—Jenny está sola y embarazada, ¿qué tiene de malo que la ayude? —respondió Miguel con indiferencia.Jenny le había salvado la vida una vez, así que era natural que él la ayudara ahora que estaba en problemas. En cambio, Laura siempre le reprochaba su ayuda a Jenny. Su mezquindad la hacía un ser desagradable.Laura, al ver su actitud despreocupada, supo que no tenía caso alguno seguir hablando. ¡Nadie puede despertar a quien se hace el dormido!—Solo tienes que ir conmigo a tramitar el divorcio, después puedes ayudarla o casarte con ella, simplemente lo que quieras —dijo ella. Se iría sin nada, les dejaría el camino libre. En ese círculo social no encontrarían otra mujer tan comprensiva como ella; Miguel debería estar feliz.Miguel la miró con una sonrisa siniestra.—Laura...En ese momento, sonó el teléfono interrumpiendo sus palabras.Laura observó su rostro y sonrió levemente.—Es tu cuñada, contesta.Ella sabía muy bien lo ansioso que se ponía Miguel por Jenny. Contestaba sus llamad
Miguel preocupado se masajeaba las sienes mientras su mirada se desviaba de manera inevitable hacia Laura, quien estaba a su lado.No podía entender por qué su abuelo mostraba tanta preferencia por ella.¡Le había entregado las acciones de Nexus sin pensarlo dos veces, e incluso las reliquias familiares de los Soto!Laura no era más que simplemente una mujer manipuladora y cruel, ¿qué tenía de especial?—Estoy por llegar al hospital, hay cosas que necesitamos discutir en persona —hizo una pausa y agregó—: Laura viene conmigo.Al escuchar que Laura también estaría presente, el tono de Emiliano se suavizó de inmediato. —Bien, los esperaré.Después de colgar, Miguel respiró profundo.¡La repentina decisión de Emiliano de enviar a Jenny al extranjero seguro escondía algo más!Si llegaba a descubrir que Laura estaba tramando algo a sus espaldas, ¡no tendría piedad!Pronto, el auto se detuvo frente al hospital.Miguel ayudó a Laura a bajar, sujetándola con fuerza del brazo.—Miguel, ¡suéltam
La voz de Santiago sonaba suave.Laura se quedó perpleja por un instante. —¿Qué pruebas? —preguntó.¿Serían pruebas sobre el accidente de Jenny?¡Pero ella no le había contado a nadie sobre eso!¡Ni siquiera Patricia lo sabía!—Las pruebas del accidente de tu cuñada.La mente de Laura explotó a mil.¡Realmente era sobre eso!¿Cómo se había enterado Santiago de esto?—No te preocupes por esto, las pruebas se obtuvieron por medios legales —se apresuró a explicar Santiago, que conocía bien a Laura. Por supuesto, se guardó los detalles de cómo las había conseguido.—Ahora tengo un asunto urgente que atender, ¿podría contactarte después? —Laura sabía muy bien que incluso si le mostraba las pruebas a Miguel en ese momento, él no creería que Jenny fuera la responsable, solo la acusaría de falsificarlas.El favoritismo de Miguel no era nada nuevo para ella.—Está bien, esperaré atento tu llamada —respondió Santiago con amabilidad, sin indagar sobre el asunto urgente.Laura sostenía temblorosa
Laura contestó alegremente. —¡De acuerdo!Emiliano se marchó satisfecho.No le importaba lo que hiciera Miguel, mientras Laura estuviera contenta.Cuando Emiliano salió de la habitación, Jenny de inmediato le hizo señas a Miguel. —Miguel, sal un momento, ¡quiero tener una charla íntima de hermanas con Laura!Miguel estaba a punto de hablar cuando Laura lo interrumpió. —No te vayas, quédate como testigo.Jenny era muy astuta, y si después negaba que Laura se había disculpado, Miguel volvería a darle problemas.La mirada sombría de Miguel se posó justo en su linda cara.¿Qué pretendía esa mujer?Laura se acomodó un poco el cabello detrás de la oreja y caminó elegantemente hasta la cama de Jenny. La miró desde arriba y, con una ligera mueca en los labios, dijo: —Lo siento mucho.Antes de entrar, pensó que sería difícil pronunciar esas palabras, pero la verdad, resultó ser más fácil de lo que esperaba.Bastó con abrir la boca y ya está.Jenny sorprendida levantó la cabeza para mirarla. Su
