Alrededor de las nueve de la noche, tras dormir la mejor siesta de toda su vida, Alastor, Neilan, Cole y Ragnar, se reunieron en el puerto privado de Arzeth, pues Basil le había informado que llegaría exactamente a las nueve y treinta y que no lo haría solo.Al llegar, Alastor no se sorprendió en absoluto de ver que Elián y Lysander ya se encontraban esperando, por lo que, sin dudar, el caminó directamente hacia ellos, sin embargo, una risa familiar llamó su atención.Sentados en un pequeño bote de pesca, Gael y su padre parecían estarlo pasando bomba.―Parece que nuestro mágico cachorro está contento ―le dijo Neilan a Alastor―Lo está, y me alegro por él, bueno, por ambos en realidad ―susurró Alastor con una sonrisa―Por los tres, querrás decir ―le dijo Ragnar ―Marcia me dijo que la señorita Chloe viene para reunirse con su hermano ――Ah, ese será un reencuentro que no me pienso perder ―dijo Alastor con una sonrisa antes de retomar su camino hacia Elián, quien lo recibió con un cálid
―Así es mi pulguita, yo ya soy demasiado viejo para unirme a una manada ――Si, bueno, nadie le negaría la entrada a un antiguo soldado real que encima es pescador ―masculló Gael antes de estornudar ―Serías un gran rastreador papá ―masculló ―Honestamente, pese a que llevo más tiempo que el resto en la isla, no me he podido acostumbrar al aroma del agua salada ――Lo harás a su debido tiempo, sobre todo, si planeas proteger a nuestra futura reina ――Ah, sin duda tienes razón en eso, pero, espero que puedas ayudarme con eso, papá ―dijo Gael sonriendo al decir las últimas palabras―Por supuesto que si pulguita, por supuesto que sí ―Ante el apodo que su padre había utilizado, la sonrisa de Gael se ensanchóSu padre, Rayan Bennet, solía llamarlo pulga porque, según él, siempre fue muy inquieto y brincaba sin parar de un lado a otro, algo con lo que Alastor también tuvo que lidiar cuando él comenzó a abrirse nuevamente tras la muerte de su madre.― ¿Estás seguro de que no prefieren quedarse
Era un nuevo día en la isla de Arcadia, donde el sol brillaba intensamente, como si este también quisiera disfrutar del nuevo inicio que todos sus habitantes estaban por comenzar.En una pequeña habitación del hospital Bona Noche, ubicado en el centro de la ciudad de Arcanis, se encontraba descansando tranquilamente Anna Moretti, quien era acompañada por su madre y su gamma.Para entretenerse, Iva hojeaba distraídamente un catálogo de vestidos mientras que, Marcia, acomodaba el vigésimo ramo de flores que le habían enviado a Anna para desearle una pronta recuperación.―Nuestra cachorra es popular, ¿verdad? ―preguntó Marcia tras atar un bonito listón de seda alrededor del jarrón donde había depositado unas rosas blancas―Lo es Mar, gracias a la Diosa, mi niña es muy querida ―dijo Iva antes de bajar su catálogo ― ¿Qué opinas de este? ―le preguntó al mismo tiempo que le mostraba un vestido semi corto de color durazno―Por favor, Iva, a tu cachorra no le gustan los vestidos, y menos ese c
―P-Pero quiero saber… ――Basta, hazle caso al doctor ―la riñó Iva con un tono más severo―Vale, vale ―suspiró Anna antes de clavar sus ojos en la enfermera ―Hola Helen, ¿cómo estás? ――Un poco cansada, pero gracias a la Diosa me encuentro bien ―respondió Helen con una sonrisa amable― ¿Cómo está Sandrine? ¿Volvió a casa? ―Ante la preocupación de Anna, Helen asintió y se acercó un poco más a la cama.―Nuestra Sandrine se encuentra en perfecto estado, y justo ahora, está en casa cuidando a la pequeñe Dánae, aunque, según sus propias palabras, no puede esperar para volver a trabajar con su señora ―dijo Helen guiñándole un ojoSin poderlo evitar, Anna se echó a reír antes de sujetarse su dolorido vientre.―Diosa, como echaba de menos esa hermosa risa ―susurró Iva al mismo tiempo que acariciaba la cabeza de Anna―Dígame, princesa Anna, ¿aún siente malestares? ―le preguntó Einar, quien revisaba unos papeles en una tablilla―La luz me molesta demasiado y me ha provocado dolor de cabeza, tam
