Mientras tanto, en Altalune, una vez que el portal se cerró, los tres hechiceros se giraron bruscamente, pues aquel suceso, los tomó completamente desprevenidos.Al notar que los tres parecían ansiosos, Alastor se apresuró a volver junto a ellos para pedir una explicación de su estado.Entre temeroso y confundido, Gerard dio un paso al frente y dio la misma explicación que Gael había dado en la finca del rey.―Lo lamento alfa, debí pensar en otro sitio… ―masculló Gerard―Tranquilo, no había manera de que lo supieras ―dijo Alastor al mismo tiempo que olfateaba el aire―No hay nadie Alastor ―dijo Cole, quien había adoptado una postura de alerta―Y aún así, no creo que estén muy lejos ―agregó Neilan―Y eso es un problema ―dijo Alastor ― ¿Tienen idea de cómo pudieron cerrar el portal? ――Samael debe de estar cerca ―susurró Desa, quien observaba el tejado de cada edificio cercano―Alfa Alastor, ¿percibe eso? ―le preguntó Cole Turner―Sí, salvajes… ――Deben de venir hacia acá ―dijo el alfa
Sin responder, Máximus asintió, y con torpeza, el rey se arrancó lo que en realidad era un dardo.―Estoy bien hijo ―masculló ―No te preocupes, concéntrate ―dijo débilmente―Yo me encargo de él, por favor no se preocupe ―se apresuró a decir Gerard al mismo tiempo que se centraba en sanar la herida de Máximus ―Sólo tenga cuidado, es evidente que no pelearán limpio ―Ante las palabras del hechicero, Alastor gruñó y, lleno de rabia, se lanzó contra Arioch al mismo tiempo que cedía a su transformación lobuna.El actuar de Alastor fue tan rápido, que Arioch apenas y tuvo tiempo de transformarse para poder contener el ataque de Aníketos.― ¿Qué demonios es, Gerard? ―le preguntó Máximus al ver como el hechicero levantaba el dardo que se había arrancado―Es acónito malae ―masculló Gerard al mismo tiempo que olisqueaba el dardo ―También puedo detectar alguna especie de químico, sin duda quieren debilitarlos a usted y al príncipe, lo mejor será tener cuidado ―dijo el joven mirando los tejados de
―Ah, muy fácil delta Wyatt ―dijo Gerard alegremente ―Con un simple hechizo de levitación ―― ¿Hechizo de levitación? ¿Cómo funcionaría eso? ―preguntó Wyatt ―Diablos, pese haber convivido tantos años con Gael, aún sigo sin entender cómo es que funciona la magia ――La magia no tiene lógica ―dijo Gerard haciendo un gesto con su mano en dirección a una estantería cercana, lo que provocó que algunos libros abandonaran su sitio ―Es algo que simplemente existe en este mundo ―añadió antes de realizar otro gesto, lo que provocó que los libros salieran disparados hacia un rincón lejano antes de caer pesadamente sobre el suelo― ¿Y estás listo para hacer eso? ―preguntó Wyatt antes de volver a mirar por el ventanal― ¿Han llegado? ―preguntó Gerard al mismo tiempo que hacía crujir sus dedos―No, pero mis rastreadores me informan que se están acercando ―gruñó Wyatt cuando, un lobo que había sido lanzado se estrelló contra el duro cristal, lo que provocó que este se resquebrajara ―Dicen que el olor
El primero en salir de la librería, fue Máximus, quien ni si quiera dudó en adoptar su forma híbrida.Estaba convencido de que, sin duda, muy pocos soldados e incluso salvajes, tendrían el valor de atacarlo en aquella forma.Los pocos lobos que se atrevieron a atacar al grupo eran sometidos con facilidad por Maoz, quien, tras noquear a un enemigo, gruñía con ira, lo que sólo lograba desalentar a otros.Al llegar al edificio, Tahiel y Máximus entraron al edificio sólo para descubrir que el edificio era en realidad un complejo de departamentos y que, en él, aún había gente que corría desesperada en busca de refugio.― ¡Por Selene! ¡Es su majestad! ―gritó un hombre, el cual, llevaba en sus brazos a un niño de no más de dos años― ¿Su majestad? ¿De qué carajos hablas Roger? Deja de decir tonterías, debemos darnos prisa e ir… ―Interrumpiendo las palabras del hombre, el sujeto llamado Roger señaló en dirección de Máximus antes de realizar una reverencia.― ¿Qué…? Majestad… ―murmuró el homb
