ARIEL
Cuando despierto lo primero que veo son el iris gris de mi bebé, no sé cuánto tiempo lleva despierto, observándome, le sonrío y él hace lo mismo.—Este si es un bonito despertar —lo lleno de besos que desatan su risa.Lo cargo y lo pego a mi pecho, los bebés crecen demasiado rápido, no quiero separarme de él, pero anoche comprendí que en esto estoy sola, por lo que camino hacia la cocina con mi hijo en brazos, procesando lo sucedido. Esto es la mafia, y sí Preppy decidió no serme leal, no tengo porque serlo yo. Bajo las escaleras y me encuentro con Barclay, quien se mantiene con las narices metidas en la tablet.—Buenos días —saludo llamando su atención.—Ariel —se acerca y me da un beso en la mejilla.Luego le da uno a Kronos y este le sonríe.—¿Dónde está Preppy? —pregunto llamando su atención y haciendo que frunciera el ceño.—¿Preppy? —enarca una ceja con incredulidad—. Creí que eraARIEL Veo por la ventana como Preppy sale y se sube al auto con Atenea Romanov, estoy segura de que le dio a sus hombres la orden de que no me dejen salir y que si hago cualquier cosa, están destinados a avisarle, lo odio, abrazo a Kronos mientras escucho como llaman a mi puerta. —No estoy seguro que de sea buena idea —entra Barclay—. No lo justifico, pero esto es la mafia, él solo la está follando para poder usarla y acorralar a los italianos. Le lanzo una mirada amenazante. —La mafia —replico—. Entonces supongo que está bien que Mandy se folle al turco, después de todo esto es la mafia. —Vale, vale, si está mal, pero si te marchas, Preppy se volverá loco, no descansará hasta encontrarnos, además, te recuerdo que tu marido le ha inyectado a Kronos un rastreador y a ti también —me explica lo que ya sé. —Y no busco esconderme. —Entonces… —Solo quiero estar lejos de él, no me hace bien ni para m
PREPPY —Tienes que tranquilizarte —me dice Enzo con la voz ronca que siempre usa cuando quiere poner las cosas color rosa cuando son más negras que su puta alma. —¿Cómo quieres que haga eso? Ariel me odia. —Se le pasará. —No, no lo hará, si hubieras visto sus ojos no dirías eso, la rompí. —Era necesario. —¡No, este es tu puto plan, eres tú quien debió haberle puesto el cuerno a Lea y no yo a Ariel! —bramo mientras subo al auto. —Pero obtuvimos lo que queríamos —sigue con lo mismo—. Ahora gracias a que te follaste a tu ex, tenemos información sobre los italianos, una vez derrocando su imperio, podremos dar el golpe final a esta contienda. Tiene razón, pero no borro de mi cabeza la imagen de Ariel, el cómo me vio follándola, y el como me mira ahora, sin ese brillo, no hay nada más letal para un mafioso que una esposa despechada y ardida, eso es lo que no entiende Enzo. —¿Sigues vivo?
