Segundo capítulo, carilñitoooos, no me vayan a odiar!! jajajajaja Besoooooos
NicklausUna reunión improvisada casi a medianoche nunca es buen augurio, y el hecho de que Blake también haya recibido el mensaje solo hace que el mal presentimiento que siento sea mayor.—Esto no me gusta—le digo a Blake a mi lado y este deja salir un bufido hastiado.—¿Qué parte? La de la bestia endemoniada o la en donde nos citan a una reunión misteriosa a medianoche? Porque te puedo decir que a mi no me ha gustado nada desde que llegamos.Lo único que puedo hacer es gruñir en acuerdo, porque lo cierto es que nada en esta manada se parece a lo que recuerdo de hace màs de diez años cuàndo explotó la guerra y decidí dar aviso a Marcus para evitar que mi padre lo masacraran a él y a su gente.—Olvidémonos de averiguar lo que pasa aquí, mañana mismo cogemos nuestras cosas y nos largamos de aquí.—le digo, justo cuando llegamos a la pequeña cabaña fuera de la mansión, que tengo entendido que se usa para las reuniones del consejo de lobos de acá.Sin embargo, puedo notar que algo no está
PenelopeDespierto desorientada, con un dolor de cabeza tan intenso que me hace querer gritar. Todo mi cuerpo pesa como si estuviera hecho de plomo, y cada intento de moverme resulta en un esfuerzo inútil. El dolor de cabeza es lo único en lo que puedo pensar mientras hago un esfuerzo por abrir los ojos. Siento que tengo todo el cuerpo pesado y solo intentar recordar qué es lo que pasó hace que mi cerebro grita en protesta, lo cuál solo empeora mi preocupación.Finalmente abro los ojos, pero todo es borroso y oscuro. Siento la boca seca, como si no hubiera bebido agua en días.—Nick... —murmuro con voz rasposa, apenas un susurro.No hay respuesta, y la angustia empieza a apoderarse de mí. Me esfuerzo por levantar la cabeza, pero el dolor me atraviesa como un relámpago. Cada respiración es un tormento. Llamo a Nicklaus otra vez, con un poco más de fuerza esta vez, pero sigo sin obtener respuesta. El miedo comienza a invadirme.Con gran esfuerzo, logro abrir los ojos del todo. Pero lo q
NicklausCada segundo que pasa y no sé nada de Penelope se siente como si estuviera en medio de una agonía total y es que, a pesar de las palabras del imbécil del Omega y las miradas condescendientes de Samuel y su gente, no puedo, me niego a creer que Penelope se ha ido.A mi lado Blake trae una expresión pétrea, pues sé que él piensa exactamente como yo, nada de esto tiene sentido y es por eso que hemos decidido encontrarnos con la única persona que puede darnos un poco de luz en todo este desastre.Al final de la colina, la silueta de Lila aparece sujetando con fuerza su abrigo mientras mira a ambos lados como si quisiera cerciorarse de que no la hubiesen seguido, lo cuál no me extraña ya que siempre tiene lobos siguiéndola a todas partes.—Lila, te agradezco que hayas venido—le digo acercándome hacia ella, que se ve igual de preocupada que Blake.—Por supuesto, puedes contar conmigo para que lo necesites, yo también quiero encontrar a Penny.Solo escuchar su nombre hace que mi lobo
PenelopeDespierto con un dolor punzante en la espalda y una sensación de pesadez en todo el cuerpo. No quiero despertar, una parte de mi quiere pensar que todo se trata de una pesadilla.Sin embargo, en el momento en que mis ojos se abren lentamente, revelando el calabozo oscuro y húmedo siento que los ojos se me empañan y el dolor punzante en mi corazón regresa con fuerza.Pero me niego a perder la esperanza con Nick. Tiene que ser mentira, debe serlo. Él no me vendería, no lo haría. Las cadenas de plata alrededor de mis muñecas me causan un dolor constante, una tortura incesante. Intento moverme, pero el agotamiento y el peso de las cadenas me lo impiden. Mi garganta está seca y siento que el miedo vuelve a inundar mi mente al recordar la voz de Robert y la presencia ominosa del alfa oscuro.Giro la cabeza y veo a Marcus en la esquina de la celda, observándome con una mezcla de preocupación y resignación. Me esfuerzo por sentarme, ignorando el dolor que recorre mi cuerpo.—¿Cómo es
