Gloria miró a Hilario incrédula durante un rato. Después, bajó la cabeza sin expresión y dijo: "Señor Carter, entonces no te pondré las cosas difíciles".

"Gloria, no te pongas así. No tengo opción. No me culpes", respondió Hilario mientras sacaba su billetera y le entregaba un fajo de billetes. "Toma esto, para que compres comida y ropa para ti".

Gloria se quedó ahí y no tomó el dinero en absoluto.

Hilario agarró la mano de Gloria y le metió el dinero en la mano. Él dijo: "Gloria, deja de actuar así y aprende a aceptar la amabilidad de los demás. No seas tan terca como antes".

Gloria miró el dinero en su mano y sintió cómo su corazón se apretaba.

"Soy una chica de compañía, ¡pero no quiero el dinero de tu familia!", exclamó Gloria con la voz entrecortada. Arrojó el dinero al aire, y los billetes se esparcieron por todo el elevador.

"Además, ya no eres mi hermano".

El elevador regresó al piso inicial. Cuando las puertas se abrieron, Gloria ignoró a Hilario y salió apresurada, pero él v