“Ella está desaparecida”, dijo Alejandro, quien revisó en todas partes, pero Easton lo estaba escuchando. “Ese bastardo, se la llevó”, dijo mientras golpeaba la pared. Alejandro puso su mano sobre su hombro. "Es hora de llamarlo", dijo en un susurro. Miró a Julieta y ella asintió mientras sonreía.

"Oh, sí, debería estar aquí", dijo en un tono de canto. Miró a su alrededor y luego sacó su teléfono y marcó un número.

"No te preocupes, no la tocará, me destruyó porque nuestro padre había aplastado su orgullo, pero ella es un gorrión dorado", dijo con amargura.

Han informado a sus padres que llegaron en media hora. Christina corrió hacia Julieta y la abrazó. “Jules estás bien, oh mi dulce hija, no tienes idea de lo mucho que te extrañé” se habían abrazado ambos padres.

“Perdón por interrumpir nuestra reunión mamá, papá, pero tu nuera está desaparecida”, dijo.

Miraron a Easton que estaba hablando con alguien por teléfono.

"Voy a atrapar a ese bastardo esta vez" dijo Lor