Con una amable sonrisa en sus rostros, Helen y Einar se apresuraron a abandonar la pequeña habitación, dejando solos nuevamente a Anna, Iva y Dante.―Toma cariño, come un poco ―dijo Iva tendiéndole un buen trozo de la barra de chocolate―Gracias mamá ―masculló Anna al tomarlo ―Sé que no quieren contarme nada todavía, pero… ¿Podrían decirme que ha pasado con Arioch? ―Sabiendo que Anna no dejaría el tema, Iva y Dante se miraron antes de negar con la cabeza.―Muy bien ―dijo Dante ―Tras terminar el enfrentamiento entre Emmet y Samael, este último fue despojado de todos sus poderes, por lo que la maldición que aquejaba a su excelencia se rompió de golpe, provocando que su cuerpo se debilitara en extremo, aunque, Gael y el doctor Einar coinciden en que, si todo sale bien, no debería tardar en despertar ――Por qué siento que hay un, pero, en todo eso ―cuestionó Anna al ver como su madre agachaba la mirada ― ¿Qué sucede? ――Pequeña, sus signos vitales son extremadamente débiles, tanto Einar
Justo frente a Anna, estaba toda su familia y seres queridos. Los primeros en levantarse de la mesa fueron Daryl y Zinerva, provocando que Anna se olvidara de todo y corriera a abrazarlos a ambos con entusiasmo.― ¡Los eché tanto de menos! ―exclamó Anna con la voz temblorosa―Y nosotros a ti renacuaja ―dijo Daryl apretándola con fuerza al igual que Zinerva―Nos tenías tan preocupados ―gimoteó Zinerva ― ¿Cómo te sientes cariño? ―― Justo ahora me siento mucho mejor ―sollozó Anna antes de apartarse ligeramente de ambos cuando alguien tocó su hombro con suavidad ―Abuelo Adriano ―gimoteó más fuerte al girarse hacia él―Es bueno verte con tanta energía mi dulce muñeca ―susurró Adriano con cariño cuando la joven se aferró a él― ¿No te parece que ha crecido un poco? ―preguntó Nora, quien justo estaba detrás de su compañero―A mi no me lo parece, abuela Nora ―lloriqueó Anna al abrazarla―Yo creo que sí, mínimo ha crecido unos tres centímetros ―se escuchó una divertida voz femenina detrás de
―Ay, Leo, yo también te eché de menos ―dijo Anna, quien, ante la presencia de los gemelos, se había rendido y había decidido dejar que sus lagrimas corrieran libremente ―Dime, ¿dónde está mi pequeñina favorita? ―preguntó al mismo tiempo que pellizcaba la mejilla de Raiko, quien sonrió alegremente―Justo por allá, es hora de su merienda ―dijo señalando con la cabeza el lugar donde Alina estaba sentada ―Esa cachorra se ha hecho demasiado rutinaria ――Mi Luna, lo lamento, yo… ――No importa Alina, no pasa nada ―dijo Anna sonriendo al mismo tiempo que se acercaba a ella para poder saludarla al igual que a la pequeña niña ―Hola Lilly, ¿sabes? Cada día te vuelves más hermosa ――Eso es verdad ―dijo Leo divertido cuando Lilly abandonó su biberón y estiró sus brazos hacia Anna, quien no dudó ni un solo segundo en cargarla a ella también pese a los adorables gruñidos celosos de Raiden―Mira eso querido, nuestra nuera ya se está preparando para sus propios gemelos ―dijo una mujer cuando Anna fin
Aquel día, Alastor y Máximus prohibieron hablar de lo sucedido, lo que incluyó el ataque a Loto de Luna y cualquier otro tipo de problema. Por lo que, deseosa por compartir tiempo de calidad con sus seres queridos, Anna se dejó llevar, a final de cuentas, ya habría tiempo para averiguarlo todo.Descubrió que, las alianzas de su padre habían generado nuevas amistades, tales como la de Cole y Félix, quienes, al compartir lobos de naturaleza similar, pudieron congeniar de inmediato.Incluso, durante el transcurso de la fiesta, Anna pudo notar como su compañero y un joven que ella no conocía, pero con el que Dante había estado hablando gran parte de la tarde, pronto se unieron a ellos.Resultó que, aquel joven, era Alan Carter, el mejor amigo de Cole Turner, y había acudido al enfrentamiento por petición de Cole y Basil.Pronto, entre charlas, risas y bebidas, la joven creyó escuchar la palabra “alianza”.Probablemente, en un futuro, Luna Azul, Niebla Profunda, Obumbratio Noctis y Terrano