POV Brad
Y aquí estoy yo, como un imbécil, sentado en la barra, viendo a la mujer que es mi secretaria y de la cual me he enamorado como un idiota, salir del bar abrazada a otro hombre, mientras su exesposo, en la mesa, se toma toda la botella de whiskey y los observa salir tal y como yo lo hago. Como un perdedor.
Creí que yo era un gran idiota por no decidirme a acercarme a ella y enamorarla, tal como me sugiere Alexander cada día que me ve, pero ¿cómo hacerlo luego de verla con el capitán de la policía? Parece que la hace feliz, lo reconozco, se nota en su mirada expresiva al verlo o en esas sugerentes llamadas que tienen y hacen crecer mi envidia. Porque la quiero para mí, la quiero mía, sólo a ella.
Miro hacia la mesa, donde está mi tío discutiendo e intentando tranquilizas al gran Ethan Baker. Él la dejó ir, la perdió y ahora
—¿De verdad no te puedes quedar un rato más? —murmura sobre mi clavícula y acaricio su cabello corto.—No. El vuelo sale en unas cuantas horas y apenas tendré tiempo para ir a mi apartamento por mi maleta.—Siempre puedes tomar algo de mi ropa. Te queda muy bien.Rio y jalo su cabello para obligarlo a mirarme.—Sobre todo si desaparecerá de mi cuerpo en menos de cinco minutos.Sonríe y se acerca a besarme una vez más.Me levanté temprano para dejarle el desayuno listo antes de irme, pero no alcancé a entrar a su cocina, cuando ya lo tenía sobre mí arrancando su camiseta de mi cuerpo y arrojándome a su sofá. Una hora después, aún estoy aquí, sin ánimos de querer levantarme gracias a lo satisfecha y cómoda que me siento, con él aún sobre mi cuerpo.Justo ahora, empiezo
Verifico que a mi cabello no se le haya salido ni una sola hebra colorada de cabello y acaricio mi cola de cabello antes de colocar mis gafas de sol. Tomo mi bolso de playa donde también guardo el IPad con el que trabajaré, mi libreta y bolígrafo. Soy consciente de que he venido a trabajar y que la diversión será después.Quizás esta tarde.Escucho un golpe a la puerta y sonrío con mi corazón dando pequeños y peculiares saltos que no logro dominar. Es bastante puntual y sé que con él no podré apreciar esos diez minutos que suelo disfrutar adrede. Le doy una última mirada a mi ropa y asiento conforme mientras tomo mi sombrero para el sol. Lo malo de una piel tan blanca como la mía es lo delicada que es.—Buenos días, jefe —saludo, una vez abro.¿Será bueno ese cosquilleo en mi vientre al ver la apreciación en sus
—No puedo creer que Jazz le haya dicho eso —se burla Sarah y rio junto a ella—. Ustedes son tal para cual.La cara de Brad cuando lo llamó crío, fue épica. Sentí algo de pesar y rabia en un principio, pero al recordar quién estaba en medio nuestro en ese momento, y estoy hablando en sentido literal, lo dejé pasar y dediqué mi atención hacia mi amigo.—Fue divertido volver a verlo.—Así que, ¿estás esperando a que tu jefe haga alguna movida?—¿Crees que estoy loca por hacer eso? —pregunto tratando de que me ayude a tener algo de cordura. Se supone que ella es la sensata del grupo—. Al parecer el sol me está afectando las neuronas.—No pienso darte mi opinión. Sólo deja que tu corazón te dirija en esta ocasión. No pierdes nada con intentar.
