—Nunca pensé verlo así algún día.
La voz de Enzo me eriza la piel.
—Eres suya, desde que Prep te vio cuando eras una niña, supo que serías para él.
—Eso suena pervertido.
—Lo es, pero lo amas y él a ti, ahora formarán una familia y ten por seguro que hará todo por protegerlos.
Asiento y enseguida Preppy despierta, observa mi panza y como ya suele pasar, nuestro bebé comienza a moverse.
—Me ama —murmura.
—Prep, necesito hablar contigo en privado un momento.
PREPPY—¡Me importa una reverenda mierda! —bramo haciendo llorar a los trillizos, Lea me mira mal pero me importa poco.—¡¿Y qué quieres que hagamos?! —exclama Barclay y me encuella—. Afuera están mis hombres lidiando con tus malditos enemigos, no podemos arriesgarnos a que Ariel dé a luz en medio de una guerra de disparos.La sangre corre por mis venas a gran velocidad, él tiene razón, todos la tienen, al parecer a muchos de mis enemigos se les ocurrió precisamente hoy, venir y atacarme pensando que se acercaba mi boda bajo las leyes criminales con Ariel, pero mi hijo, quien todavía no nace, ya comienza a tocarme las pelotas al querer nacer en este día. Quería lo mejor para
ARIEL Cuando era niña, jamás imaginé en que algún día estaría casada con un hombre, nunca pasó por mi mente la idea de pertenecerle a alguien y mucho menos de formar mi propia familia, era demasiado pesimista y para ser honesta, como la fatalidad me perseguía, el futuro que pasaba por mi mente era el ser violada en algún punto de mi vida por el degenerado de mi padre, o muerta. Cuando me violaron y me obligaron a hacer cosas que solo le hubiera permitido a Preppy, quise quitarme la vida, todo el mundo me había dado la patada en el culo, todos, menos una persona: él. Preppy ha estado a mi lado en los peores momentos, y una parte de mí se arrepiente de haber atentado contra mi vida porque de haberlo hecho, de haber estado muerta en estos momentos, nunca hubiera conocido al nuevo amor de mi vida, mi hijo, no es porque se
PREPPY—Da igual, los planos muestran las coordenadas correctas, violé el sistema del satélite alfa, cerca de Europa, y aunque no se ve claro, nos muestra la imagen de Duncan, paseando por los alrededores —habla Barclay tecleando como maniaco en su ordenador.Desde que salí de la habitación, no he podido dejar de pensar en las tetas de Ariel, y en lo bien que se ven alimentando a mi hijo, dejé a la mocosa en el patio practicando mierdas que no me interesan, cuando Enzo me llamó para asegurarme que tenía nueva información del hijo de puta de Duncan, y ahora llevábamos más de media hora investigando su paradero.—Hay algo que no me cuadra —digo mostrando una imagen de él&
ARIELLa voz de Preppy resuena en mi cabeza, siento que todo mi cuerpo se parte en mil pedazos, sus mirada, su tacto, sus manos resbalándose sobre mi piel, pero todo eso se ve opacado cuando comienzo a abrir los ojos, el miedo me paraliza al recordar lo que pasó, logro despertar por completo y cuando lo hago, mi pecho salta de alegría al ver los ojos grises de Kronos, observándome con detenimiento, como si hubiera estado cuidando de mi sueño, estoy acostada de lado y mis brazos lo arrinconan hasta mi pecho, hace un ruido de bebé y comienza a hacer puchero, lo que me indica que tiene hambre.Me incorporo con él en brazos, estamos dentro de una habitación amplia, camino hasta la puerta e intento abrir, pero esta no lo hace, no cede, lo mismo con las ventanas, tienen candado y una reja, al asomarme puedo admirar que se trata de un bosque lo que rod
PREPPYLa sangre se derrama entre mis manos, mi respiración es inestable y todo me recuerda a mis días de oscuridad, veo rojo, no razono, la sangre se me pudre y la misma sensación de soledad y ahogo colisiona mi pecho, mis pulmones comprimen el aire que los llena y termino de aplastar con mis manos el puto corazón que he arrancado a mi enemigo, un hijo de perra que tenía información de Duncan y que no quiso hablar.—Nada —dice Enzo—. No hay nada aquí.El Boss teclea algo en su ordenador portátil, todo huele a sangre, a muerte, y más vale que me regresen lo mío porque juro que el mundo será un puto apocalipsis, desmembraré a cada ser que se cruce en mi camino y que me quiera ocultar información de Duncan, de Purgatorio, ese es otro hijo de perra al que le tengo guardada la orden de
ARIELLa voz de mi pequeño hermano hace eco en mi cabeza, me toca, me zarandea en un intento por hacerme regresar, pero es que no quiero, sigo sin poder borrar de mi cabeza lo que sucedió hace unas horas atrás, jamás había conocido en carne propia el tipo de maldad que se respira dentro de la mafia, había visto y presenciado lo que ha hecho Preppy, pero el que dañen lo que más amo en esta vida, me tiene dolida, he defraudado a Kronos al tener una madre que no fue capaz de defenderlo, de cuidarlo, me odio, porque mientras Duncan me partía en dos, la mujer pelirroja que llegó detrás de él, marcaba a mi hijo. Le maltrataba y no paro de llorar, su llanto, sus ojos pidiendo ayuda, sus manitas moviéndose sin saber por qué le pasaba lo que le pasaba.—Hermanita, todo estará bien —Yael me abra
PREPPY—Ariel.Susurro su nombre, la tormenta no ha cesado, la habitación se siente tan sola sin ella, me sofoco al no poder ver el gris de su mirada, su sonrisa, su voz, maldita sea, amo tanto su voz, la intensidad con la que gime cada que la follo, cada parte de mi cuerpo proclama el suyo, y ahora no solo me encuentro perdido, sino, que nuestro hijo sufre las consecuencias, lo sigo sosteniendo contra mi pecho desnudo, dándole calor, hace un par de horas la peque me ayudó a bañarlo, ha venido el doctor al que le tengo más o menos confianza para hacerle un chequeo, según sus palabras se encuentra en perfecto estado.Los moretones que tiene en las piernas van a desaparecer, pero la pequeña marca en la espalda no, te
Aviso de la segunda parte Beast II