A ojos cerrados

Kader no tardó en entrar a la cocina dónde se encontraba la Cobra saboreando su malteada junto con su nana. No se atrevía a aceptarlo, pero a su parecer se veía muy tierna sentada en la barra sorbiendo de un popote su bebida mientras se sonrojaba entre risas por los recuerdos de su infancia que mencionaba Minalou.

- Hola amor - para su sorpresa su sonrisa no fue fingida

- Hola Caramelo - casi se atraganta al decir el apodo secreto que le tenía

Para ambos fue incomodo escuchar ese apodo que solo durante las vacaciones había usado. Lo peor es que esa simple palabra los hacía rememorar cosas que preferían mejor dejar pérdidas en el limbo.

 - Amm... ¿Qué, qué haces aquí? - pregunt

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Escanea el código para leer en la APP