El camino se volvió de piedra y Hiz vio un edificio estilo antiguo de alrededor de cinco pisos. Estaba rodeado por un gran jardín que dos jardineros cuidaban en ese momento.
—Voy a necesitar que hagas algo —pidió Dober con rostro serio.
Ella se sintió algo nerviosa e irguió su espalda.
—Necesito que pienses que tu infinito desaparece de tu cuello y solo quedan las dos plumas.
—¿Es eso posible? —inquirió ella con escepticismo.
—Yo lo hago, recuerda que somos las únicas dos personas del planeta que tienen la misma marca. —Dober rodó su torso y Hiz vio la marca en su cuello de cerca. Por un momento apareció el Infinito de Dober y después desapareció, dejando las dos plumas—. Si yo puedo hacerlo, tú también.
Hiz inspiró hondo y después cerró sus ojos para concentrarse e intentar ha
Dober llevó a Hiz al ala norte de la Casa Principal, donde le informó que era la zona exclusiva donde los Mandos vivían.A ella le pareció tan enorme la casa que creyó perderse si no la acompañaban. ¿Podría algún día aprenderse todos los pasillos de la casa?Dober tenía toda esa zona de la casa para él, con sirvientes que se turnaban de noche y de día para atenderlo en todo lo que él pidiera; bueno, y ahora también ella. Lo más sorprendente es que la Casa Principal no era el lugar favorito de Dober y, según él, le impacientaba estar allí: él tenía muchas más propiedades, que, según él, eran mucho mejor que la Casa Principal.—Siempre está llena de gente que me dice qué hacer, es una molestia, una piedra en el zapato —le comentó.Si su padre fue Mando Mayor y
El Mando Mayor, con nombre de pila Jusnes, estaba llegando a los cincuenta años, algunas canas se reflejaban en su cabello negro y él no las cubría con tinte porque se sentía orgulloso de ellas.Siempre usaba pantalones de rayas, algo que su unión detestaba. Pero él siempre presumía sus pantalones grises de rayas con orgullo, por más casual que llegara a vestirse.También le encantaba tomar café y conversar con cualquier persona que aceptara tomar café con él; y no es exageración, a veces sus empleados se escondían de él porque terminaba ordenándoles que se sentaran a tomar café con él, tenía la fama de parlanchín. Dober nunca le aceptaba tomar café a menos que él se lo ordenara; sabía que lo hacía para poder saber de la vida de las personas: era un chismoso completo. Algo muy raro, porque su unió
—¡Pero ellos deben seguir cooperando, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, cuando ellos nos están viendo la cara, es un golpe de estado lo que quieren hacernos! —El rostro de Dober se tornó rojo—. ¡Las evidencias son claras y todos los testigos los señalan! ¡Son los principales aliados de los Exterminio a no ser que sean ellos los jefes principales de la organización!—Dober, no puedes hacer acusaciones tan severas. Podríamos entrar en una guerra internacional si los tenemos como enemigos. No podemos dejar que nos provoquen.—¿Y seguir perdiendo vidas de nuestros aliados? —La voz de Dober sonó irónica—. Tú no lo viste, Jusnes, pero yo sí. Colgaban a los Infinitos en estacas y su misma gente debía verlos y no poder hacer nada, ni siquiera para bajarlos. Niños tenían que ver muertos colgados frente a sus casas y l
Dane le retocó el peinado a Hiz y el maquillaje (era bastante buena maquillando). Debía presentarse en el almuerzo planeado por el Mando Mayor. Aunque, para sorpresas de las dos, Dane también fue llamada.—¿Es porque ahora soy la protegida de Dober? —preguntó Dane.—Sí, creo que sí —respondió Hiz.—No me agrada mucho esa idea, Hiz. Yo quería pasar desapercibido. Pero ahora soy la Infinito por la que Dober se apiadó.—No es así, Dober no solo te ha reconocido como su protegida, sino que ahora te tiene bajo su custodia. Llevarás el apellido Momson, por más que seas una Infinito, todos deberán tratarte con respeto.—Pero, detrás de todas esas formalidades que me darán, seguiré siendo la pobrecita Infinito que Dober está ayudando. Y lo cierto es que es verdad.Hiz no pudo protesta
Dober notó que la puerta de su habitación estaba semiabierta y le pareció bastante sospechoso. Los empleados siempre cerraban del todo las puertas de las habitaciones, estaba dentro de los reglamentos.Entró con sigilo, cambiando el iris de sus ojos a negros.—Pero qué demorado estaba el Mando Segundo —escuchó un ronroneo muy conocido.Se relajó y el iris de sus ojos volvió a violeta y caminó rápidamente hasta donde llegaba la voz.Encontró a una chica pelirroja completamente desnuda, acostada en la cama a medio lado, con una pose bastante sensual.Dober inspiró hondo y posó sus manos en su cintura.—Betsy, ¿qué haces aquí?, ¿cómo entraste?—Oh… el Mando Mayor parece no gustarle encontrarme en su habitación —soltó con voz seductora.—Sabes que est&
La raza dominante Infinito está propagada a lo largo y ancho del planeta. La están catalogando la raza dominante al poseer el don más poderoso: el dominio mental.Definición del poder: dominio mental que se realiza al hacer contacto con una marca diferente. Tienen la habilidad de poder hacer contacto con cualquier marca y entrar a sus mentes para ayudar a crear paz mental o torturar (algo que pueden hacer sin que la persona se dé cuenta por medio de los sueños).Un Infinito necesita hacer contacto directamente con la marca en el cuello de la persona. Con esto basta para poder conocer cuál es su debilidad y controlarlo. Si la persona desea, puede dominar a la persona sin que esta se de cuenta, la cual lo hace un don de alta peligrosidad.Aunque los Infinitos dicen tener reglamentos que regulan dicha habilidad a menos que sea una misión en beneficio de la vida, no sabemos si nos están controlando sin q
Hiz volvía a su dormitorio después de una larga caminata al lado del doctor Ramson y Dane.Se sentía emocionada por aquel tour. Todo lo que estaba a su alrededor la tenía maravillada. Todos los lugares eran muy ostentosos, llenos de mucho lujo y arte.Entraron a una sala grande en la cual había una enorme escalera de madera oscura con un tapete rojo que cubría los escalones de las escaleras. Así como del techo en forma de cúpula, descendía una lámpara muy grande de cristal de araña con tres niveles.Hiz sabía que esas escaleras eran las que llevaban a la zona de habitaciones. Se preguntaba por qué todo allí era tan ostentoso y despampanante. ¿Era para que a los visitantes no se le olvidaran que se encontraban en el imperio más poderoso del mundo?De pronto, antes de subir las escaleras, vio bajar a una mujer que llevaba un vestido azul turqu&iac
Había pasado dos semanas desde que Hiz había llegado a la Casa Principal y sentía que todo era demasiado nuevo y confuso para ella.Cada día era como un reto, o como decía Dane, una aventura. Aprendía a ir a nuevos lugares dentro de la Casa Principal y desde hace unos días atrás comenzó a tomar clases de modales con Mía (la unión del Mando Mayor). Lo único que le agradaba era que tomaba dichas clases con Dane, así que no se sentía tan perdida. De hecho, era muy bueno tener a su amiga en la misma sintonía, ya que, si fuera una empleada, estaría en un lugar totalmente diferente; aprendiendo cómo atender y cosas así.Llegó a agradecerle a Dober por haber dejado a Dane al mismo nivel de ella, así podrían estar todo el día juntas. Fue algo muy astuto por parte de Dober.Pero Mía era demasiado estricta con las