Ante las palabras tan seguras de Gerard, Máximus asintió y dirigió su mirada hacia las calles por donde se acercaban los convoyes, sin embargo, al ver a lo que se refería el joven hechicero con impedir que aquellos lobos pasasen, el rey jadeó con sorpresa.Como si de una especie de cuento se tratase, de las entrañas de la tierra, pronto comenzaron a emerger grandes ramas repletas de espinas, las cuales, comenzaron a bloquear todas las calles que llevaban al enfrentamiento central.―Demonios, Gerard, eres increíble… ―susurró Máximus al ver como la manzana entera comenzaba a quedar aislada―Lo increíble aquí, es la enorme cantidad de soldados que siguen al consejero Arioch, si le soy honesto, jamás había visto algo así ―dijo Gerard con un suave quejido dolorido― ¿Estarás bien? ―preguntó Máximus al notar que, con cada segundo que pasaba, Gerard iba palideciendo―Si majestad ―dijo Gerard sin abrir los ojos ―En realidad, este conjuro no es la gran cosa, pero ese maldito está conjurando un
Sin entretenerse, Maoz continuó sorteando las escaleras y a los pocos civiles que aún corrían despavoridos por todo el lugar en busca de algún vecino generoso que les proporcionara refugio.Al llegar a la puerta principal, Máximus se sorprendió que, tanto Wyatt como Tasso, vigilaban la entrada al edificio en su forma humana, lo que le indicó que ambos lobos, se habían deshecho de todos sus enemigos, al menos, de aquellos que los habían visto entrar.“Sin duda, mi hijo es un gran alfa…”―Majestad ―dijeron Tasso y Wyatt al verlo acercarse― “Venga, debemos alcanzar a mi hijo, síganme” ―les dijo por medio del enlaceFieles a la indicación de su alfa, Wyatt y Tasso siguieron a Máximus por las pequeñas callejuelas del hermoso distrito de Altalune.Debido a que aquella ocasión Maoz llevaba sobre su lomo al hechicero, Wyne y Tahiel fueron los encargados de que el avance del rey no fuera interrumpido por nadie, incluso, algunos lobos aliados, al verlos pasar, se apresuraban a ayudarlos.Si bi
― ¿Qué sucede Alastor? ―preguntó Wyatt al ver que su amigo y alfa, suspiraba aliviado tras negar con la cabeza―Nada, yo… Gracias por la intervención, necesitaba un respiro ―masculló al mismo tiempo que apretaba su herida― ¿Por qué no dijiste nada antes? ―preguntó Wyatt al ver como el color iba abandonando las mejillas de Alastor ―Quizás…. Quizás debimos haber enviado a los chicos con Iva ――No ―dijo Alastor negando con la cabeza ―Anna desea estar cerca en caso de… Bueno, ya saben… En caso de que algo grave pase ――Y el pequeño Ares no se iría sin ella ―al ver asentir a Alastor, Wyatt suspiró ―Entonces… Recemos porque esté bien y sólo sea cosa del estrés…――Sí… Pero, Tasso, apenas esto termine, por favor, ve a buscar a Iva y tráela aquí ―le pidió Alastor al lobo―Como tú digas muchacho ――Sólo un poco más hermano, ¡resiste! ―exclamó Máximus cuando los alaridos de Arioch empeoraron― ¡¡CÁLLATE!! ―rugió Chaos ―No somos… ――Por favor Arioch, resiste… ――Por la diosa, Alastor, ¿qué clase
Al saber que Alastor no hablaba solo de forma metafórica, Máximus negó con la cabeza.Si al final de todo resultaba que Arioch realmente había herido a su cachorro, comenzaría a replantarse el llamar al consejo.― ¿Qué fue lo que te distrajo hijo? ―le preguntó a Alastor, cuyo semblante, no cambió―Es Iva ―dijo Alastor, negándose a dar más información frente a Arioch―Ella… ¿Está en tu territorio? ―preguntó el consejero―No ―respondió Alastor sin más―Entiendo… ――Termina con esto Arioch ―intervino Máximus ―Acaba con esta guerra ――No puedo, no es tan simple… ―― ¿Y por qué no? ―preguntó Alastor con brusquedad―No me malentiendas Al… Perdón, quise decir, Alastor ―se apresuró a corregirse Arioch al ver que el semblante de su sobrino pasaba de la indiferencia a la ira ―Samael le sugirió a Chaos imponerles una orden a los soldados… ―― ¿Cuál es? Tal vez yo pueda cancelarla ―dijo Máximus―No puedes… ―masculló Arioch ―Ellos no se detendrán hasta que yo muera o hasta que ustedes dos sean cap