En los días que siguieron, parecía que las cosas hubieran mejorado un poco, Anuk ya no era tan hiriente con sus palabras, aunque mantenía la distancia.
Habían pasado dos semanas y no tenían noticias de Travos, aunque suponían que estaba tramando algo, Abel por fin pudo convencer a Anuk con ayuda de Kio de que él solo quería ser el encargado de la seguridad personal de la Luna de la manada, por lo que Anuk dejaba salir a Aysel al pueblo, con la tranquilidad que ningún lobo se acercaría a molestarla, fue precisamente en una de las salidas al pueblo con Abel cuando una alarma comenzó a sonar.
— Abel, ¿qué es eso? — Aysel miraba a su alrededor asustada, pero todos mantenían la calma, solo cerraban sus tiendas al tiempo que se dirigían hacia un mismo lugar.
— No se preocupe Luna, es solo el aviso de que nuestro Alpha impartirá justicia. — Un escalofrío subió por la espalda de Aysel.
Hizo el intento de querer tocarla, pero Yunuen apareció, ante todos se dejó ver, hasta ahora solo unos pocos la habían visto convertida en Bruja, pero ahora toda la tribu era testigo de aquello y no se le paso por alto que aun siendo Yunuen su espalda seguía sangrando.— ¡No te atrevas a tacarla Alpha!— los ojos de Yunuen nunca habían sido tan verdes, eran como el mismo jade con luz propia, estaba furiosa.— Yunuen, ¡deja que Aysel tome el control! — la desesperación flotaba en cada palabra, el Alpha tenía miedo, tanto que se podía oler en el aire.— Tu no nos das ordenes Anuk, ¿Acaso quieres herir aún más su cuerpo o su corazón? déjala ir con su familia, o la próxima vez que Travos aparezca será la última vez que veas a tu mate.Al tiempo que Anuk retrocedía con mied
Vidar corría seguido de Fenrir y Caos, dispuestos a llegar donde el resto de su familia aguardaba por ellos, la decisión estaba tomada, acudirían a los ancianos para que realizaran el rito de cambio de Mate y así liberarían a su nieta de tanto dolor y humillación a manos de su compañero, pero nada los preparo para lo que los estaba esperando, al llegar a la cabaña un tumulto de personas esperaban por ellos, a medida que se acercaban le fueron abriendo paso, y de ese modo pudieron llegar hasta donde la ninfa Xylon los aguardaba. — Aysel. – llamo a su nieta con voz dulce, la joven estaba agotada por todo lo vivido, por lo que había caído en los brazos acogedores de Morfeo. — Mmm — se quejó al ser despertada, pero pronto se despabilo y miro a su alrededor, ella conocía muy bien a las personas que estaban allí. — ¿Qué sucede? — pregunto aun confusa. — Luna, hemos venido por su perdón, no la hemos tratado como usted se merece y sabemos que merecemos
La noche cayó sobre la gran tribu, todos dormían, todos menos Anuk, que aún se encontraba en su despacho pensando en lo que había sucedido en el día, ya no contaba con el apoyo de la familia de Aysel, solo le quedaba acudir a los viejos libro que decoraban el gran despacho. Pero no encontraba mucho, por no decir nada, solo se hablaba de los cuatro originales, un lobo, un vampiro, una ninfa y una bruja, derrotado al ver que incluso los libros que estaban a su alcance no tenían información verdadera, ya que hacía unas horas se había enterado de que era una vampiro, eso también le llamo la atención, no se hablaba de vampiresa, decir un vampiro y Levana se había presentado de esa forma una vampiro. — ¿Por qué? — dejo salir la pregunta de sus labios, la lanzo al aire, nunca espero tener respuesta y mucho menos compañía. — ¿Por qué? ¿Que? – su primera reacción fue levantarse del sillón adoptando por una postura de ataque, pero al segundo fue noqueado, y
Luego de discutir gran parte de la mañana finalmente Levana advirtió que no dejaría a Aysel tomar el control si no traían a Calixto, una nueva era estaba comenzando donde las especies tendrían que coexistir, como hace miles de años lo habían hecho, en total armonía y con solo los cuatro esenciales para tomar decisiones, ya no serían necesarios los consejos, ni aquelarres, tampoco los clanes, solo los cuatro antiguos gobernarían, como siempre tuvo que ser. — Tendrías que dejar que nosotros… — Calixto solo me es fiel a mí, siempre lo fue, yo iré en su búsqueda, como él me ha buscado por mil años. — los vellos de Anuk se erizaban cada vez que ella hablaba de esa forma del vampiro, aun en su mente se repetían las palabras dichas por Calixto, él la amaba. Camino por el pueblo, y por primera vez desde que había puesto un pie en aquel lugar el Alpha iba a su lado, aunque fuera con la apariencia de Levana, aun así, era su mate, su aroma lo indicaba, podría cambiar mi