—Laura, estoy embarazada. Tienes que divorciarte de Miguel lo antes posible. ¿No te da lástima que mi hijo nazca sin padre? —la voz llorosa de la mujer resonaba por el teléfono.Laura se masajeó las sienes y respondió con frialdad:— Si hay algo más que quieras decir, dilo pues rápido, estoy grabando todo. Esto me servirá para sacarle más dinero a Miguel en el divorcio.—¡Zorra de mierda! ¡Me estabas grabando! —gritó la otra antes de colgar.Mientras escuchaba el tono de línea muerta, Laura bajó instintiva la mirada hacia su prueba de embarazo positiva. Las palabras "4 semanas de gestación" parecían brillar con cruel ironía.Había planeado contarle a Miguel sobre el embarazo esa noche, pero ahora... esto ya no tenía caso. Este bebé llegaba en el peor momento de su vida, pero sería su salvación.*Al regresar del trabajo, apenas cruzó la puerta cuando Sandra salió a recibirla.—Señora, ya preparé todos los ingredientes según el menú que me dio esta mañana. En cuanto se cambie puede empe
Laura miró al hombre que hablaba, Luis Uribe, el amigo de infancia de Miguel. Los Uribe eran una familia pudiente en Santa Clara. Luis siempre la había menospreciado por sus orígenes humildes, pero irónicamente, este arrogante hijo de familia rica no era más que un estúpido títere en manos de Jenny, quien lo usaba de manera constante contra Laura.Pensando en esto, Laura esbozó una sonrisa sutil y con voz suave dijo:—Esa Jenny de la que hablas es la esposa del hermano de Miguel. Si alguien más te escuchara hablar así, podrían malinterpretar que hay algo indebido entre ustedes.Si Luis quería provocarla con comentarios desagradables, ella no tenía por qué guardarse nada en lo absoluto.Aunque amaba profundamente a Miguel, no se había rebajado tanto como para aguantar insultos de sus amigos.Jenny, que hasta ese momento estaba de buen humor, apretó los puños con rabia al escuchar el comentario de Laura, mientras una expresión de furia atravesaba su rostro."¡Maldita Laura!", pensó.A pe
—¿No decías que alguien quería matarte? Solo llamaba para ver si ya estabas muerta —dijo el hombre con tono burlón.Laura apretó instintivamente el teléfono y respondió con crudeza palabra por palabra:—Tengo la mala costumbre de que nunca me pasa nada malo.Colgó y bloqueó el número.*Mientras tanto, en la habitación VIP del hospital Nexus Corp., Jenny estaba postrada en la cama con una palidez enfermiza, aparentando una fragilidad tal que parecía que un soplo de viento podría llevársela.Miguel sostenía su teléfono con expresión sombría.Jenny, nerviosa, preguntó con cautela:—Miguel, ¿Laura está... bien?Miguel guardó cauteloso el celular:—Ya se encuentra bastante mejor.Jenny maldijo internamente a Laura y dijo con voz dulce:—Deberías volver con ella. Aquí están los médicos y enfermeras, no te preocupes por mí.Miguel respondió indiferente:—Duérmete, me quedaré contigo esta noche.Jenny se alegró en secreto, pero fingió cierta preocupación:—Si no regresas esta noche, Laura seg
—¿Tuvo en serio un accidente? —Miguel miró con sus profundos ojos negros a Patricia.Recordó de repente la llamada de Laura de anoche.Si fuera verdad...En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y Laura entró con un aire sombrío y distante.Jenny, al verla, mostró un destello de malicia en sus ojos que rápidamente ocultó:—Acabo de enterarme de tu accidente. Ven, déjame ver dónde estás herida, ¿es grave? —fingiendo preocupación.La mirada de Miguel se tornó perspicaz.Así que Laura y su amiga se habían unido para engañarlo.Laura se acercó y puso a Patricia detrás de ella:—Vuelve a casa, yo me encargo de esto.Patricia respondió apresurada:—Juro que no le hice nada, ¡ella se golpeó sola!Laura la interrumpió:—Lo sé, ahora vete.No estaba segura de la actitud de Miguel, y que Patricia se quedara no ayudaría en nada.Patricia se mordió el labio y salió con los ojos llorosos.Mario miró a Miguel y también abandonó la habitación.Pronto quedaron solo los tres.Laura se acercó