Revisaba algunos documentos para poder despejar mi escritorio de ellos.Había pasado un fin de semana bastante agradable en compañía de Tiara, pero era tiempo de retomar todo el trabajo.La puerta de mi oficina se abre y al levantar la vista me encuentro con quién menos esperaba.—Naomi, ¿Qué haces aquí?—¿Así me recibes?Naomi es secretaria de finanzas y con la que me estuve acostando los últimos años. La conocí cuando recién Dante se hizo cargo de la empresa y empezamos a salir en plan sin compromiso.Me fui unos tres años y al regresar hace unos meses retomamos esa relación. Estuvo de vacaciones varias semanas y por lo que veo esas vacaciones han llegado a su fin.—Lo siento, no te esperaba.—Eso veo —Taconea hasta llegar y sentarse frente a mi escritorio —. ¿Por qué no respondías mis mensajes o llamadas?—Estado muy ocupado —En la cama de otra chica —. Naomi, creo que debemos hablar. Mi móvil empieza a sonar y lo escucho a lo lejos, recuerdo que hace un momento fui al baño.Me le
Alexander era un completo idiota. Creer que esto que teníamos estaba rumbo a algo fue la idiotez más grande que por mi cabeza pudo cruzar. Entrar a su oficina y escuchar esos gemidos venir de su baño basto para romper eso que creí que se estaba formando entre nosotros y abrir realmente los ojos. Agradezco a Sara por darme la tarde libre,me sentía completamente confundida y aturdida. Observo la ciudad fijamente mientras llevo a mi boca mi vaso tomando un sorbo del whisky que acabo de pedir.Necesitaba tranquilidad para pensar así que preferí apagar mi móvil y venir q tomarme unos tragos a un bar terraza de la ciudad.Observo el reloj y ya son casi las ocho, aún no estoy ebria pero me siento ya bastante aturdida así que pago la cuenta y salgo tomando un taxi en dirección a casa.Saco mi teléfono encendiéndolo, encontrándome con muchas llamadas perdidas de Helen y Alexander. Le marco a Helen y al segundo pitido lo toma.-Me tenías preocupada, ¿Estás bien?-Si, no te preocupes, ¿pued
Habían sido días difíciles. Alexander se estaba comportando como un verdadero idiota conmigo, tanto que había decidido que yo fuera su secretaria ahora para ver pasar día tras día una mujer diferente. Estaba apunto de renunciar por la forma tan inmadura que se estaba comportando, pero no iba darle el gusto de verme perder. Pese a todo sabía como comportarme fría y distante para que no notará que nada de lo que hacía me afectaba. Escucho las puertas del elevador abrirse, observo una rubia salir y acercarse.—Bienvenida, ¿Le puedo ayudar en algo?—Tú, para nada. Alexander me espera. Camina hacia su oficina abriendo la puerta y cerrándola de un golpe. Observo a Helen y esta me mira asombrada.Su teléfono suena esta lo toma y rápidamente cuelga.—¿Qué?—Pidió que no lo interrumpieran.—¡No soporto esto más! —Musito molesta —. Si no me devuelve a mi puesto con Sara, juro que renunciaré . —Mantén la calma Tiara, seguro se cansará pronto y te devolverá a tu puesto."Eso espero"Vuelvo
El viaje estaba siendo toda una maldita tortura para mi y eso que aún no habíamos llegado. Ver a Anthony muy cerca de Tiara me hacía hervir la sangre y perder todo control. Desde lo sucedido no nos habíamos dirigido la palabra en lo absoluto. Bastaba ver las miradas que me daba para saber que no quiere saber nada de mi. Me había comportado como un verdadero niñato con ella y debía solucionar las cosas, ya no soportaba su desprecio. Al llegar a la casa de campo de Zoe descansamos un poco para luego hacer un recorrido por sus alrededores. En el camino nos encontramos con un señor el cuál resulta ser el padre de Anthony, este nos presenta a todos . —Un gusto jóvenes, ¿Y esta bella señorita? —Ella es Tiara papá —Anthony la sujeta de la cintura haciéndome hervir de enojo —. Una amiga que quise nos acompañará para que conozca los naranjales , su familia tiene viñedos en Italia así que sabe un poco del trabajo de campo.—Así que es Italiana —Toma su mano y le deja un beso —. Benvenuta
Este viaje estaba resultando un poco incómodo por la actitud de Alexander. No disimulaba en ocultar su mal genio por esta Anthony cerca mío. —¿En qué tanto piensas? —La voz de Mikaela me saca de mis pensamientos —. Piensas en Alex, ¿Verdad?—¿Cómo lo sabes? —Bueno, la tensión entre ustedes es palpable cada vez que están en el mismo lugar —Sonríe —. Y se ve que se esta muriendo de celos por verte con Anthony.—Alexander es un idiota.—Los Ivanóv suelen serlo con bastante frecuencia—Acaricia mi mano —. Te he visto mirándolo y tus ojos gritan amor por él.—¿Eso vez? —Si, igualmente lo veo en sus ojos, Alex no suele ser muy abierto en sus asuntos. Es hasta más misterioso que Edrik en sus asuntos. —¿Edrik te ha pasado frente a ti a varias chicas para darte celos? —Niega —. Pues Alexander si lo hizo conmigo y eso fue el detonante de todo. —¿Sabes como empezó mi relación con Edrik? —Sonríe —. Fue una mentira producto de Zoe y termine conociendo un hombre muy diferente a lo que pensaba.
