Gu Nian abrió la puerta del despacho del Presidente y entró. Justo cuando iba a hablar, vio que Jin Fengchen hacía un gesto de silencio.

Cerró la boca rápidamente y siguió la mirada de Jin Fengchen, solo para encontrar a una persona durmiendo en el sofá.

Sin necesidad de pensar, supo que se trataba de la Joven Señora.

Se acercó ligeramente a Jin Fengchen y le preguntó en voz baja: “Joven Amo, ¿qué quiere desayunar? Se lo compraré”.

“Gachas”.

“¿Y la Joven Señora?”.

“Lo mismo”.

Jin Fengchen estaba muy taciturno y no quería decir más. La razón principal es que tenía miedo de despertar a Jiang Sese.

“De acuerdo, entendido”.

Gu Nian se dio la vuelta y salió, cerrando suavemente la puerta.

Jiang Sese se despertó con el timbre de un teléfono móvil. Se sentó, levantó la mano y se frotó los ojos adormecidos, sus ojos se posaron en Jin Fengchen que no estaba muy lejos.

Estaba hablando por teléfono, aunque solo podía ver su perfil, pudo adivinar que su expresión era muy seria en ese mo