Desde ese día, Calixto convirtió la casona del Alpha en su nuevo hogar, un mes paso, donde Anuk sentía que estaba enloqueciendo, poco a poco. Aysel seguía compartiendo la recamara con él, pero colocaba una barrera invisible gracias al poder de Yunuen que no le permitía tocarla ni aun dormido. Anuk supo lo que era sufrir en silencio, si bien Aysel no hacia las cosas a propósito para lastimarlo, si lo hacía, ella se comportaba de manera cariñosa con todos, menos con él, lo peor era cuando Levana tomaba su cuerpo y caminaba recordando viejos tiempos con el vampiro, aunque a Calixto le agradaba la compañía de cualquiera de las dos, lo más raro era que Yunuen casi no se mostraba y cuando lo hacía solo eran por escasos segundo.
Otra cosa que lo preocupaba era que Levana había pedido convertir gran parte del prado que estaba al lado del pueblo en un área para entrenar, una guerra se avecinaba y debían estar preparados, y así fue como todos pasaban gran parte del día entrenando, tan
Caminaron de regreso a su casa, mientras Aysel le pedía a Abel que reuniera a toda la tribu, necesitaba hablar con todos, era hora de hablar con la verdad. Al llegar a la plaza donde Aysel había sido azotada tiempo atrás, su pueblo ya esperaba por ella. Era muy temprano, los primeros rayos de sol se dejaban ver, pero su pueblo acudió a su llamado, pudo ver que entre ellos también estaba su familia, la tribu ya los conocía, Minerva, Vidar y Fenrir se encargaba de entrenar a la mayoría de ellos, al igual que Morías y Caos, sus padre, pero ahora se encontraba por primera vez en el pueblo Xylon, muy pocos la habían visto, las ninfas son seres solitarios, su conexión con la naturaleza las complacen de tal manera que no necesitan a nadie más, por lo que su gente pasaba sus ojos de su luna a la ninfa, era alguien digna de ver, ambas lo eran. — Mi querida manada, ya saben que dentro de mi habita Levana y Yunuen, pero hay alguien más, alguien que ha preferido ocultarse para n
Anuk no era rival para Minerva, la bruja era poderosa, trataba de guiar al Lobo, pero este no estaba concentrado en lo que sucedía en el claro, además que lo ponía nervioso como su gente lo veía ir a parar al suelo una y otra vez, con solo un movimiento de la bruja. —Creo que por hoy es suficiente Alpha. — dijo la bruja al ver que quedaría en ridículo el hombre si seguía arremetiendo contra ella. — No, aún no es suficiente. — respondió al tiempo que se ponía de pie y sacudía el polvo que lo cubría. — Anuk hazle caso a Minerva, o terminaras mal. El solo hecho de oír a Calixto no lo ayudaba, lo que Levana le dijo se repetía en su mente y en un momento de enfado el lobo se fue contra él, claro que el vampiro era más rápido, dio uno, dos, tres saltos y ya estaba demasiado lejos del joven Alpha, pero lo que nadie esperaba fuera que en ese momento Anuk manejara su magia, hizo un movimiento con sus manos y el vampiro estaba atrapado entre espinas y rosas, un
Luego de estar un tiempo recostados disfrutando del contacto de estar juntos una vez más, decidieron emprender el camino a la casona, estaban a mitad de camino, cuando el aullido de un lobo a la distancia los alerto de que algo sucedía en la manada.— Aysel… — Anuk miro a su compañera, pero en su lugar encontró a Yunuen, sus ojos verdes refulgían con enojo.— ¿Yunuen? — pregunto confundido.— Espero que tengas genes de semental MI Alpha, porque si le haces el amor a una deberás hacerlo con todas. — la bruja estaba celosa, era malo, pero no tan malo pensó Anuk.— Suprema, déjame resolver lo que sea que esté sucediendo en la manada y las atenderé como se merecen. — Los ojos de la bruja volvieron a la normalidad con la promesa del Alpha.— En ese caso… vamos a casa. — Yunuen solo chasqueo los dedos y tanto ella como Anuk se materializaron en medio del pueblo, donde una lucha se desataba.— ¡Mi media alma! — se oyó el reclamo de Travos y de un minuto a otro Yunuen estaba en los brazos de
Un mes paso desde ese enfrentamiento, el lobo se encontraba dando vueltas en su despacho, inquieto, molesto, se sentía como un animal atrapado, mientras Levana lo observaba con preocupación. — Alpha… — lo llamo por quinta vez desde que se encontraban allí. — No lo intentes Levana, no me importa cuál de ustedes lo pida, ya me cansé. — cortó a la vampiro casi gritándole. — No entiendo que es lo que temes, ya te dejaron en claro que son tuyas, creí que como ya aceptabas a Calixto recibir a Travos en tus tierras no era problema. — Tú y Calixto nunca fueron pareja y por más que el vampiro moleste tu mantienes la distancia, pero Yunuen y Travos fueron parejas y aun cuando ha vuelto a ser un brujo blanco siento el deseo correr por su cuerpo cada vez que te ve a ti o a las demás. — claro que lo sentía, el Alpha olía a kilómetros el deseo sexual que Travos trasmitía cada vez que veía a su luna. — Me canse de todo esto ¡ya no lo soporto! — era la primera vez que Levana gritaba y más que m
