Summer Mis manos no dejaban de temblar y estaba sudando frío, por un segundo pensé que llegaría a tiempo y podría detener todo esto. Sentía que tenía la responsabilidad de proteger el corazón de Harry, no quiero que salga lastimado otra vez y peor si es por la misma persona que lo hizo hace mucho tiempo atrás. —Oye rubia — dijo aquella voz haciendo que me estremezca — Mírame — demandó agarrando mi muñeca y apretándola fuerte. Así lo hice, lo miré — Te daré una pequeña advertencia, sé que le tienes mucho cariño a Ward y harías cualquier cosa por él — sonrió de lado — Espero que no abras la boca y le cuentes a tus amiguitos sobre todo lo planeado, en verdad te conviene no hacerlo. —¿O sino qué? — lo reté, me sentía como un cachorro indefenso, mi cuerpo no dejaba de temblar, mi respiración volvió a acelerarse. Sabía que Blake se había dado cuenta de mi nerviosismo, lo noté por la asquerosa sonrisa arrogante en su cara — ¿¡O sino qué Blake?! — volví a repetir levantando la voz. —Cuidad
Harry Sabía lo que haría, lo tenía claro desde que Susan se acercó a hablar conmigo, sentía que era la decisión correcta, era algo que me dolería hacer, pero era necesario. Al encontrarme frente a la puerta de la habitación de Louis no dudé ni un segundo y entré, todo estaba en completa oscuridad, pero pude distinguir la silueta de Sum, estaba parada frente al gran ventanal. Al encender la luz giró hacia mí, me destrozó ver su rostro, tenía los ojos hinchados y la nariz roja de tanto llorar. Al verme se limpió la cara e intento ocultar que estaba llorando, pero fue inútil. —¿Qué haces aquí? — dijo indiferente, aquí tenemos nuevamente a la Summer fría y cortante — Pensé que estabas con Susan. —Tenemos que hablar Summer — cerré la puerta de la habitación y me acerqué a ella — Te ofrezco mis más sinceras disculpas por todo lo que te hice pasar esta noche, en verdad perdóname Sum — susurré. —Siempre te perdono Harry — volteó hacia mí — No porque quiero. —¿Entonces porque lo haces? — p
Llegas a un punto donde ni tú mismo sabes cómo te sientes, si estas triste, enojado, decepcionado, simplemente sabes que estas mal.Al final comprendí que uno puede ser un gran partido, una excelente persona, con las mejores intenciones y sentimientos, pero si en nuestro camino nos encontramos con alguien que no está listo emocionalmente, simplemente no va a funcionar; no quiere decir que sean malas personas o que no valgan la pena, simplemente no es el momento indicado para ellos. Es bonito coincidir, pero es mejor saber ofrecer liberad a quien aún no encuentra su sitio. — Tranquila Sum, sé que ahora todo esto debe ser difícil para ti — dijo Lucas regresándome a ver unos segundos para después volver a concentrarse en la autopista.Diez minutos después de que Harry salió de la habitación todos mis amigos entraron encontrándome en no muy buenas condiciones, se preocuparon y decidieron echar a todas las personas de la casa, incluyendo al rizado. Apreciaba como no tienen idea tener su a
Han pasado dos largas semanas desde lo sucedido con Harry, estoy cansada, desmotivada, sin ganas de continuar con cualquier cosa que se encuentre en mi vida. No estoy bien, no estoy pasando por un lindo momento, parece como si todo lo que hago no valiera, como si todo el empeño que pongo en pequeñas o grandes cosas no sirve, como si el mundo estuviera en mi contra, como si el universo no conspirara a mi favor.Me duele, me duele que sigan eligiendo a alguien antes que a mí, tengo mucho amor para dar, suelo tener un mal carácter, pero estoy dolida, eso es todo, es fácil catalogar o señalar con un dedo cuando no viviste lo mismo que otra persona.Sentía que me quedaba estancada en el mismo pozo de siempre, cuando estoy intentando salir alguna piedra cae y junto a ella, yo. No soy feliz, en este momento no. Si lo fui, es magnífico sentirte bien con la vida misma y todo lo que conlleva, pero ahora mismo no.—Summer — mi mamá entró a mi cuarto sin tocar la puerta — ¿Estás un poco más anima
