PARTE 6

Capítulo 10

Asink

— ¿Qué le pasa a Caín? — pregunta Sam mirando a Caín mi amigo confundido y encojo mis hombros.

—  Necesito tu ayuda, Asink. Es Makila, ella quiere hacer lo correcto. Necesita hablar con Killian, ayúdame — suplica.

— Te ayudaré, pero ustedes hablarán — le señalo y asiente con la cabeza.

Horas más tarde…

¿Por qué acepté en hacer esto?

Estamos Sam, Makila y yo estamos frente a la casa de Killian para aclarar las cosas. La pareja quería que le acompañe no tengo idea del porqué, pero lo hice.

— Tengo miedo — admite Sam por decima vez.

— Todos tenemos miedo, Sam. Solo toca ese timbre — gruño enojado e irritado. Él se digna en tocar el timbre y enseguida mi hermano mayor abre la puerta.

— ¿Qué hacen aquí? —  pregunta mirándonos confundido siento todas las miradas posando encima de mí.

¿Por qué me miran a mí? Ruedo mis ojos con cansancio ya que esta no es mi pelea.

—  Quieren hablar en privado contigo — explico cansado.  Killian se pone serio, hace una seña para que podamos pasar. Nos vamos hacia la sala donde están los pequeños jugando, Trisha me ve y viene hacia mí.

— Tío Asink, te extrañe mucho — habla con un puchero mientras me abraza mi pierna y me mira con una sonrisa, me pongo en cuclillas para que pueda darle un beso en la frente. 

— Yo también pequeña. Ve a jugar ¿Sí? Tengo cosas que hablar con tu papá y Sam — explico y ella asiente, se va a jugar con sus hermanos.

— ¿De que querían hablar? — cuestiona con seriedad. Le hago una seña para que lleve a sus hijos a otro lugar porque esta conversación es de adultos y asiente varias veces con la cabeza.

— Niños vayan junto a su mama, hablaremos los grandes un rato — ordena a sus hijos, los más grandes asienten y toman de la mano a su hermana para desaparecer de la sala.

— Ahora digan lo que tienen que decir — exige.

— Fui yo quien robo las comidas y bebidas de la despensa del club — confiesa la mujer cerrando sus ojos con rapidez. Mi hermano está enojado, se aproxima a nosotros que estamos delante de Makila como protección.

— ¿Tú lo sabías? — cuestiona con enojo y asiento.

— Si lo sabía y no me arrepiento de guardar el secreto de mi hermano, ellos me explicaron el motivo por el cual ellos lo hacían y admiro a esta mujer por ello — digo con seguridad, un silencio tenso se hace presente.

— Si supieras el motivo lo habrías entendido prez — habla mi amigo con desesperación.

— No quiero saber el motivo, solo quiero que se vayan de mi club — gruñe con furia, solo me limito a asentir, me doy la vuelta para salir de la casa de Killian serio y yo asiento, antes de irme, miro a mi hermano.

— De todas formas, yo iba a renunciar al club — aclaro mientras me quito el chaleco y el arma, Sam me mira suplicando.

— No vale la pena, Sam. Le estas echando a un hermano que no tiene nada y siempre se desvive por el club ¿Recuerdas eso? — manifiesto con un tono serio.

— No te engañaron, guardaron el secreto porque se aman los dos y no querían que ninguno saliera perjudicado creo que tu harías eso por Arlette ¿no? — continúo hablando mientras miro al prez que tiene la mirada pensativa.

— Está bien, les doy una oportunidad — dice soltando un suspiro.

Es mi momento de irme de aquí, el club nunca fue mi lugar.

— Sabes que tarde o temprano yo me iría, Killian, no aproveche este momento para nada. Este nunca fue mi lugar ¿Lo recuerdas? Ahora tengo todo lo que quería y soy feliz por eso. Siento que mi despedida sea así — declaro y todos sonríen.

— Nos vemos hermano, espero que seas feliz. Sabes que siempre te hemos apoyado y siempre lo haremos — afirma mientras que se acerca a mí y nos damos un abrazo.

— Lo soy hermano — admito sonriendo como nunca lo hice, salgo de la casa de mi hermano y monto en mi motocicleta para ir a la mía.

Minutos más tarde…

Toco el timbre de Sabrina, ella me atiende enseguida y con una sonrisa.

— Amor ¿Qué haces aquí? —interroga.

— Estoy aquí por esto — es lo único que digo y beso sus labios.

Solo un día sin besarla, sin hacerle el amor y ya me vuelvo adicto a ella ¿Qué será de mí sin ella?

Capítulo 11

Asink 

Tres meses después 

Hoy se cumple tres meses desde que salí del club. Mi vida ha sido distinta y maravillosa también se cumplen cuatro meses desde que estoy con Sabrina es una mujer maravillosa no tengo miedo de admitirlo.

