No sabía cómo lidiar lo sucedido estos últimas horas. Solo pensaba que mi trabajo se podía ver afectado por mi calentura. ¿Por qué tuve que hacerlo? Alexander Ivanóv era un hombre muy atractivo y mintiera si dijera que no me sentí extremadamente atraída por él, pero cruce la raya que no debía. Luego de su cercanía en mi habitación del hotel supe que tenerlo cerca sería mi perdición, por esto toma la decisión de viajar de regreso en un vuelo normal y no con él en su avión privado. No soportaría tanta tensión y yo debía guardar compostura y no dejarme llevar por emociones de momento. Al llegar tengo un poco de tiempo para descansar una tres horas, al levantarme me doy una ducha, me alisto y preparo un café cargado para ir a la oficina con todas las fuerzas. Al llegar tomó asiento en mi escritorio y empiezo a colocarme al día con todo. —Tiara, ¿No debías de llegar con el señor Ivanóv y su secretaria?Luisa era una publicista la cuál yo trataba de soportar y sobrellevar. Su egocent
Después de lo sucedido en aquella oficina mi mente me pedía a gritos a abandonar la oficina y eso hice.Al llegar a casa, me doy cuenta lo mucho que hace tiempo no limpio así que empiezo a limpiar todo.Al terminar me doy una ducha, me colocó una pijama cómoda, pido una pizza para cenar y me siento en el sofá a ver un programa de televisor.El timbre del apartamento suena, me levanto rápidamente abrir y al hacerlo mis piernas desfallecen.Si mirada recorre mi cuerpo descaradamente viendo mi diminuta pijama mientras lleva sus manos a los bolsillos de su pantalón.No trae saco, ni corbata, los primeros tres botones de su camisa vienen abiertos y su cabello luce despeinado.No puedo articular ni una maldita palabra ante su presencia.¿Cómo llego aquí?—Ya que no me invitas a pasar lo hago por mi cuenta.Entra cerrando la puerta a sus espaldas,me toma de la mano y me arrastras con el yendo al sofá.—¿Qué hace aquí? —Vine a terminar lo que dejamos pendiente.—Alexander lo mejo...No me de
Habían pasados dos semanas desde que deje entrar a Alexander a mi apartamento.Desde entonces está allí todas las noches marchandose en la madrugada y yendo los fines semana que puede.Observó una silueta frente a mi escritorio, al levantar la mirada me encuentro con Helen la cuál me sonríe.—¿Qué haces aquí rubia?— Él señor Alex quiere que bajes, deben asistir a un almuerzo con los Claxton.—¿Ya llegaron a la ciudad?—Si y cómo Sara aún no ha regresado debes tomar su lugar.—Andando.Apagó el computador y tomo mi bolso, caminamos al elevador y sonríe.—Parece que el señor Alex no puede vivir separado de ti —Musita dentro del elevador —. Aunque lo cubran por trabajo es evidente que ese hombre babea por ti.—Estas loca.Reímos al bajar del elevador, veo a Alexander parado a un lado del elevador y al verme me sonríe.—¿Lista? —Asiento —. Helen, no creo regresar puedes tomarte el resto de la tarde libre.—Si, señor.Helen baja y el sube al elevador cerrando sus puertas, rápidamente se a
El almuerzo resulta bastante bueno para la empresa debido a que hemos llegado a otro contrato bastante bueno. Lo único malo fueron las miradas del hijo de Claxton todo el tiempo sobre Tiara. El solo ver como la miraba hacia que la sangre me hirviera.Luego de dejarla en su apartamento y regresar en la noche, le pido a Braulio me lleve a casa ya que tengo un asunto pendiente con mi queridísima cuñada.Al llegar a casa me encuentro con Nicole la cuál va de salida.—Nena, ¿Dónde está Zoe?—En la habitación de Mija con el tío Edrik.—Gracias, dulzura. Dejo un beso en su frente, subo rápidamente las escaleras y voy al cuarto de mi pequeño campeón.—Contigo quiero hablar —Inquiero abriendo la puerta —. ¿Me puedes decir que fue todo eso en la tarde? Edrik nos mira confundido y ella rueda los ojos sonriendo.—Una muestra de cortesía solamente, me cayó muy bien la chica.—¿Qué chica? —Pregunta Edrik.—Esa que encontraste con Alex en la oficina apunto de follar —Edrik me mira asombrado —. Vi
