―Tranquilo, no creo que lo recuerde ―dijo Anna antes de apresurarse a ir al almacén― ¿Necesita ayuda? ―le preguntó Sander cuando Anna salió con una pequeña palangana entre sus manos―Estoy bien Sander ―dijo Anna sonriéndole ―Por favor, no te preocupes y ve con Ragnar, te ha echado mucho de menos, yo… Yo vigilaré a Byron y al rey mientras que Gael se desocupa ―dijo antes de entrar al bañoAlgo dubitativos, Gael, Zeth y Sander, intercambiaron miradas inseguras, sin embargo, cuando Armin les hizo un gesto indicándoles que él se quedaría, los tres se apresuraron a subir.― ¿Puedo ayudarte con algo? ―le preguntó Armin cuando Anna volvió del baño con la palangana llena de agua―Sí, ¿puedes pasarme el alcohol? ―pidió Anna humedeciendo un paño para comenzar a limpiar las heridas del lobo―Claro ―dijo Armin dirigiéndose a la mesa ―Ese Byron, es alguien muy fuerte, según lo que dijo el rey allá arriba, Byron se mantuvo alerta hasta que Svein y Sander llegaron por ellos, y una vez que le explica
Era justo mediodía en la isla de Arcadia, y el distrito de Arcanis, estaba a reventar, sobre todo, el centro de la gran ciudad.Esto se debía a que la hora del almuerzo había llegado, y al ser el centro la zona principal de muchos negocios dedicados a la gastronomía y al entretenimiento, muchos trabajadores solían aprovechar su hora libre para dejar sus oficinas y atender dichos lugares, sobre todo, una nueva cafetería que estaba triunfando por el sabor de su comida y de la amabilidad de sus trabajadores.― ¡Gracias por venir! ―exclamó Anna despidiéndose de un pequeño grupo de vendedores que se habían levantado de su mesa y se disponían a salir―Nos vemos mañana, Anya ―se despidió uno de ellosCuando el grupo dejó el lugar, Anna se apresuró a ir a recoger los platos sucios para poder llevarlos a la cocina, donde los dejó junto a un muy malhumorado Armin, quien, de mala gana, comenzó a lavarlos.―No vine a Arcadia para esto ―gruñó el lobo, lo que hizo reír a la joven―En realidad, si l
Ajenos a que alguien los vigilaba, los tres salieron de la cafetería, lo que a Anna le arrancó un suspiro aliviado, por lo que más tranquila, la joven se dirigió a la barra para tomar sus herramientas para limpieza, sin embargo, alguien tiró de ella por la cintura en dirección a los baños.―Gabriel va a matarte… ―jadeó Anna cuando su cuerpo se estrelló contra el firme torso de su compañero ―Y tú vas a matarme a mí… ―susurró cerrando sus ojos cuando sintió los labios de Dante atacando su cuello ―Dante, basta… ――Te echo de menos cariño ―susurró él tirando de Anna hacia el armario de limpieza ―Dime, ¿quién es ese idiota? ―le preguntó al atraparla contra la puerta―Te lo dijo Gael ¿cierto? ―preguntó Anna con fastidio antes de levantar su mano para acariciar el rostro de Dante, quien no dudó en inclinarse hacia su tacto, gesto que la hizo sonreír―Sí, Sander y yo íbamos a la armería que está en la ciudad, así que, como estábamos cerca, le pregunté a Gael si todo estaba bien, cuando me dij
Cuando la puerta se cerró detrás del hombre, Anna suspiró y clavó sus ojos en Gael, quien torció los labios ligeramente.―De verdad, Blake tiene razón, deberías ser más discreto ――Lo lamento, es solo que estoy preocupado por ese idiota ―gruñó Gael al mismo tiempo que señalaba a Byron ―Me dio un susto de muerte, casi lo pierdo en esa maldit4 cueva ――Está bien, está bien, lo siento Gabriel, después de la presentación de Anya, volveré a casa y descansaré algunos días, ¿está mejor así? ――Está bien, aunque me conformo con la disculpa ―dijo Gael suspirando ―Ah, por cierto, no te habíamos dicho, pero hay un chico que la está molestando, por favor, no te atrevas a hacerle nada ―― ¿Y por qué no? ―preguntó Byron―Porque es el futuro alfa de una manada de mi país, por lo que podríamos decir que es alguien importante ―intervino Armin ―Es medio imbécil, pero su padre es un buen hombre, mi propio padre tiene algunos tratados con él ―gruñó el joven mientras reabastecía el mostrador con algunos p