ARIEL Le mando un mensaje rápido a Purgatorio para dar aviso de que se pospone nuestro encuentro, encontrar a Lany y Aleska son mi prioridad, luego me ocuparé de Satnislav y Alexandría. Tomaré la Bratva y así es como podré derrocar a los italianos, luego veré la manera de mantener una distancia y un acuerdo con el padre de mis hijos, divorciarse no es una opción, no cuando ser su esposa me da cierta ventaja y estatus. —¿A quién mierda le mandas mensaje? La pregunta de Preppy me hace guardar el móvil y verlo con rabia. Le había dado un balazo en el brazo, no me tembló la mano, lo hice, y ya está, mientras el doctor termina su curación, él me mira tensando el cuerpo, pese a sus explicaciones y de que todo fue planeado por Enzo, no quita el hecho de que se la hubiera follado. —Con mi nuevo amante, ya me conseguí uno ¿no te lo dije? —me cruzo de brazos—. Tengo pensado follarlo hoy en la noche, así que te pido que vuelvas a tu fo
ARIEL La vida no es justa para nadie, lo sé, y es por ello que mientras veo las fotos de los mafiosos que me entregó Barclay, me decido por uno de ojos miel y cabello caramelo, es muy apuesto, y tiene el tatuaje de una serpiente en el pecho. —Quiero a este —le señalo a mi elegido. —Samuel Popovic —dice mi amigo—. Es un Krishas, asesino nato ¿estás segura de que quieres hacer esto? Estás sentenciando a alguien a la muerte. —Dime cuál es su peor delito —intervengo. —Mató a una mujer embarazada, como tú —confiesa con lentitud—. Luego le sacó el feto de las entrañas y se lo dio a sus leones. «Maldito» —Es un sádico sexual. —Bien, personas como él merecen la muerte —cierro la carpeta y veo a mi bebé babear su juguete. —Ariel… —insiste Barclay. —Ya he tomado la decisión, además, no es que vaya a follar con él en serio, estoy embarazada y seré muy perra, pero no soy como Preppy —afirm
ARIELVeo como si fuera en Cámara lenta el cómo se acerca hasta mí, las piernas no me obedecen y la garganta se me seca con su mirada, me quedo estática hasta que respiro profundamente y entro a la casa cerrando la puerta, no servirá de nada, pero de todos modos lo hago. Camino hacia las escaleras y las subo con rapidez, escucho como entra a la fuerza y no sé por qué corrí a todos los hombres de Barclay.Sigo corriendo, siento que me pisa los talones, sé que no me puede hacer daño, porque estoy embarazada, pero aun así lo hago. Llego hasta la habitación, entro y cierro la puerta, o al menos eso es lo que trato de hacer cuando la empujan con una fuerza descomunal que casi me tira al suelo de bruces.Preppy entra enfurecido, lo cierto es que jam
PREPPYSUCESO AÑOS ATRÁSLa veo desde lejos, saboreo el dulce momento en el que la voy a follar, me lamo los labios mientras termino de comer la puta barra de chocolate que tengo en las manos, su cabello morado brilla bajo el sol y soy consciente de las miradas que roba cuando baja las escaleras de la facultad con ese inocente contoneo de caderas.Mi polla se endurece, pero que me quedo donde estoy, lleva su puta falda plisada, botines y un crop top a rayas, se despide del pendejo que la acompaña, le da un beso en la mejilla y estoy pensando en follar aquí, frente a todos o quemarle los labios para que comprenda que me pertenece, lo hace desde que la hice sangrar en los vestidores del restaurante, recordar cómo gemía de dolor hace que pierda la cabeza.Cruza un
ARIELVeo a Purgatorio y pese a la pequeña alianza que tenemos en estos momentos, no puedo evitar sentir la imperiosa necesidad de cortarle el cuello, la noche promete sorpresas, sé lo que quiero, y antes de que mi embarazo avance, tengo que matar a Lany y a Aleska, ese es mi objetivo.—Y bien —meto las manos en mi gabardina.—No estoy seguro de que sea buena idea.—No te estoy pidiendo consejos, solo la ubicación de esas perras.—¿Y qué piensas hacer? ¿Matarlas? No me hagas reír —se bufa y saco mi arma apuntándole.Sus ojos brillan en la oscuridad como felino y la mano no me tiembl
ARIEL Me remuevo inquieta, comienzo a regresar en sí, abro los ojos lentamente y lo primero que veo son los rayos del sol que entran por la ventana, no sé donde estoy y me incorporo, la cabeza me da vueltas, traigo puesto unos shorts cortos de pijama, una blusa de tirantes y localizo el baño, salgo corriendo y comienzo a vomitar, había olvidado lo que se siente estar vomitando todo el tiempo, cuando estaba embarazada de Kronos, no sucedía tan a menudo, como ahora. Termino, me lavo los dientes y para cuando salgo, Preppy va entrando con Kronos en brazos, ver a mi bebé reír en los brazos de su padre, hace que mi corazón late con fuerza, el culo me sigue doliendo cuando camino hacia ellos, pero lo dejo de lado cuando los ojos grises de mi bebé, conectan conmigo. —¡Ma! —estira sus brazos hacia mí. Preppy me devuelve a mi hijo y lo abrazo con fuerza contra mi pecho. —Te extrañé tanto —le susurro llenándolo de besos—. Te v