Tiene razón, es complicado matar a alguien que quieres y no sufrir por muy cruel que uno sea, la muestra de ello es el señor Cassano. Él se mostró tan frío y temible mientras entraba al casino que no parece el hombre que lloró y caminó de un lado al otro desesperado porque su hija realmente estaba muerta.
Posiblemente, él quería que yo fuera su hija y así, terminar con la búsqueda de su pequeña, que tan débil lo hace. Porque con su hija, no es el jefe y rey de la mafia Cassano, si no, un padre que iría al mismo infierno por tener a su hija.— El amor nos hace débiles. — susurro recordando las palabras de los gemelos.— Son sabias las personas que han cerrado su corazón al amor, porque entonces, no tendrán debilidades y podrán alcanzar muchos logros. Aunque el precio es alto, porque viven en oscuridad, no tienen debilidades queMe desarmo por completo, ni siquiera el llanto que he dejado salir desde que supe de mi embarazo y todo el maltrato después de ello, son algo en comparación ahora que estoy siendo consolada por alguien que parece ser mi familia.En estos momentos, no solo estoy siendo consolada, si no que, estoy recibiendo el abrazo de un familiar mío. La chica que ha crecido en compañía de la soledad y la desgracia, ahora está siendo consolada por alguien que es mi familia.— No estoy sola, realmente no estoy sola. — digo en medio de mi llanto.— Marcela, ya nunca más lo estarás. — dice mi hermano sintiéndome más pequeña de lo que ya soy.— Señora, debe calmarse un poco o podría hacerle daño al bebé.Un golpe se escucha y mi hermano se aleja intentado tocar su espalda, aturdida, veo la mano de mi padre alejarse de la espalda de Óscar
Dos semanas despuésIrme con el señor Cassano fue la mejor decisión que pude tomar. Aquí, no solo tengo cenas familiares divertidas con Anne y Oscar, si no que, puedo entrenar con ayuda de mi hermano, aunque mi madre lo regañe por enseñarme cosas peligrosas.Mi padre… él sigue siendo frio y distante, pero, al menos no me rechaza cuando le entrego algo o le pregunto por su vida. desde que el señor Cassano se marchó para ver la tumba de su hija, no lo he vuelto a ver, pero, mi padre ha viajado mucho para estar a su lado, así que, me imagino que está asimilando la muerte de su hija.— Marcela, mi padre quiere hablar contigo. — dice Óscar corriendo hacia nosotras que estamos tejiendo, aunque las dos somos terribles.— ¿Qué dices? ¿No se supone que no está en la isla?— Es verdad, esta con el señor Cassano y no se e
Bajo los cuidados de todos, me marcho de la isla sabiendo que debo ayudar en todo lo que pueda al señor Cassano ahora que tiene que enfrentarse a la pérdida de su hija. Por eso, aunque sonrío mucho por las ocurrencias de mi hermano, pienso en como reconfortar al señor Cassano.Por eso, cuando llegamos a nuestro destino y veo a mi padre entre los hombres esperándome, no me siento nerviosa, si no, segura de lo que voy a hacer.— Pensé que estarías al cuidado del señor Cassano.— Bueno, eres importante para mi jefe, así que…— Di que te preocupaba que algo le pasara a tu hija, padre. Deja de ser tan evasivo con lo que sientes. — dice Óscar ganándose una mirada molesta de su padre.— Aquí estoy, todo lo que pueda hacer por el señor Cassano, lo haré.Mi padre asiente y con dos hombres fuertes escoltándome, los dem&aacu