—Alex,Yo...—Lamento interrumpir chicos —Alex se gira viendo a su hermano —. Pero debemos irnos ya. —¿Qué sucede? —Maite esta grave y debemos regresar lo más pronto. Alexander toma mi mano, caminamos con él a la salida abordando una camioneta en dónde se encuentra Nicole y su novio.Llegamos al aeropuerto abordando el avión de la familia y despegando. Zoe luce bastante alterada, Mikaela se acerca tomando de sus brazos al pequeño y se sienta a mi lado. —¿Cómo estás? —Musita —. Después de todo lo sucedido allá.—Creo que bien, aunque un poco apenada.—Alex está enamorado de ti —Sonríe —. Ya es en vano que lo oculte. Observo a Alexander frente a nosotros conversando con Edrik, al darse cuenta que lo estoy observando me sonríe y me ruborizo.Al llegar al aeropuerto Mikaela y Edrik se ofrecen a ir con ellos, Zoe me entrega al pequeño Mijaíl y me pide vaya a casa con Alexander, Nicole y su novio. Al llegar a la mansión, Nicole y su novio se marchan dejándonos a solas. Observo al pequ
El fin de semana había pasado y por ende debíamos regresar a la oficina. Alex me acompañó a ir a casa a ducharme y cambiarme para luego ir a la empresa. Al llegar Braulio se estaciona en la entrada de la empresa y siento como los nervios empiezan a llegar. —¿Estás seguro de hacer esto?—Si, no quiero seguir escondiendo esto —Besa mi mano —. Si no se enteran aquí se enterarán por las revistas de chisme cuando empecemos a dejarnos ver en público. Tiene razón, de alguna manera se enterarán y es mejor que sea así a que sea por una revista de chisme. Asiento, me da un casto beso y toma mi mano ayudándome a bajar de la camioneta. Suspiro y caminamos entrando a la empresa. Muchas son las caras que nos miran con curiosidad y otras con asombro. Alexander mantiene la serenidad en su rostro mientras caminamos hacía el elevador; coloca su mano sobre mi cintura y deja un beso en mi cien mientras subimos al elevador. —Pasaré por ti para ir almorzar juntos.—De acuerdo.—Te amo —Me da un cast
Luisa se había encargado de contarle a toda la empresa sobre mi relación con Alexander, sobre el altercado con Zoe, pero sobre todo que mi nuevo puesto en la empresa era gracias a la relación con Alex y su familia.Por supuesto no hicieron falta los cotilleos por los pasillos, sin embargo ninguno se atrevía a preguntar o decir algo por temor a ser despedido. Había llegado a un acuerdo con Alexander, y es que mientras estuviéramos en la empresa nuestro trato sería estrictamente profesional, y solo estando afuera regresaríamos a nuestra relación. Había estado visitando mucho mi apartamento y los fines de semana la pasábamos en casa de su familia. Todo parecía mantenerse tranquilamente en su familia aún con esa demente suelta que esta enseñada en perjudicarlos. Termino de guardar en el armario la última pieza de ropa. Es domingo y Alexander me ayuda a hacer limpieza en el apartamento; mientras yo guardo ropa el termina de acomodar algunas cosas de la sala. Me tiro a mi cama completa