POV Brad—Gracias por cenar conmigo —murmura ella, sin dejar de jugar con la comida y sin probar un solo bocado.Siempre hace eso cuando está nerviosa y quiere algo. Su comportamiento es tímido y dulce, como la niña que me gustó en la secundaria, susurra sus palabras para provocar un acercamiento y saca a relucir su fragilidad manipuladora. Me costó aprender, pero para entonces ya era tarde. Cuando tuve que irme a la universidad intentó convencerme de que estudiara cerca de casa, cuando lo único que deseaba y necesitaba era alejarme y tomar aire. Nueva York fue una gran experiencia lejos de su control y su fragilidad. Creo que, si no hubiera quedado embarazada en una de mis vacaciones, desde hace mucho tiempo lo nuestro habría terminado.—No es nada. Ya tengo que irme a descansar. Mañana debemos solucionar todo este lío con esos idiotas que retrasan nuestro t
Salgo de mi habitación luego de verificar mi imagen, esperando estar lo mejor presentable posible que se puede estar con un pantalón corto de jean, una blusa blanca casi transparente, unas sandalias sin tacón, mi bolso playero con lo necesario, empezando por el bronceador, y mi sombrero para el sol. Sé que soy una exagerada, pero la idea es broncearme, no quemarme cual camarón.Oprimo el botón en repetidas ocasiones para llamar el elevador y muevo mi pie, algo nerviosa. O mucho. No puedo creer que me esté comportando de esta manera, pero muero, muero, muero, por saber lo que Jazz le ha dicho a Brad anoche.Conociendo a mi ex, alguna estupidez ha hecho.Las puertas se abren y sonrío al ver al niño de ayer junto a un hombre muy parecido a él. Será un chico muy guapo cuando crezca, tal y como el que parece ser su padre. Me abre el paso, ensanchando una socarrona sonrisa tan… inocent
Al final de cuentas, tuvimos que quedarnos tres días más. Brad despidió a los dos modelos vagos y poco profesionales esa misma tarde y, ahora, a los pobres ilusos que viven en una esfera de cristal, les tocará pagar una cuantiosa indemnización. Ya veo la mano de Alexander Collins metida en eso. Un despiadado y candente hombre que, con un gruñido, pone a suspirar a las féminas necesitadas y no necesitadas.Han sido unos días bastante estresantes donde he tenido que esquivar a mi sexy jefe en bañador. He preferido quedarme todo el tiempo junto a Jazz, lo que no le ha gustado mucho a Brad y nos lo ha hecho saber abiertamente.Jazz sólo se burla de mí, pero no hay mucho que pueda hacer.Bien.Sí puedo, pero esto no es posible.Jim es seis años mayor que yo y eso sí se siente correcto y, a pesar de que Sarah me diga que sólo me estoy dejando llevar p
*Ábreme. Sé que estás allí. *Ruedo los ojos, pero, aun así, me levanto con mucha lentitud de mi cómoda cama para abrirle la puerta a mi rubia a pesar de que la odio un poco en este día por haberme despertado de mi flamante sueño con sus desesperantes golpes e incesantes llamadas. Mi cabeza se siente estallar y desearía estar sola en este momento. No sé por qué me siento tan mal con respecto a Brad y a Jim. Ambos me estuvieron llamando y enviando mensajes durante toda la noche, donde sólo bebí y vi películas en la comodidad de mi cama, pero no me siento de ánimos para enfrentarlos aún. Ni siquiera sé qué es lo que debo decir, si no tengo una relación real con ninguno. Jim, por un lado, sabe perfectamente que lo nuestro es algo meramente sexual y sin compromiso; pero con Brad, es con quien tengo mis más fuertes dudas. Fueron s&oac
“Te besé.Y no son normales las ganas que tengo de volver a hacerlo, de echar abajo la puerta de tu habitación y no dejarte escapar otra vez. De sujetar tu pequeña cintura, pegarte a mi cuerpo y devorar esos labios de diosa hasta saciarme. Aunque, en realidad, no creo que eso llegue a suceder.Saciarme, quiero decir.Nunca había deseado enamorarme o anhelar a una persona, siquiera. Siempre creí que mi vida implicaría atarme a una persona a la que no amaba. Así fue hasta que cierta pelirroja a la que le encanta tentarme con sus «sutiles» movimientos, apareció frente a mí.Necesito que me conozcas, que sepas quién soy y que decidas elegirme como una buena opción para ti. Como tu mejor opción.Mi nombre es Bradford Hudson, tengo veintiocho años, soy publicista de profesión, el menor de dos