¿Podría el Alpha cansarse de hacerle el amor a su compañera? jamás, Anuk se sentía en el mismo paraíso, no sentía hambre o cansancio, a decir verdad se sentía mejor que nunca, desconociendo absolutamente todo lo que ocurría afuera en sus tierras, donde lobos, brujos y vampiros trataban de coexistir, cada vez llegaban más y más seres en busca de la luna Banca, de la gran vampiro dadora de almas o de la magnífica suprema, eran muchos los que tenían el corazón roto y ante la negativa de Calixto, Travos y Abel, donde explicaban que su señora no podría atenderlos por unos días, todos y cada uno explotaban enfurecidos, un corazón roto puede rápidamente convertirse en un corazón oscuro, la traición y el desprecio nos llevan a sacar lo peor de nosotros y ellos lo estaban demostrando, Minerva y Xylon daban lo mejor de ellas conteniéndolos, mientras los hombres presentaban batalla tratando de no matar a nadie en el camino. En esta coacción Anuk cumplió con su objetivo, pudo llevar la bandeja
Anuk abrió los ojos gracias a la molesta luz del sol que entraba por la ventana de la habitación, le basto con dar un vistazo a su alrededor para saber que estaba solo en el cuarto y agudizando su oído, fue entonces cuando pudo escuchar a Levana en la parte inferior de la casona, para ser más precisos en la sala, ¿Qué era lo que hacía su vampira lejos de él en época de celo?, el dolor y furia recorrido su sistema circulatorio por partes iguales, quizás ella no deseaba estar a su lado, sería lo más lógico, su vampiro podía enamorarse y él no había hecho nada para que ella se fijara en él, por un momento el dolor de pensar que su luna cambiante tuviera ganas de pasar el celo o calentura con otro hombre que no fuera él lo hirió, el gran Alpha sentía como su corazón se rompía. Tomo la parte baja de su pijama y decidido a liberar a su hermosa luna de su condena descendió a la sala, donde Levana se encontraba, sentada mirando el amanecer, se la observaba tan bella, tan diferente, ya no ves
La vida en la manada Vanagandr jamás volvería a ser la misma, día tras día llegaban a sus tierras todo tipo de seres mágicos, buscando consuelo, pero también problemas, Anuk trataba con los que llegaban buscando problemas, mientras Aysel lidiaba con los demás que acudían a ella por ayuda, pero algo no marchaba bien, y el Alpha no era el único que estaba preocupado.— ¿Cómo puede ser posible que no sepas lo que le sucede a tu nieta Minerva? — hacia dos meses que Anuk no se mostraba tan ansioso o molesto como lo estaba en este momento.— No lo sé, y no puedo usar mi magia en ella, Yunuen la protege.— Pero ¿de qué? ¿acaso siente que está en peligro? — los niveles de ansiedad del lobo estaban más que elevados, en los últimos días su luna no había tenido apetito y sus otras lunas no se mostraban ante él.— ¿Por qué no hablas con ella?— Lo intente, lo juro, pero no resulto nada bien de eso. — la cara de terror que puso Anuk solo estreso más a la bruja.— ¿A qué te refieres?— Anoche le pr
Aysel abrió sus ojos al tiempo que Kasumi la encadenaba al suelo, sus ojos conectaron por un segundo, fue allí donde Aysel comprendido que su amigo había sido corrompido, como lo fue una vez Levana y Yunuen, un falso amor que se convierte en obsesión, algo que no es sano y mucho menos natural, ella se había enamorado de una ilusión por soledad, de la gentileza del único humano que la había tratado bien, y él se había enamorado de lo prohibido, lo único que no debería desear, algo que lo atraía mas no amaba. — Kasumi, ¿es así como amas? — esos ojos rasgados que tanto había visto y soñado con que la observaran con amor, ahora la veía como si ella fuera un trofeo, algo que ganar o en este caso arrebatar. — Aysel, es necesario, una vez que matemos esas cosas en tu interior, podremos ser tú y yo, por siempre. — ¿Qué es lo que me harán? tengo miedo Kasumi, estoy cansada de que me lastimen. — ser humano era bueno, y más cuando se debía manipular y mentir, el humano era el mejor para ello,