Desde ese día, Calixto convirtió la casona del Alpha en su nuevo hogar, un mes paso, donde Anuk sentía que estaba enloqueciendo, poco a poco. Aysel seguía compartiendo la recamara con él, pero colocaba una barrera invisible gracias al poder de Yunuen que no le permitía tocarla ni aun dormido. Anuk supo lo que era sufrir en silencio, si bien Aysel no hacia las cosas a propósito para lastimarlo, si lo hacía, ella se comportaba de manera cariñosa con todos, menos con él, lo peor era cuando Levana tomaba su cuerpo y caminaba recordando viejos tiempos con el vampiro, aunque a Calixto le agradaba la compañía de cualquiera de las dos, lo más raro era que Yunuen casi no se mostraba y cuando lo hacía solo eran por escasos segundo. Otra cosa que lo preocupaba era que Levana había pedido convertir gran parte del prado que estaba al lado del pueblo en un área para entrenar, una guerra se avecinaba y debían estar preparados, y así fue como todos pasaban gran parte del día entrenando, tan
Caminaron de regreso a su casa, mientras Aysel le pedía a Abel que reuniera a toda la tribu, necesitaba hablar con todos, era hora de hablar con la verdad. Al llegar a la plaza donde Aysel había sido azotada tiempo atrás, su pueblo ya esperaba por ella. Era muy temprano, los primeros rayos de sol se dejaban ver, pero su pueblo acudió a su llamado, pudo ver que entre ellos también estaba su familia, la tribu ya los conocía, Minerva, Vidar y Fenrir se encargaba de entrenar a la mayoría de ellos, al igual que Morías y Caos, sus padre, pero ahora se encontraba por primera vez en el pueblo Xylon, muy pocos la habían visto, las ninfas son seres solitarios, su conexión con la naturaleza las complacen de tal manera que no necesitan a nadie más, por lo que su gente pasaba sus ojos de su luna a la ninfa, era alguien digna de ver, ambas lo eran. — Mi querida manada, ya saben que dentro de mi habita Levana y Yunuen, pero hay alguien más, alguien que ha preferido ocultarse para n
Anuk no era rival para Minerva, la bruja era poderosa, trataba de guiar al Lobo, pero este no estaba concentrado en lo que sucedía en el claro, además que lo ponía nervioso como su gente lo veía ir a parar al suelo una y otra vez, con solo un movimiento de la bruja. —Creo que por hoy es suficiente Alpha. — dijo la bruja al ver que quedaría en ridículo el hombre si seguía arremetiendo contra ella. — No, aún no es suficiente. — respondió al tiempo que se ponía de pie y sacudía el polvo que lo cubría. — Anuk hazle caso a Minerva, o terminaras mal. El solo hecho de oír a Calixto no lo ayudaba, lo que Levana le dijo se repetía en su mente y en un momento de enfado el lobo se fue contra él, claro que el vampiro era más rápido, dio uno, dos, tres saltos y ya estaba demasiado lejos del joven Alpha, pero lo que nadie esperaba fuera que en ese momento Anuk manejara su magia, hizo un movimiento con sus manos y el vampiro estaba atrapado entre espinas y rosas, un
Luego de estar un tiempo recostados disfrutando del contacto de estar juntos una vez más, decidieron emprender el camino a la casona, estaban a mitad de camino, cuando el aullido de un lobo a la distancia los alerto de que algo sucedía en la manada.— Aysel… — Anuk miro a su compañera, pero en su lugar encontró a Yunuen, sus ojos verdes refulgían con enojo.— ¿Yunuen? — pregunto confundido.— Espero que tengas genes de semental MI Alpha, porque si le haces el amor a una deberás hacerlo con todas. — la bruja estaba celosa, era malo, pero no tan malo pensó Anuk.— Suprema, déjame resolver lo que sea que esté sucediendo en la manada y las atenderé como se merecen. — Los ojos de la bruja volvieron a la normalidad con la promesa del Alpha.— En ese caso… vamos a casa. — Yunuen solo chasqueo los dedos y tanto ella como Anuk se materializaron en medio del pueblo, donde una lucha se desataba.— ¡Mi media alma! — se oyó el reclamo de Travos y de un minuto a otro Yunuen estaba en los brazos de