“De acuerdo”.

Gu Nian sacó su teléfono móvil y se preparó para llamar a la policía. En ese momento, Jin Fengchen continuó: “Prepara una carta de abogado y demanda a Tecnologías Jinxu para salvaguardar los derechos e intereses legales de la empresa”.

“Sí”.

Gu Nian se apresuró a marcharse.

En cuanto la policía abrió el caso, envió inmediatamente gente a investigar. Según las pistas proporcionadas por Gu Nian, encontraron la residencia de Li Mingzhe.

Inesperadamente, estaba vacía.

Li Mingzhe parecía haberlos visto venir y ya había escapado.

Al oír esta noticia, el rostro de Gu Nian se ensombreció.

Reprendió a su subordinado antes de informar del asunto a Jin Fengchen.

“Joven Amo, es una negligencia mía. No me aseguré de que lo vigilaran bien”. Gu Nian asumió la responsabilidad.

Aunque sus subordinados se quedaran dormidos en el trabajo, seguía siendo su responsabilidad.

“Sigan buscando. Necesitamos a Li Mingzhe como testigo”, ordenó Jin Fengchen con voz profunda.

Gu Nian asi