Cuando Mo Tingfeng estaba poniendo todo su empeño en la lucha, llegó otro grupo.

Mo Tingfeng pensó que eran los refuerzos de sus enemigos. Sus párpados se agitaron. Parecía que hoy no iba a cumplir su misión con facilidad.

“¡Inspector Mo!”. Gu Nian echó un vistazo a la situación y supo que Mo Tingfeng flaqueaba. Gritó con ansiedad.

Mo Tingfeng se distrajo y miró, y se sintió aliviado al ver que era Gu Nian quien venía con refuerzos.

Inmediatamente reunió sus pensamientos y se concentró en la batalla.

Gu Nian estaba bastante sorprendido. Afortunadamente, su Joven Amo temía cualquier contratiempo en el proceso de detención, y le dijo que fuera allí con refuerzos para vigilar la situación. Resultó que ese apoyo era necesario.

No era de extrañar. Si hubieran llegado más tarde, habrían escapado y sería casi imposible volver a detenerlos en el futuro.

Gracias a los refuerzos que trajo Gu Nian, hubo un claro cambio en la marea de la batalla a favor de la policía.

Gu Nian reconoci