El día de ayer había sido bastante agotador con el regreso de Sara a su puesto. Me toco ponerla al día con todo lo sucedido estas semanas y no había podido ver a Alexander tampoco.Por lo que me contó Helen en el almuerzo, se la había pasado bastante ocupado atendiendo algunas citas con proveedores y clientes. Era sábado por la tarde y aún me encontraba en casa de mi madre disfrutando del fresco de su jardín con ella. —Debo irme mamá, tengo un compromiso esta noche.—¿Con un chico? —Con mis jefes .—Tiara, ¿Por qué no me has presentado con ninguno de los chicos que has salido?—Por qué no han sido nada serio, ni importantes mamá.—Pues espero llegue el indicado pronto —Me abraza —. Me gustaría verte feliz alado de un buen hombre.—Hablaremos de eso después mamá —Dejo un beso en su mejilla —. Nos vemos el otro sábado. —Adiós nena, cuídate. Salgo de su casa, tomo un uber hasta mi apartamento y al llegar voy directamente al baño a tomar una ducha. Al salir, me maquillo , peino mi
Revisaba algunos documentos para poder despejar mi escritorio de ellos.Había pasado un fin de semana bastante agradable en compañía de Tiara, pero era tiempo de retomar todo el trabajo.La puerta de mi oficina se abre y al levantar la vista me encuentro con quién menos esperaba.—Naomi, ¿Qué haces aquí?—¿Así me recibes?Naomi es secretaria de finanzas y con la que me estuve acostando los últimos años. La conocí cuando recién Dante se hizo cargo de la empresa y empezamos a salir en plan sin compromiso.Me fui unos tres años y al regresar hace unos meses retomamos esa relación. Estuvo de vacaciones varias semanas y por lo que veo esas vacaciones han llegado a su fin.—Lo siento, no te esperaba.—Eso veo —Taconea hasta llegar y sentarse frente a mi escritorio —. ¿Por qué no respondías mis mensajes o llamadas?—Estado muy ocupado —En la cama de otra chica —. Naomi, creo que debemos hablar. Mi móvil empieza a sonar y lo escucho a lo lejos, recuerdo que hace un momento fui al baño.Me le
Alexander era un completo idiota. Creer que esto que teníamos estaba rumbo a algo fue la idiotez más grande que por mi cabeza pudo cruzar. Entrar a su oficina y escuchar esos gemidos venir de su baño basto para romper eso que creí que se estaba formando entre nosotros y abrir realmente los ojos. Agradezco a Sara por darme la tarde libre,me sentía completamente confundida y aturdida. Observo la ciudad fijamente mientras llevo a mi boca mi vaso tomando un sorbo del whisky que acabo de pedir.Necesitaba tranquilidad para pensar así que preferí apagar mi móvil y venir q tomarme unos tragos a un bar terraza de la ciudad.Observo el reloj y ya son casi las ocho, aún no estoy ebria pero me siento ya bastante aturdida así que pago la cuenta y salgo tomando un taxi en dirección a casa.Saco mi teléfono encendiéndolo, encontrándome con muchas llamadas perdidas de Helen y Alexander. Le marco a Helen y al segundo pitido lo toma.-Me tenías preocupada, ¿Estás bien?-Si, no te preocupes, ¿pued
Habían sido días difíciles. Alexander se estaba comportando como un verdadero idiota conmigo, tanto que había decidido que yo fuera su secretaria ahora para ver pasar día tras día una mujer diferente. Estaba apunto de renunciar por la forma tan inmadura que se estaba comportando, pero no iba darle el gusto de verme perder. Pese a todo sabía como comportarme fría y distante para que no notará que nada de lo que hacía me afectaba. Escucho las puertas del elevador abrirse, observo una rubia salir y acercarse.—Bienvenida, ¿Le puedo ayudar en algo?—Tú, para nada. Alexander me espera. Camina hacia su oficina abriendo la puerta y cerrándola de un golpe. Observo a Helen y esta me mira asombrada.Su teléfono suena esta lo toma y rápidamente cuelga.—¿Qué?—Pidió que no lo interrumpieran.—¡No soporto esto más! —Musito molesta —. Si no me devuelve a mi puesto con Sara, juro que renunciaré . —Mantén la calma Tiara, seguro se cansará pronto y te devolverá a tu puesto."Eso espero"Vuelvo