NicklausCada segundo que pasa sin saber nada de Penélope es un tormento. La noticia de que ella está embarazada debería haber sido un momento de alegría, pero en su lugar, me siento traicionado y furioso. ¿Cómo pudo no decírmelo? ¿Pensaba que no me importaría? ¡Es también mi bebé! La posibilidad de que se haya ido por su propia voluntad cruza por mi mente y se siente terriblemente doloroso, pero la descarto de inmediato. No puedo creer que Penélope me abandonara, estábamos pensando en el futuro, en lo que haríamos, pero otra vez pienso en que en ese futuro ella no me habló del embarazo…Lila ha tomado una muestra de mi sangre y sigue en medio de su pentagrama intentando localizarla, pero su expresión cada vez más frustrada y preocupada solo aumenta mi ansiedad. Blake, con su habitual calma, se mantiene a mi lado como una roca evitando que me derrumbe y aunque no lo digo, se lo agradezco.Entonces la mirada angustiada de la hechicera se levanta y queda fija en mi y puedo sentir como
PenelopeLa impresión de ver a Anastasia después de todo este tiempo es algo para lo que no estoy preparada.Ni siquiera he pensado en ella desde que me secuestraron y verla ahí, luciendo su sonrisa cruel mientras me ve, es como una gran bofetada por ser tan ingenua y olvidar la maldad que habita en las personas.Sin embargo, algo que no he podido entender es cómo llegó mi madrastra a tener algo que ver con el alfa, o como siquiera pudo ella enterarse de mi secreto, mi padre y yo siempre mantuvimos las cosas en secreto.Pero aquí está…—Anastasia—digo en una exhalación y ella hace mucho más grande su sonrisa, consiguiendo que la piel se me ponga de gallina.—Oh, querida, pero mira nada más que bien escondida tenías esa carita—me dice y el tono maternal que usa hace que se me revuelva el estómago.—¿Me has echado de menos, querida?—No entiendo—digo saliendo de mi aturdimiento—No éramos nadie, no teníamos dinero,vivíamos en la zona más pobre de la manada, ¿Cómo es posible que estés aquí?
Las cosas se están complicando cada vez más y nosotros no estamos más cerca de encontrar a quién está detrás de todo esto. Ahora mismo me siento como un animal enjaulado mientras camino de un lado a otro de la habitación, esperando que Lila ayude a Samuel a despertarse. Al parecer, su cerebro está vuelto m****a de tanta magia que han estado usando en él.¿Cómo es posible que nadie se haya dado cuenta? Hay demasiadas preguntas sin respuesta, pero la única que me importa ahora mismo es: ¿dónde está Peaches? Estoy dispuesto a ir al mismo infierno para encontrarla.—Está despertando —las palabras de Lila me traen de regreso, y cuando me giro, veo a Samuel abriendo los ojos mientras se sostiene la cabeza—. Con cuidado, alfa, puede sentirse un poco mareado.Samuel se sienta y veo cómo su ceño se frunce cuando sus ojos se fijan en Lila y luego en nosotros. El desconcierto está claro en todo su rostro, y sinceramente, me preocupa cuánto puede estar afectando su cabeza esa magia.—¿Qué está pas
NicklausLa revelación de Samuel resuena en mis oídos como un eco sin fin. Natasha. ¿Cómo no lo vimos antes? Mi mente está nublada por una tormenta de emociones: traición, furia, desesperación. Una ola de furia y traición me consume, y cada fibra de mi ser arde con el deseo de destruirla.La rabia me nubla la vista, mis pensamientos se vuelven oscuros y violentos. Necesito confrontarla, arrancarle el corazón por lo que ha hecho.—¡Voy a arrancarle la cabeza! —grito, dispuesto a salir de inmediato a enfrentarla.Blake se interpone en mi camino, su expresión seria y llena de preocupación. —Nick, no puedes hacer esto. Debemos pensar primero.Su voz es un ancla que intenta mantenerme en el suelo, pero la furia que siento es demasiado poderosa.—¿Pensar? —espeté, mi voz llena de veneno—. ¡Esa m*****a ha estado jugando con nosotros todo este tiempo y tú me dices que debemos pensar!La rabia me consume y empiezo a destruir todo a mi alrededor. La habitación se convierte en un caos de mueble