Hola, hola!!!!! ya está en marcha el plan, vamos a ver si todo sale como nuestros chicos esperan. Besoooooos
PenelopeNo soy una fan de usar a las personas para mi beneficio, mucho menos cuándo esas personas no han sido más que amables conmigo, como es el caso de Marcus, pero ahora mismo no tengo alternativa.Sé que es necesario. Necesito entender qué está pasando aquí, y cómo Natasha encaja en todo esto.Encuentro a Marcus, de pie junto a un tronco caído, su expresión seria pero su postura relajada. Me esfuerzo por parecer casual mientras me acerco a él.—Hola, Marcus. —Saludo con una sonrisa forzada, no porque él me degrade sino por lo que debo hacer—. ¿Cómo va todo?Él me mira con una ligera inclinación de cabeza, sus ojos evaluándome.—Va bien, Penelope. ¿Y tú? —Su tono es cortés pero algo distante. Me imagino por lo sucedido con Nick.Tomo asiento en un tronco frente a él, tratando de parecer relajada mientras la culpa se enrosca en mi estómago. Necesito respuestas, pero me siento como si estuviera traicionando su confianza.—Todo bien, gracias. —Respondo, forzando una sonrisa—. Solo al
PenelopePor un momento pienso que he debido escuchar mal a Lila cuándo dijo “Magia Negra.” Sin embargo, en el instante en que escucho como Nick deja salir una maldición y tira de mi cuerpo hacia el suyo en un abrazo protector, sé que he escuchado bien. Sin embargo, todo sigue siendo muy confuso.—No lo entiendo, ¿por qué una hechicera nos enviaría esa cosa? Y principalmente, ¿por qué le pediría que te atacara a ti? Porque tenemos claro que tú eras la presa —le digo a Lila.Al decir esto, escucho el gruñido enojado que sale de Blake, quién, desde que llegó cargando un asustado Micka, no ha dejado de mirar a la hechicera, como si quisiera asegurarse de que no le falta un solo cabello en la cabeza. Lo que me parece lindo, pero creo que mi amiga tiene ganas de estrangularlo.—Esto no ha sido obra de un hechicero —dice Lila, cortando mis pensamientos.—¿Qué? Pero entonces, ¿hay más clanes que pueden hacer magia? No entiendo.Esta vez el que me contesta es Nicklaus.—No necesitas ser un hec
NatashaLa rabia me consume mientras camino de un lado a otro en mi habitación. La misión de hoy era crucial y fallé. Desde el momento en que vi a la mosca muerta de Penelope hablando con la hechicera supe que me traería problemas, pero no pensé que Lila fuera tan estúpida como para abrir la boca.Sin embargo, el acercamiento de Nick y la constante vigilancia de Blake hacen saber que algo ha dicho.Pero eso no quita que intentar acabar con Lila fue un error, un gran error, porque no solo no murió, sino que ahora puede que Nicklaus y su mujercita s vayan. Pero no puedo darme el lujo de fallar otra vez. He estado manejando con magia negra a varias bestias, bestias que antes fueron lobos desertores, usándolas a mi antojo como espías , especialmente para seguir a la mosca muerta. Hoy, mi objetivo era Lila, pero debido al inminente fracaso tengo que cambiar los planes.Las cosas no salieron como esperaba. Nick llegó a tiempo para salvarla, y ahora debo actuar con rapidez. Tomo una bocanad
NicklausUna reunión improvisada casi a medianoche nunca es buen augurio, y el hecho de que Blake también haya recibido el mensaje solo hace que el mal presentimiento que siento sea mayor.—Esto no me gusta—le digo a Blake a mi lado y este deja salir un bufido hastiado.—¿Qué parte? La de la bestia endemoniada o la en donde nos citan a una reunión misteriosa a medianoche? Porque te puedo decir que a mi no me ha gustado nada desde que llegamos.Lo único que puedo hacer es gruñir en acuerdo, porque lo cierto es que nada en esta manada se parece a lo que recuerdo de hace màs de diez años cuàndo explotó la guerra y decidí dar aviso a Marcus para evitar que mi padre lo masacraran a él y a su gente.—Olvidémonos de averiguar lo que pasa aquí, mañana mismo cogemos nuestras cosas y nos largamos de aquí.—le digo, justo cuando llegamos a la pequeña cabaña fuera de la mansión, que tengo entendido que se usa para las reuniones del consejo de lobos de acá.Sin embargo, puedo notar que algo no está