— Así que volvió con la misma chica que lo engañó con su mejor amigo — dijo sorprendido — No deberías sentirte mal, llevo una hora y media aquí contigo, eres una chica muy dulce, Harry es el que acabó perdiendo al dejarte ir — mordió su hamburguesa— No he podido dormir porque todo lo que hago es pensar en él y cada que escucho una canción triste o de amor pienso, demonios, yo sé que es pésimo para mí, yo lo sé, mi cabeza sabe eso, pero mi corazón no deja de quererlo — miré al chico frente a mí, mis ojos se habían cristalizado. Aún se me hacía muy difícil hablar del rizado.— Poco a poco vas a aprender a superarlo, aceptas que no pudo ser, continuas con tu vida, y sólo recuerdas los buenos momentos, eso sucede cuando ya no sientes nada…—acarició mi mano — Suena algo irónica la idea de no sentir nada por alguien que alguna vez fuiste capaz de sentir todo. Pero así es la vida, unas personas llegan y otras se marchan para ser felices con otras persona, al final del capítulo has aprendido
Al estar parada frente a la salida de la discoteca giré sobre mis talones y regresé al lugar en donde me había dejado Dylan antes de ir al baño, limpié mis lágrimas antes de que regrese, no quería que me pregunte el porqué de mi llanto. Pedí otro shot de vodka y me lo tomé de un solo trago, sabía que ahogar mis penas en alcohol era malo, iba en contra de mis principios, y en este preciso momento nada de eso importaba.— Carajo, la fila del baño estaba demasiado larga, perdón por la demora— dijo Dylan tomando asiento junto a mí— Debería ir a dejarte a casa, ya casi son las doce.Antes de que pueda responderle a mi amigo un mensaje me llegó, era de Charlotte, al leerlo sabía que esta noche me iba a divertir demasiado. Le enseñé la pantalla a mi amigo, una sonrisa pícara se formó en sus labios. El mensaje decía que pasaría por mí en quince minutos, iríamos a Cielo con sus amigos. Le respondí al instante y le dije que ya me encontraba en la discoteca.— Le enviaré un mensaje a mi padre,
HarryNo podía dormir, he pasado horas dando vueltas en mi cama tratando de conciliar el sueño, pero era imposible, cada que cerraba los ojos la imagen de Sum aparecía en mi cabeza. Me sorprendí cuando la vi en el club, no había sabido nada de ella en dos semanas, llamé a mis amigos para sacar un poco de información y se negaban a dármela, eso me enfurecía, intentaba ser comprensivo, era obvio que la hermosa chica de ojos azules no quería dirigirme la palabra.Decidí levantarme en completo silencio para no despertar a Susan, me puse unos pantalones y un hoodie, tomé mis llaves y subí a la azotea, apenas atravesé a puerta una corriente fría chocó contra mi cuerpo provocando escalofríos, apoyé mis codos en la barandilla, mis ojos quedaron asombrados por la maravillosa vista que tenía frente a mí. La cuidad que nunca duerme, había tomado una buena decisión al venir aquí, el objetivo era iniciar de cero, cambiar mis malos hábitos, pero sorprendentemente había vuelto a ellos.Me comenzaba
SummerAbrí mis ojos lentamente, pero al hacerlo me arrepentí al instante ya que los rayos de sol que entraban por el gran ventanal me cegaron, maldecí por mis adentros y con gran dificultad logré levantarme para cerrar las persianas, para la próxima debo recordar hacerlo antes de salir. Mi cuerpo dolía demasiado y ni se diga mi cabeza, me estaba matando.Flashbacks de la noche anterior comenzaron a reproducirse, el encuentro con Harry, el mensaje de Charlotte avisando que iríamos de fiesta y, por último, pero no menos importante el beso con Zed, mis mejillas se sonrojaron, no podía creer que ayer había besado al moreno y lo que más me avergonzaba es que yo di la iniciativa, eso era algo no habitual en mí, ¿dónde quedó la Summer Winston tímida y reservada anoche? Al parecer se había esfumado, había perdido la cordura por tomar varios tragos.Nota mental: controlar el número de tragos que bebo.Estiré mi mano para alcanzar mi teléfono que se encontraba en la mesita de noche junto a mi