Me duele tanto sentir su sufrimiento por se maldito perro que no la valora, no sé da cuenta de la gran mujer que tiene a su lado.

Solo me queda poder consolarla por medio del sueño no es mucho, pero es lo único que podré hacer, no dejo de repetirme que después de esa batalla iré por ella, así tengamos otra batalla entre vampiros y lobos.

Esta noche espero poder estar con ella sin inconvenientes sin que ella se despierte por ese desgraciado, espero por ella, pero nada que puedo entrar a su sueño y eso me dice que nada anda bien con ella.

Mi pecho se contrae al sentir su dolor, mis garras salen al igual que mis colmillos, mis ojos deben estar rojos.

—Maldito imbécil voy a matarlo—. Rujo destrozando la mesa de noche.

Me centro en ella cierro mis ojos lo único que veo es oscuridad. —Mi amada donde estas no te dejes vencer—.

—Ya no puedo más Julián esta vez voy a morir me siento morir ya no puedo más—.

—No te des por vencida amor, lucha por seguir adelante, todo esto es mi culpa—.

—No diga