Jin Fengyao estaba tan perdido en su historia que se perdió por completo el inusual cambio de humor de Zifeng.

Una mirada sombría apareció en sus ojos. "¿Cómo puede una mujer así ser lo suficientemente buena para él?".

Para Zifeng, Jiang Sese no era más que otra mujer que había aparecido al azar en la vida de Jin Fengchen y se había acercado a él empleando todo su esfuerzo. Jin Fengchen, en cambio, era un rayo de sol para Zifeng. Jiang Sese no debería ni siquiera se le podía comparar a Jin Fengchen.

Jin Fengyao había estado contando la historia de la manera más exagerada, pero Zifeng no le dio ninguna respuesta. Solo entonces se dio cuenta de que algo no andaba bien y preguntó inmediatamente: "Zifeng, ¿me estás escuchando?".

Para entonces, Zifeng estaba demasiado perdida en sus viejos recuerdos de Jin Fengchen como para oír la voz de Jin Fengyao.

Al ver lo despistada que estaba Zifeng, Jin Fengyao no pudo soportarlo más, así que levantó la voz. "¡Zifeng!".

Zifeng salió de su esta