz es suave y peligrosa, cada palabra cargada de un sarcasmo que me pone en alerta—. He estado esperando tu visita.Una oleada de ira se enciende dentro de mí, burbujeando como lava que amenaza con estallar. Me esfuerzo por mantener la calma, pero el mero sonido de su voz me crispa los nervios. Mi mandíbula se tensa, y mis manos se convierten en puños apretados. No puedo dejar que ella vea cuánto me afecta, no puedo dejar que sepa cuánto me preocupa la seguridad de Penny y nuestro bebé. Sus palabras son una burla descarada, y su sonrisa desafiante solo alimenta mi rabia.Sin apartar mis ojos de Megara, le hablo a Penelope, sintiendo su presencia cálida y reconfortante junto a mí.—Peaches, por favor, espérame afuera —digo, tratando de mantener mi voz controlada.—No voy a dejarte solo —responde Penny, su tono es firme y determinado, una mezcla de apoyo y desafío que siempre he admirado en ella. Su lealtad es inquebrantable, pero no puedo
PenelopeLa luz del crepúsculo se filtra a través de las ventanas mientras recorro los pasillos del aquelarre, sintiendo una mezcla de nerviosismo y expectativa. Las paredes están cubiertas de antiguos tapices, y el aire tiene un aroma a hierbas y misterio. El lugar parece estar vivo, susurrando secretos de generaciones pasadas.He dejado a Nick con Megara, confiando en su habilidad para obtener la información que necesitamos. Sin embargo, mi mente no deja de girar en torno a las palabras de la luna hace ya varios días sobre mi linaje. Necesito saber más, nunca antes había sentido tanta afinidad con mi madre o había sentido cercanía con ella, hasta que supe que mi magia era igual a la de ella.Así que, aprovechando que estoy rodeada de hechiceras cómo nunca antes, me dirijo hacia la sala de reuniones del aquelarre, donde varias de las hechiceras más sabias y ancianas se han reunido.Cuando estoy en la puerta levanto la mano para tocar, pero me quedo paralizada cuándo desde adentro me
NicklausSalgo de la habitación en la que estaba interrogando a Megara sintiendo que el corazón me está latiendo a mil por hora.Teníamos razón, Frederick ha insertado un amuleto lleno de magia negra en su propio corazón, haciendo que fluya por sus venas y la maldad lo absorba por completo, lo peor de todo es que de esa manera se vuelve casi invencible, solo la magia blanca, la magia de luz puede ser nuestra esperanza ahora.Camino por los pasillos del aquelarre en busca de Penélope, pero a quién me encuentro es a Blake hablando con Lila y Marcus afuera de una pequeña cabaña que me imagino es la enfermería en dónde tienen a Samuel.—¿Cómo está él?—pregunto nada más llegar y ganándome una mirada interrogante de parte de Blake.Sin embargo, no voy a contarles nada hasta que no estemos con Samuel, él merece enterarse al igual que todos.—Está estable, estamos esperando que nos den la autorización para entrar, pero al parecer ya está mucho mejor.— me dice Blake y luego inclina una ceja en
PenelopeEl ambiente en la manada está cargado de tensión ante el descubrimiento del topo. Las desconfianzas se han levantado y como si se tratara de cristal toda la unión se ha fragmentado.Estoy nerviosa mientras escucho a Nick y Samuel discutir sobre qué hacer con el topo. Me siento culpable, como si un peso enorme hubiera caído sobre mis hombros, un peso que no puedo ignorar. Cada palabra que dicen resuena en mi cabeza como un recordatorio de mi error. Fui yo quien insistió en darle refugio a los lobos desertores, y ahora hemos terminado con un espía entre nosotros. Un traidor que podría haber puesto en peligro a todos los que amo.Mantengo la mirada baja, como si eso pudiera ocultar mi culpa, pero no puedo dejar de pensar en las consecuencias de mis acciones. Me cuesta respirar, el aire parece denso y opresivo, como si quisiera aplastarme. Y puedo notar como Nick me lanza miradas preocupadas cada tanto, pero me encargo de sonreírle pues lo menos que quiero es también distraerlo y
Nicklaus.Penelope ha tenido una idea increíble y llevamos una semana planeando todo para llevarla a cabo. Estoy en el centro del bullicio mientras todos nos preparamos para llevar a cabo el plan de Penny. La tensión en el aire es palpable, como una tormenta a punto de desatarse. A mi alrededor, el ajetreo constante de la manada se siente como un mar de energía y determinación.Todos saben lo que está en juego, y el riesgo es alto. Frederick ha demostrado ser un enemigo astuto y despiadado, y esta puede ser nuestra única oportunidad de vencerlo y rescatar a nuestros compañeros.Mi mente está enfocada en el plan, repasando cada detalle. El topo nos ha proporcionado información valiosa sobre los lugares en los que Frederick tiene cautivos a los lobos que piensa convertir en bestias, y Penny ha ideado una estrategia para utilizarla a nuestro favor. Vamos a sabotear todos sus planes y para ello lo vamos a engañar haciéndole creer que nuestro ataque será en un lugar específico, mientras n
PenelopeHay una calma abrumadora rodeándonos desde el día en que dimos el golpe liberando a los esclavos de Frederick. Hemos estado esperando su reacción y contraataque desde entonces, pero lo único que hay es calma. Una calma que sinceramente no augura nada bueno. Me levanto cada mañana con la sensación de que algo terrible está por suceder, y la espera me está destrozando los nervios.Han pasado quince días desde nuestra operación, y ya tengo tres meses de embarazo. La barriga ha empezado a notarse, como si alguien hubiera presionado un botón y el bebé hubiese explotado dentro de mí, por lo que no tiene sentido seguir ocultándolo al mundo. Cualquiera con dos ojos puede darse cuenta. Pero ese no es el problema. El problema es que no es solo el crecimiento de la barriga, sino que además he empezado a sentir al bebé. O debo decir, más bien, bebés, pues, no sé cómo, pero algo en mi mente y mi corazón me dice que hay dos dentro de mí.El presentimiento de que hay más de un bebé ha esta
NicklausEl peso de la noticia que estamos a punto de darle a Micka se siente como una piedra en mi pecho. Penélope y yo caminamos en silencio por el corredor que lleva a su habitación, cada paso es más difícil que el anterior. La muerte de Marlene es una tragedia, a pesar de todo lo que nos hizo. No hay forma fácil de contarle a un niño que ha perdido a alguien, aunque esa persona no fuera la mejor tía del mundo.Cuando llegamos a la puerta, Penélope me lanza una mirada llena de preocupación y cariño. Asiento ligeramente, y juntos entramos. Micka está sentado en su cama, jugando con un par de bloques de construcción, intentando distraerse del caos que ha sido su vida últimamente.—Hey, campeón —digo suavemente mientras nos acercamos. Micka levanta la mirada y nos sonríe, aunque su sonrisa se desvanece rápidamente al ver nuestras expresiones serias.—¿Qué pasa? —pregunta, sus ojos grandes reflejan una mezcla de curiosidad e incertidumbre.Penélope se sienta a su lado en la cama y toma