Capítulo LVVanessa dice la verdad. Melinda Milet. Estaba sentada fuera de la casa dónde me quedaba, estaba pensando en varios aspectos de la guerra, y en el cómo Neptuno había tomado el asunto, me preocupaba que de alguna manera lo hubiera tomado tan tranquilo, esto no es algo que sea lo más justo, además él tenía razón en muchos aspectos, nos amábamos, no era justo que a pesar de nuestro amor, las cosas terminaran de esta manera, parte de esta lucha era por la libertad de poder amarnos, pero por culpa de la idiosincrasia de las personas, de igual forma el amor quedaba envuelto en un velo oscuro. Durante mucho rato me pregunte si todo esto era realmente correcto, pero este secreto era más grande que yo, al menos ya después de que se lo conté a Neptuno, me sentía mejor, sin un peso sobre mi espalda. –Estás pensando mucho. –Me dijo Vanessa, sacándome de mis pensamientos. –Sí, le conté toda la verdad a Neptuno, ahora sabe que no me queda mucho tiempo de vida, y además logra saber t
Capítulo LVILa unión de los Timotos. Neptuno Wolf. Melinda fue la última en llegar a la reunión, a pesar de que le había hecho un par de señas para que fuera ella una de las primeras personas en estar en este lugar, más sin embargo no fue así. Esto me molesto un poco, pero la realidad era que ella, debía de tomarse su tiempo para todo, y además estoy seguro que una de las primeras cosas que le dijeron fue que debía de moverse menos. Entró y se sentó en su puesto en la sala principal, detrás de ella estaba Vanessa quien ahora parecía su sombra, aunque no me daba mala espina, sentía algo extraño en ella, algo que no podía explicar, sé que no escondía nada, pero había algo en ella que simplemente me hacía sentirme incómodo. –Bien, ya que estamos todos acá. Podemos empezar la reunión. Esta se celebra de forma extraordinaria, para anunciarles a todos la llegada a nuestras fuerzas de los Timotos. –Dije mientras que Señalaba al líder de los Timotos y a todas las tropas que se encontraba
Capítulo LVIIEl inicio de las batallas más crueles. Melinda Milet.Estaba sentada junto con Vanessa cerca de mi padre, cuando sonaron las campanas de guerra, pensé que era un ataque pero, era un mensajero del bando contrario, el cual estaba cubierto de sangre por todos lados. –Buenos días. –dijo al terminar de entrar en plena mesa del consejo –. Mi nombre es Mander, soy un mensajero enviado por la Diosa que preside el lado contrario, acá me encuentro hoy, para darle un mensaje que ella misma envía a Sir Neptuno, a quiñen con mucho afecto le pide se retire de esta guerra, que al final no es su guerra. –Muchas gracias por el mensaje, por favor, acérquese y entréguemelo en las manos, que para eso ha sido enviado. –Le dijo Neptuno con un afecto natural en él, y más con los deberes dados a otros. El joven se acercó, y cuando estaba a pocos metros, sacó de su propia piel, una espada hermosa, realmente muy grande y con unas características increíbles, era realmente fascinante verla, su
Capítulo LVIIIEl resplandor de la Espada de Lufnir.Neptuno Wolf. Pude sentir la fuerza y la magia de la espada, su resplandor era tan celestial, que dudo que fuera hecha por los Enanos, está espada parecía haber sido hecha por los mismísimos Dioses, de tanto que existían no sabía cuál, pero estaba seguro de que al menos uno de ellos estaba involucrado en esto. Pero mi distracción acabó cuando la espada con toda la voluntad de su mundo, empezó a hablarme, era una voz dulce, cálida, que era capaz de hacerme sentir una emoción algo indescriptible, pero que era a la vez, fuerte y firme, era la voz de un hombre mezclada con la de una mujer, pero prevalecía la voz de la mujer, la razón, no la podría saber, pero sí estaba seguro de que era muy hermosa, casi angelical. –Muy señor mío, a usted lo he elegido como parte mi nuevo empuñador, solo usted tiene la potestad de usarme, y saber todos los secretos que escondo. Su amor no tiene límites por eso, mi hoja no será usada para ensuciar sus