Las palabras del señor Cassano me toman por sorpresa, ya que, no esperaba que fuera capaz de dar una orden tan firme cuando hace poco se veía tan destrozado y no soy la única, porque incluso mi padre se sorprende.— Vaya, parece que Marcela tiene muchas personas protegiéndola. — dice Nick.— Hermano, creo que hay nuevos chicos en medio de sus piernas.— Marcela, ¿fuiste capaz de tener al señor Cassano a tus pies? — pregunta Noah y nuevamente el rostro de Noah es golpeado, pero esta vez no es solo una persona, si no, dos.Mi padre y el señor Cassano coinciden en golpear al mismo hombre, al punto que retrocede aturdido mientras de su boca y sus mejillas sale sangre.— Di otra cosa más y te mato a golpes.— No lo puedo creer. No están bromeando con defender a Marcela. — dice Nick.— Si han venido para causarme daño lamento
‘¿Cómo pudiste ser tan tonta de olvidar que ellos siguen presentes? El señor Cassano me estaba protegiendo bien, así no podían ver mi vientre poco abultado, así que, ¿Por qué razón me moví?’ me pregunto mentalmente.La mirada de ambos me angustia, sus expresiones parecen un poema difícil de entender porque hay tantas emociones que no se puede entender la emoción más importante que podría generar.— Aléjense de mí — digo con voz fría.— ¿Estás segura que podrás ocultarte como si nada, Marcela?— ¿Quién te dijo que me oculto, Nick? Ustedes ya no son personas temibles para mí, son crueles, pero, a diferencia de antes, ya no pueden dañarme, no se los voy a permitir. — digo con seriedad.Ellos intentan acerca mi mano a mi vientre, pero, antes de hacerlo dos
Mi corazón late frenéticamente, porque me expuse a un riesgo bastante grande al tenerlos tan cerca, pero, necesitaba hacer algo para impedir mi muerte inminente, por lo que, me dejo caer en los brazos del hombre que me abraza, mientras intento respirar con normalidad.— Señora, por favor, no se enferme o el señor Cassano y el señor Leonardi nos va a matar. — dice el chico con nerviosismo, mientras las luces del ascensor se cierran.— Estoy bien, solo dame un segundo. — susurro angustiada.El ascensor baja cada vez más, hasta finalmente abrir sus puertas con cuatro personas abriendo sus ojos sorprendidos cuando me ven hiperventilando.— ¡Marcela! — gritan todos causando que salte un poco por el susto que acaban de darme.— Van a hacer que me dé un infarto. — digo y la primera que me toma del brazo y me saca del ascensor es Anne, para revisarme completamente,
Los Thompson no son enemigos fáciles de lidiar, por eso, tener el apoyo del señor Cassano es lo mejor tanto para mi bebé como para mí, pero, no quiero que él solo finja que todo está bien y me dé algo que no era para mí.Prefiero verlo luchar por hacer crecer su patrimonio y sanar viviendo bien en memoria de mi mejor amiga. Por lo que, rechazo su oferta aunque sé cuánto me haría bien al tenerla.— Oh, Marcela. — susurra él.— Tiene muchas cosas reprimidas, duró muchos años buscando a su hija y no podrá abrazarla. Así que, si desea abrazarla, puede abrazarme. Hanna me abrazó muchas veces incluso cuando no lo necesitaba, que estoy segura que aunque han pasado tantos años, su aroma sigue en mí.>> Así que, puede abrazarme cuando la extrañé y yo pensaré en ella y todo lo que me dijo cu
Con unos cuantos contactos de Oscar, regresamos a la isla, donde realmente me siento en casa. Agotada, me acuesto en la cama donde los ojos se me cierran del agotamiento, pero, no soy capaz de dormir.Las palabras de los gemelos me afectan al igual que la duda que ha surgido en ellos sobre mi embarazo. Por eso, temo lo peor. Porque no sé cómo podrían actuar después de ello y debo prepararme para eso.Mi cuerpo está agotado, pero, mi mente tiene mucha energía para sobre pensar y tal parece que no es el único con energía, porque mi vientre se mueve mucho causando que por mucho que me sienta agotada, no sea capaz de descansar.— Marcela, debes comer. — dice Anne— No creo que mi estomago esté listo para comer. — susurro sin abrir mis ojos.— Fue un viaje complicado, pero, es necesario que te alimentes por el bien del bebé y tuyo también.— No te