La familia Yang siempre se preocupaba por el bienestar público, por lo que el público los tenía en alta estima.

He Shuhan se sorprendió cuando recibió instrucciones de investigar a la familia Yang al principio, porque en su opinión no habría nada que investigar. No parecía que hubiera ningún esqueleto que encontrar.

Pero después de escarbar un poco, encontró un secreto muy espeluznante.

¡Un secreto que iba en contra de la buena imagen que la familia Yang disfruto durante tantos años!

He Shuhan informó de este hallazgo a Jin Fengchen sin demora.

“Joven Amo, el Presidente Yang Song donó a un orfanato durante los últimos años. Se supone que esto es algo bueno, pero después de mi investigación, descubrí que realmente estaba...”.

He Shuhan apretó los puños, algo incapaz de hablar.

“¿Qué pasa?”. Jin Fengchen frunció el ceño, dándose cuenta de que el asunto podía ser grave.

He Shuhan respiró hondo: “En los últimos años, él intentó abusar repetidamente de las niñas del orfanato”.

Jin