Capítulo LIXEl resplandor de la espada de Lufnir. Parte IIMelinda Milet.Durante un segundo pude ver la naturaleza amable de Neptuno, un cambio, un nuevo método de vida, y lo que yo podía considerar como un nuevo método de tortura para sus enemigos, quienes pensaban que infundirían en Neptuno un asesino neto, pero ahora las cosas habían cambiado, pudo haber acabado con la vida de ese hombre, pero no lo hizo, lo que es más, ni siquiera le importó que lo hubiera podido asesinar, más le daba su azarosa compasión y hasta un amor neto. Supe que era un hombre increíble, y ahora tenía la certeza de muchas otras cosas. Después de haberle hecho un par de preguntas al hombre, y mostrarle su determinación, además de mostrarle aquello que era capaz de hacer, le enseño muchas otras cosas. Fue increíble. Estaba esperando muchas otras cosas más, pero la realidad estaba muy lejos de lo que yo esperaba, sucesos atroces estaban por suceder. Recuerdo que el resto del día transcurrió de forma normal
Capítulo LXLas batallas humanas. Neptuno Wolf.Recuerdo que las campanas de batalla estaban sonando de nuevo, en menos de dos días y ya esas campanas estaban sonando de nuevo, así que enseguida me convertí en lobo mientras que saltaba por la ventana, luego pude ver como unos enormes tanques de guerra estaban cerca de las entradas de Stroumont, esto me hizo enfurecer tanto que salté en medio de la batalla. Justo en ese momento me percaté que solo eran humanos, que estaban luchando contra nosotros, esto me parecía extraño, ya que los humanos nos habían enviado un mensaje diciendo que estaban de acuerdo con nosotros. Pude ver algunos rostros familiares en la lucha, pero no podía darme el tiempo para poder saber quiénes participaban en la batalla, así que de inmediato empecé a luchar en principio contra los tanques, ya que si no lo hacía podrían destruir mucho más rápido la ciudad. Así que enseguida le lanzaba algunas enormes patadas a estos tanques de batalla, pero era muy difícil des
Capítulo LXIPerdidos. Melinda Milet. Estábamos lejos de casa, el fuego podía darme un poco de calor, pero no el suficiente, necesitaba de cierta forma, ese calor que el único que podía darme era, sin duda alguna, Neptuno. El mundo estaba tranquilo, pero igual las cosas no me tenían lo suficientemente convencida, para que todo saliera bien, en menos del tiempo que pensé que sucedería, empecé a desesperarme un poco por saber que había pasado, habían pasado ya varias semanas, de nosotros, caminando en este bosque, que era hermoso y traía paz, pero que era tan silencioso, que no se escuchaba el trinar de ningún ave, que no se escuchaba el hablar de ningún grillo, y mucho menos parecía haber otro ser vivo en él. Los árboles eran altos y frondosos, desde hace días, lo único que podíamos comer, eran los frutos que nos daban los árboles y sus raíces, más nada, la vida estaba siendo monótona, mil veces se sentía todo con un cansancio extremo. Los días eran más largos que lo habitual mient
Capítulo LXIIEl fin de la batalla. Neptuno Wolf. Aún la batalla seguía n pleno apogeo, las fuerzas rebeldes de los humanos y de los ejércitos del Mundo Oculto, venían con fuerzas casi que extraordinarias, seguían con mucha vehemencia aquel ataque, y si hay algo que haya que admitir acerca de los seres humanos, es que poseen una excelente destreza para crear armas, y para manejarlas, yo no era el único que veía con preocupación este asunto, nuestras tropas se estaban viendo mermadas, a pesar de que mis estrategias habían servido de forma sustancial, la batalla estaba llena de abismos, nuestras tropas carecían ya de recursos de batalla, al menos nuestra comida no era escasa, pero sin embargo me preocupaba de que la batalla llegara a momentos dónde si empezara a escasear, ya habían pasado un par de días, en los cuales había enviado a descansar a todos, excepto yo, podía mantenerme de pie, debía de hacerlo, justo desde hace un par de horas, estaba siendo yo el único que se mantenía luc