PenelopeDespierto desorientada, con un dolor de cabeza tan intenso que me hace querer gritar. Todo mi cuerpo pesa como si estuviera hecho de plomo, y cada intento de moverme resulta en un esfuerzo inútil. El dolor de cabeza es lo único en lo que puedo pensar mientras hago un esfuerzo por abrir los ojos. Siento que tengo todo el cuerpo pesado y solo intentar recordar qué es lo que pasó hace que mi cerebro grita en protesta, lo cuál solo empeora mi preocupación.Finalmente abro los ojos, pero todo es borroso y oscuro. Siento la boca seca, como si no hubiera bebido agua en días.—Nick... —murmuro con voz rasposa, apenas un susurro.No hay respuesta, y la angustia empieza a apoderarse de mí. Me esfuerzo por levantar la cabeza, pero el dolor me atraviesa como un relámpago. Cada respiración es un tormento. Llamo a Nicklaus otra vez, con un poco más de fuerza esta vez, pero sigo sin obtener respuesta. El miedo comienza a invadirme.Con gran esfuerzo, logro abrir los ojos del todo. Pero lo q
NicklausCada segundo que pasa y no sé nada de Penelope se siente como si estuviera en medio de una agonía total y es que, a pesar de las palabras del imbécil del Omega y las miradas condescendientes de Samuel y su gente, no puedo, me niego a creer que Penelope se ha ido.A mi lado Blake trae una expresión pétrea, pues sé que él piensa exactamente como yo, nada de esto tiene sentido y es por eso que hemos decidido encontrarnos con la única persona que puede darnos un poco de luz en todo este desastre.Al final de la colina, la silueta de Lila aparece sujetando con fuerza su abrigo mientras mira a ambos lados como si quisiera cerciorarse de que no la hubiesen seguido, lo cuál no me extraña ya que siempre tiene lobos siguiéndola a todas partes.—Lila, te agradezco que hayas venido—le digo acercándome hacia ella, que se ve igual de preocupada que Blake.—Por supuesto, puedes contar conmigo para que lo necesites, yo también quiero encontrar a Penny.Solo escuchar su nombre hace que mi lobo
PenelopeDespierto con un dolor punzante en la espalda y una sensación de pesadez en todo el cuerpo. No quiero despertar, una parte de mi quiere pensar que todo se trata de una pesadilla.Sin embargo, en el momento en que mis ojos se abren lentamente, revelando el calabozo oscuro y húmedo siento que los ojos se me empañan y el dolor punzante en mi corazón regresa con fuerza.Pero me niego a perder la esperanza con Nick. Tiene que ser mentira, debe serlo. Él no me vendería, no lo haría. Las cadenas de plata alrededor de mis muñecas me causan un dolor constante, una tortura incesante. Intento moverme, pero el agotamiento y el peso de las cadenas me lo impiden. Mi garganta está seca y siento que el miedo vuelve a inundar mi mente al recordar la voz de Robert y la presencia ominosa del alfa oscuro.Giro la cabeza y veo a Marcus en la esquina de la celda, observándome con una mezcla de preocupación y resignación. Me esfuerzo por sentarme, ignorando el dolor que recorre mi cuerpo.—¿Cómo es
NicklausCada segundo que pasa sin saber nada de Penélope es un tormento. La noticia de que ella está embarazada debería haber sido un momento de alegría, pero en su lugar, me siento traicionado y furioso. ¿Cómo pudo no decírmelo? ¿Pensaba que no me importaría? ¡Es también mi bebé! La posibilidad de que se haya ido por su propia voluntad cruza por mi mente y se siente terriblemente doloroso, pero la descarto de inmediato. No puedo creer que Penélope me abandonara, estábamos pensando en el futuro, en lo que haríamos, pero otra vez pienso en que en ese futuro ella no me habló del embarazo…Lila ha tomado una muestra de mi sangre y sigue en medio de su pentagrama intentando localizarla, pero su expresión cada vez más frustrada y preocupada solo aumenta mi ansiedad. Blake, con su habitual calma, se mantiene a mi lado como una roca evitando que me derrumbe y aunque no lo digo, se lo agradezco.Entonces la mirada angustiada de la hechicera se levanta y queda fija en mi y puedo sentir como