El hombre que amaba se encontraba en ese lugar acompañado de su hermana. Estaban haciendo el amor. Al verlos Kader no tardó en reaccionar, tomó a Maia del brazo y la hizo girar de forma que les diera la espalda. Pero para ella había sido demasiado tarde, sentía que por dentro su alma se estaba apagando, mientras su corazón se desmoronaba. En cambio el ardía por dentro, le daba rabia que ese par no tuviera ni un poco de moral y se tomarán la libertad de tener sexo a plena luz del día sin siquiera molestarse en poner seguro a la puerta, aún sabiendo que cualquiera podía verlos.
"Y todavía tenía el descaro de regañarnos por hablar de nuestra inexistente intimidad. ¡Qué hipócrita! _ se quejó para sí.
Aunque en realid
Maia no podía creer lo que veía. Frente a ella, en una vieja cama estaba aquella que había descontrolado a su Caramelo en cuestión de segundos. Y quien ahora se convulsionaba a causa de la fiebre. Podía distinguir su cabello ligeramente rizado era de un tono que solo había visto en una persona, el mismo que ahora se encontraba al borde de la desesperación por no poder hacer nada por ella. ¿Y quién no estaría así de asustado? Si es solo una niña, no podía tener más de 7 años. Una pequeña increíblemente parecida al chico que usaba como su novio. No sólo por el cabello, también su tono de piel morena y hasta la forma de sus labios. Sabía que no podía ser su hermana porque hacía 25 años que sus padres habían muerto y el único hermano que tuvo murió junto a su madre. Tampoco podía ser su sobrina o algo parecido, pues él no sabía nada de su familia de sangre y lo sabía porque ella así lo había decidido. Entonce
Pronto llegaron al hospital, donde Colette fue atendida con rapidez, debido a las indicaciones de una Paris con mucho poder. Los tres adultos se quedaron en la sala de espera para saber del estado de la niña. Durante ese tiempo Maia se mantuvo a cierta distancia de la pareja, quienes se abrazaban con notable preocupación, se veía que se querían mucho. No podía negar que la mujer era muy bella, además de ser pelirroja, su cabellera tenía hermosos rizos, tenía una linda figura y su piel pálida combinaba a la perfección con sus ojos grises. Estaba claro que Kader tenía buen gusto en mujeres. En un momento notó que el protagonista de sus pensamientos se ponía de pie y caminaba en su dirección. Se veía que estaba de mal humor, y eso la incomodó. - Tenemos que hablar - sentenció Sin esperar una respuesta de su parte em
Sin que la pareja se lo esperará tomó el cheque y lo puso en la mano de la niña, para luego cerrarla. Sabía que Kader saltaría en cualquier momento, pero estaba preparada para enfrentarlo. Y no se equivocó, apenas Kader vio lo que hizo caminó hacia ella hecho una furia. Con fuerza la tomó del brazo con la intención de hacerla girar, pero no se espero que al hacerlo ella usará su peso y la misma fuerza que Kader había ejercido en ella para empujarlo, haciendo que no sólo la soltará sino que también estuviera a punto de hacerlo caer. - Más te vale no tocar ese dinero o te juró que te vas a arrepentir - lo enfrentó como solo ella sabía hacerlo - te advertí que si no lo aceptaba a la buena seria a la mala, ahora atente a las consecuencias - - ¡¿Qué sucio plan estás tramando en tu mente?! - ya no le importaba estar gritando - te advierto que si intentas hacerle da
Maia salía del gimnasio después de su larga rutina de ejercicios, estaba exhausta, pero ya se había acostumbrado. Caminaba lentamente por la acera en dirección a su auto, sin saber que a la distancia alguien la observaba. Había esperado encontrarse con ella todo el día y ahora que por fin la encontraba libre no dudó en acercarse. Sus pasos eran sigilosos pero constantes, tratando de no llamar la atención de nadie. A pocos metros de su auto logró interceptarla, dándole a Maia el susto de su vida. - Hola Maia - la saludo pareciéndose frente a su vista de la nada - ¡AAAAAHHH! - pegó un grito de terror - ¡¡Dios mío casi me da un infarto!! - - Lo siento esa no era mi intención - se disculpa con pena - Pues créeme que demostraste justo lo contrario - trató de regular su re
Desde esa conversación Maia se mantuvo en las nubes por varios días, en su cabeza rondaban muchos temas que iban hilados a todo lo que Felicíe le había dicho. Entre ellos ¿A qué se refería con que podía sorprenderla? ¿Cuál era la historia que Kader escondía respecto a su amigo? ¿Podría algún día conocerla? ¿Por qué Kader se había molestado tanto en conocerla? Pero lo más curioso es que todo eso la llevaba a un tema que nunca se había cuestionado. Y es que desde que lo había conocido empezó a conocer lo que era la verdadera amistad, lo vio cuando aceptó su trato solo para proteger a los suyos. También fue testigo de ello cuando estuvo en su casa y todos se desvivian por atender a la hija de una de sus miembros. Y lo confirmó al saber cuánto valía la amistad para él, al grado de criar a la hija de su mejor amigo fallecido. Eso la hizo pensar en las amistades que decía tener, es cierto que conocía a muchas p
Así se pasó el tiempo dentro del Clan FireFriend, poco a poco la tarde fue pasando y todos se fueron dispersando para atender sus diferentes actividades. Maia se quedó conversando junto a Felicíe, Akanni y Yilaine, mientras veían a los niños jugar. Entre la plática Maia vio a Kader salir al patio trasero, que colindaba con las otras tres casas del Clan. Al verlo solo decidió seguirlo sin razón aparente. Él no había notado su presencia, pues estaba perdido en sus pensamientos y Maia no sabía cómo iniciar una conversación con él sin que terminarán sacando lo peor de ellos mismos. En ese momento recordó lo que le había contado Felicíe sobre el padre de Colette y aunque le aclaró que era difícil que Kader hablara del tema dec
Llamada de la Cobra… - ¿Qué quieres mujer? - Kader no tardó en responder - Sabes deberías intentar ser más amable a la hora de contestarme - le reclamó - Cuando te ganes mi respeto quizás lo haga - respondió con burla - ¿Después de todo lo que he hecho por el Clan aún no eres capaz de respetarme? - se quejó - no puedo creer que seas tan malagradecido - Al llegar al lugar bajó de su auto y se dirigió a tocar la puerta, ya no necesitaba ser presentado, así que apenas le abrieron no tardó en entrar a buscarla. De inmediato se dirigió a la habitación de la rubia y tocó levemente. Cuando está fue abierta dejó ver a una Maia sorprendentemente... ¿Normal? Sí, así era como Bastian la veía y no es que no se viera hermosa, estaba claro que ella podía lucirse con cualquier vestimenta. Pero en esa ocasión que para él ameritaba vestirse con lo mejor, ella usaba un vestido blanco de escote griego con una sola manga y un poco de vuelo en la falda. Sus zapatillas eran de un tono grisáceo muy claro, con poco tacón, su cabello estaba suelto sin ningún tipo de adorno. Y en su rostro apenas se notaba un poco de maquillaje.- ¿Estas listDefendiendo lo que no te pertenece