SAMAY

No entiendo que le sucede a ese imbécil, íbamos también, pensé que lo haríamos, pero de un momento a otro se apartó.

Es por eso que digo que debo eliminarlo, a mí no me conviene tener estas estúpidas dependencias, pero no puedo evitarlo, realmente Armin me gusta, me atrae y es normal, es mi mate aunque no lo quiera aceptar.

─Cuando piensas despertar a tu madre.

La voz de Sajira me detiene tiene la manita de la hija de Armin, el poder que emana la niña es increíble, será una especie verdaderamente impresionante, al verme la niña se esconde detrás de Sajira.

Me tiene miedo, y es mejor así, porque ganas de matarla no me faltan. Nadie puede ser más poderoso que yo.

─No es asunto tuyo, yo vere cuando lo hago, aunque no me conviene se te soy sincera.

trato de seguir mi camino, pero ella me detiene.

─ sabes que tu sangre podría traerla de vuelta, no seas tan egoísta Samay. es tu madre.

giro con la ira hirviendo por todo mi cuerpo

─ No tengo madre sabias, no me importa esa mujer, soy un