Por otro lado, tengo pensado varias veces en pedirle para que se mude conmigo, pero siento que es muy rápido. Siempre he deseado formar una familia, con la persona indicada.

En cuanto al club, los fines de semanas me voy a visitarlos ya que he encontrado hace poco un trabajo digno para mí.

Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar mi teléfono sonar varias veces, agarro de mi bolsillo y veo la pantalla el nombre de mi novia y contesto enseguida.

— Hola cariño — saludo a mi mujer, no me contesta solo la escucho sollozar.

— Tenemos que hablar. Te espero en mi casa, puedes entrar, te dejé la llave en la plantera —es lo único que dice con un tono entrecortado y me cuelga.

Ahora si tengo miedo.

Minutos más tarde…

Llego a la casa de Sabrina, abro la puerta y me voy hasta su pieza al no encontrarla.

— Sabri ¿Dónde estás? — pregunto mientras que voy hacia su habitación

— Acá en la habitación — grita su voz desesperada, entro a la pieza y veo a mi mujer sentada en la cama con una caja, me aproximo a ella.

— ¿Que sucede cariño? — cuestiono con suavidad, acaricio su largo cabello para que pueda estar más tranquila, ella me observa con nervios.

¿Qué le pasa?

—  Tengo algo que decirte — murmura, soltando un fuerte suspiro.

— ¿Que sucede Sabri? — repito la misma pregunta mientras que la miro atentamente.

— Puede que este embarazada — dice no muy convencida. Me quedo asombrado.

Es hora de actuar con madurez, Asink. Dile algo.

— hagamos la prueba amor — manifiesto y ella asiente con la cabeza.

— Compre cinco lo que me recomendó la mujer de la farmacia, ella dijo que no eran muy exactas las pruebas — explica y asiento

— Te espero acá, no iré a ningún lado — afirmo. Sabrina se va al baño.

Minutos más tarde…

— ¿No dirás nada? —  indaga Sabrina desesperada por mi respuesta al mirar las cinco pruebas que están en nuestras manos.

Tendré un hijo

Tendré un hijo, carajo.

—  Me has hecho el hombre más feliz del mundo — declaro con felicidad, alzo a mi novia y le doy vueltas.

— Asink, me dio ganas de vomitar, no me hagas mas vueltas — chilla y la dejo en el suelo enseguida.

—  tengo una noticia también para ti — admito.

Es hora de decirlo, Asink. Ella tiene que saber que compraste una casa, no creo que se tome a mal ¿o sí?

— ¿Cuál? —  interroga con curiosidad.

—  He comprado una casa, para los dos — confieso.

— ¿me estas proponiendo que vivamos juntos? — pregunta y asiento mordiéndome los labios con nervios. Me quedo atento esperando la respuesta de mi novia.

Que diga que si

Que diga que si

—  Acepto vivir contigo, quiero formar una familia contigo — responde y salto de alegría, escucho su risa.

—  Tenemos que decirles a tus hermanos — dice.

— Podemos ir ahora — sugiero, ella sonríe y asiente varias veces. Abrazo a Sabrina, salimos de la casa para contarles a mis hermanos y empiezo a dirigirme a mi camioneta.

minutos después

Cuando llegamos al club, entro y al instante me encuentro con mis hermanos y sus mujeres

— Voy a hacer padre — grito con toda la felicidad del mundo la música se apaga y todos me miran con interrogatorio hasta que abren los ojos sorprendidos por lo que dije, Killian y Asim se separan de sus mujeres y sus hijos se acerca a mí para felicitarme

— Tenemos que celebrar — gritan todos y ruedo los ojos.

Ellos celebran por todo.

En la noche…

Mi novia vio la casa y le encantó, tengo suerte porque no sabría que hacer sino le gustaba. Decidimos hacer la fiesta en nuestra casa nueva para inaugurarla, observo que Sabrina esta conversando con las esposas de mis hermanos.

Quiero que sea mi esposa.

Sin pensar dos veces, me voy junto a ella, me arrodillo le muestro un collar con su nombre.

—  Te amo Sabrina, aunque no esté más en el club quiero proponerte que seas mi vieja dama ¿Quieres ser mi vieja dama Sabrina Bruns? —  proclamo. Ella se tapa mi boca y asiente con lágrimas de alegría.

— Si quiero ser tu vieja dama Asink Pregonas — chilla, ella salta en mis brazos y le atajo

— Cuidado con él bebe Sabri —susurro en su oído cuando le atrapo en mis brazos

—  Te amo Asink — dice mi luz mientras me abraza y yo le devuelvo el abrazo

— Te amo mi Asink — responde dándome un beso en los labios y escuchamos a los hermanos del club silbar

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