Al día siguiente, Xiaobao fue a la oficina de Shen Mubai para recibir el tratamiento habitual.

Shen Mubai vio que estaba en un buen estado de ánimo, así que le pidió que se sometiera a una prueba psicológica.

El resultado de la prueba mostró que la situación de Xiaobao empezaba a mejorar.

Cuando Jiang Sese se enteró, casi lloró de emoción. Levantando la mano para limpiarse las comisuras de los ojos húmedos, sonrió: “Hacerle compañía durante los últimos días dio frutos. También gracias a Mubai”.

Estos días, estuvo en casa para acompañar a Xiaobao después del trabajo.

Leía libros con él y jugaba a los LEGO con él.

También se quedaba con él todas las noches hasta que se iba a la cama.

Jin Fengchen la miró con ternura y le dijo suavemente: “Esto es algo bueno, ¿por qué lloras?”.

“¡Estoy feliz!”. Jiang Sese se rio, lágrimas de cristal aún colgando de sus pestañas.

Jin Fengchen mantenía una leve sonrisa en la comisura de los labios, mirándola con un poco de impotencia.

Por la tard