Maia salía del gimnasio después de su larga rutina de ejercicios, estaba exhausta, pero ya se había acostumbrado. Caminaba lentamente por la acera en dirección a su auto, sin saber que a la distancia alguien la observaba. Había esperado encontrarse con ella todo el día y ahora que por fin la encontraba libre no dudó en acercarse. Sus pasos eran sigilosos pero constantes, tratando de no llamar la atención de nadie. A pocos metros de su auto logró interceptarla, dándole a Maia el susto de su vida.
- Hola Maia - la saludo pareciéndose frente a su vista de la nada
- ¡AAAAAHHH! - pegó un grito de terror - ¡¡Dios mío casi me da un infarto!! -
- Lo siento esa no era mi intención - se disculpa con pena
- Pues créeme que demostraste justo lo contrario - trató de regular su re
Desde esa conversación Maia se mantuvo en las nubes por varios días, en su cabeza rondaban muchos temas que iban hilados a todo lo que Felicíe le había dicho. Entre ellos ¿A qué se refería con que podía sorprenderla? ¿Cuál era la historia que Kader escondía respecto a su amigo? ¿Podría algún día conocerla? ¿Por qué Kader se había molestado tanto en conocerla? Pero lo más curioso es que todo eso la llevaba a un tema que nunca se había cuestionado. Y es que desde que lo había conocido empezó a conocer lo que era la verdadera amistad, lo vio cuando aceptó su trato solo para proteger a los suyos. También fue testigo de ello cuando estuvo en su casa y todos se desvivian por atender a la hija de una de sus miembros. Y lo confirmó al saber cuánto valía la amistad para él, al grado de criar a la hija de su mejor amigo fallecido. Eso la hizo pensar en las amistades que decía tener, es cierto que conocía a muchas p
Así se pasó el tiempo dentro del Clan FireFriend, poco a poco la tarde fue pasando y todos se fueron dispersando para atender sus diferentes actividades. Maia se quedó conversando junto a Felicíe, Akanni y Yilaine, mientras veían a los niños jugar. Entre la plática Maia vio a Kader salir al patio trasero, que colindaba con las otras tres casas del Clan. Al verlo solo decidió seguirlo sin razón aparente. Él no había notado su presencia, pues estaba perdido en sus pensamientos y Maia no sabía cómo iniciar una conversación con él sin que terminarán sacando lo peor de ellos mismos. En ese momento recordó lo que le había contado Felicíe sobre el padre de Colette y aunque le aclaró que era difícil que Kader hablara del tema dec
Llamada de la Cobra… - ¿Qué quieres mujer? - Kader no tardó en responder - Sabes deberías intentar ser más amable a la hora de contestarme - le reclamó - Cuando te ganes mi respeto quizás lo haga - respondió con burla - ¿Después de todo lo que he hecho por el Clan aún no eres capaz de respetarme? - se quejó - no puedo creer que seas tan malagradecido - Al llegar al lugar bajó de su auto y se dirigió a tocar la puerta, ya no necesitaba ser presentado, así que apenas le abrieron no tardó en entrar a buscarla. De inmediato se dirigió a la habitación de la rubia y tocó levemente. Cuando está fue abierta dejó ver a una Maia sorprendentemente... ¿Normal? Sí, así era como Bastian la veía y no es que no se viera hermosa, estaba claro que ella podía lucirse con cualquier vestimenta. Pero en esa ocasión que para él ameritaba vestirse con lo mejor, ella usaba un vestido blanco de escote griego con una sola manga y un poco de vuelo en la falda. Sus zapatillas eran de un tono grisáceo muy claro, con poco tacón, su cabello estaba suelto sin ningún tipo de adorno. Y en su rostro apenas se notaba un poco de maquillaje.- ¿Estas listDefendiendo lo que no te pertenece
Maia por el contrario estaba que echaba chispas, no podía tolerar que juzgarán a su Caramelo Amargo sin siquiera conocerlo. Ella lo había hecho y sé había equivocado rotundamente, ahora que sabía quién era en verdad se arrepentía de haberlo metido en ese embrollo. Tenia una ganas tremendas de hacerle tragar todas sus palabras, pero eso se esfumó cuando sintió una corriente de calor y satisfacción recorrer su espalda. No necesitaba darse la vuelta para saber qué se trataba de Kader, una idea que la hizo sonreír de inmediato.- Amor que sorpresa verte por aquí - oculto que llevaba todo el día esperando por elA diferencia suya Kader sí que estaba sorprendido, no por verla, sino por cómo se veía. Estaba claro que de lejos no pudo apreciar l
En el momento en el que Kader vio que sus amigos estaban en dificultades no dudó ni un segundo en ayudarles. De inmediato aceleró el auto lo más rápido que pudo para intentar alcanzarlos, sería una mentira decir que sabía lo que haría, porque la verdad no estaba seguro de cómo ayudarlos. Pero eso no le importaba, así tuviera que embestir a cada una de las patrullas lo haría sin dudarlo. Entonces recordó que no estaba solo, Maia venía con él y estando ella ahí era más riesgoso actuar. Sabía que lo que fuera que hiciera acabaría mal para él. Si lograba interceptar a los policías no dudaría en detenerlo por ser cómplice, incluso podría morir si llegaba a provocar un accidente. Él lo entendía, estaba consciente de las consecuencias y las aceptaba, pero por alguna razón no estaba dispuesto a que la Cobra tuviera la misma suerte. Fue por eso que no dudó en frenar el auto de manera abrupta, haciendo que ambos rebotaran hacia adelante.
Kader aceleraba por diferentes calles intentando rebasar a sus compañeros, los chicos se escabullian en dirección al estacionamiento de un centro comercial y la policía está cerca de rodearlos. Todo eso pasaba al mismo tiempo. El deportivo de Maia llegó al estacionamiento justo a tiempo, segundos después los chicos también arribaron al lugar con la policía detrás. Apenas la pareja los tuvo a la vista salieron del auto como si nada estuviera pasando y se dirigieron al establecimiento a paso lento y tomados de las manos. Esa era la señal que los prófugos esperaban, al verla no dudaron en acelerar para lograr interceptarlos. Frenaron de golpe deteniéndoles el paso. Al ser uno de los más altos y fuertes Maël fue el que salió del auto con pistola en mano, en un movimiento rápido golpeó a Kader con increíble fuerza haciéndolo caer al suelo y en un movimiento rápido jalo a Maia usándola como escudo frente a él,
Ambas chicas se pusieron en posición a un costado de la carretera, Maia respiraba profundamente esperando el primer golpe y Tessa se preparaba mientras disfrutaba de la situación. Un segundo después le propinó el primer golpe, que fue una patada a la altura del cuello, el cual dejó a Maia en el suelo, provocandole un corte inmediato en la frente. Felicíe intentó levantarla, pero ella no le permitió acercarse, en vez de eso dio señal de que continuará.Tessa no se lo pensó dos veces y le soltó otra patada esta vez en la cadera, lo que la hizo rodar por el piso. En el acto la falda de su vestido se rasgó, dejando ver la sangre que salía de su pierna. Esta vez fue Ethan quien se acercó a levantarla sin importarle la negativa de la Cobra. Apenas se puso en pie cuando Tessa le dio un puñetazo en