Ante el aviso de Sander, Anna dirigió su mirada hacia la mujer.Era un poco rechoncha y de baja estatura, algo extraño de ver entre los hombres lobo. Sin embargo, la mujer iba vestida de manera elegante, y su cabello amielado, lo llevaba recogido en un igual elegante moño.A simple vista, la mujer daba la impresión de ser alguien severa, sobre todo, por la fría mirada en sus ojos, algo que intimidó ligeramente a Anna. Sin embargo, aquella impresión se desvaneció en el aire cuando la mujer se acercó a una de las mesas más ruidosas del local, justo donde se encontraban la mayoría de los jóvenes que habían estado animando a Sander.Emocionados por verla, los chicos de aquella mesa se apresuraron a cederle un asiento, lo que ella les agradeció con una radiante sonrisa.Con los ánimos renovados, Anna y Sander cantaron varias canciones más, por lo que la joven, tuvo tiempo de observar el comportamiento de Aidée, el cual, iba acorde a su vestimenta, pues la mujer, se vestía con gracia y eleg
Cuando el reloj marcó las diez y el último cliente se fue, Anna se derrumbó detrás del mostrador completamente agotada.Había sido una noche larga, y los clientes, no habían parado de llegar.Ella habría apostado que, al ser una cafetería, tendrían mucho menos clientela al ser un evento nocturno, sin embargo, se había equivocado, y el lugar, había estado a reventar toda la noche.― ¿Latte? ―le preguntó Emmet al colocar un pequeño vaso de cartón frente a ella―Gracias ―dijo Anna tomando el vaso con sus dos manos ― ¿Ya terminamos? ――Terminamos ―dijo Emmet sonriéndole ― ¿Cómo te fue? ――Creo que bien, la señora Aidée me llamó varias veces, incluso, estuvo preguntando cosas sobre mi vida, creo que… Tengo una oportunidad ――Bien hecho mi retoñito ―dijo Gael, quien se había asomado por encima del mostrador ―Estoy muy orgulloso de ti ――Gracias papá Gabriel ―dijo Anna riendo―Que esa mujer se muestre interesada en ti, creo que merece ser celebrado ―dijo Armin, quien salía de la cocina con un
Habían pasado ya algunas semanas desde la primera presentación de Anna y Sander en el café Deva, y Aidée, tal y como había prometido, se había hecho una cliente frecuente del lugar.Cada día a las ocho de la mañana, la mujer se pasaba por ahí para recoger la misma orden:Un café negro y un cappuccino grande acompañado de un emparedado de tocino, el cual era para su hija pequeña, la cual, solía acompañarla casi a diario.Justo cuando cumplieron exactamente un mes en Arcadia, y todos habían perdido la esperanza, Aidée le ofreció a la joven la oportunidad de trabajar en el palacio como la criada de Zeth.El joven había optado por aquel puesto debido a que, las criadas, podían moverse libremente por el palacio, lo que le permitiría a Anna encontrar pistas sobre el paradero de Alastor y, sobre todo, para que ella pudiese indicarle a Gael la ubicación más adecuada para abrir un nuevo portal.Por otro lado, aquel día de “aniversario” había estado lleno de buenas noticias, pues aparte de reci
Ante el rostro afligido de Máximus, Anna suspiró y se apresuró a sentarse en una de las sillas frente al escritorio.―Tranquilo, tómalo con calma abuelo ―dijo la joven con amabilidad ― ¿Qué tal si mejor nos cuentas qué fue lo que pasó entre Arioch y tú? Me preocupa eso que dijiste sobre dejarlo morir… Acaso… ¿Sabes por qué te mintió? ――El por qué me mintió, no lo sé pequeña, es algo que no logro entender ―dijo Máximus con evidente tristeza ―De jóvenes, Arioch y yo éramos muy unidos, íbamos a todos lados juntos, e incluso, al ser el mayor, mi padre pensó en nombrarlo rey heredero a él, sin embargo, conforme fuimos creciendo, Arioch fue cambiando de actitud, y mi padre, el antiguo rey, Arsen, cambió de opinión y finalmente me nombró a mí como su heredero… ―― ¿A qué te refieres con que cambió? ―preguntó Anna―Arioch siempre fue un niño amable, era responsable y sumamente dedicado, desde muy joven, mostraba preocupación por todos los isleños, por lo que siempre fue muy querido por todos