Me encantaba sentir las miradas y atención de las personas, pero sobre todo de los chicos, era algo que me hacía sentir con mucha seguridad. Celeste me tenía tomada del brazo mientras caminábamos por el centro comercial sintiéndonos poderosas, nuestras piernas se movían al mismo tiempo y nuestras caderas se meneaban de un lado para el otro.
Entramos a una tienda donde había muchos vestidos de noche, estuvimos mirando y hubo uno que se robó toda mi atención. Era rojo, corto y ajustado al cuerpo, la tela era de seda y tenía un escote corazón divino.
Por supuesto que me lo llevé.
Salimos de la tienda ambas con bolsas en las manos y nos dirigimos al piso de comidas, ahí fuimos hasta McDonald's para d
Desperté acurrucada en el pecho de Max, me incorporé rápidamente y me di cuenta de que todo su pecho estaba babeado, lo limpié cuidadosamente para no despertarlo y en silencio tomé mi ropa para vestirme. Eran las 7 am así que aún me daba tiempo de ir a casa para poder bañarme e ir al trabajo. Max entraba más tarde así que lo dejé dormir y salí de su departamento.Cuando ya estaba lista me fui corriendo a la tienda para no llegar tarde de nuevo. Ingresé y me fui a mi puesto justo a tiempo.-Amanda, necesito hablar contigo -dijo la jefa acercándose a mi- Ven a mi oficina.Mierda, me va a retar.La seguí hasta su despacho y c
Los molestos rayos del sol me despertaron, abrí los ojos cubriéndome con la mano el rostro y fijé mi vista a mi alrededor, estaba acostada en el sofá de Evan, tenía una manta sobre mi cuerpo y una almohada en mi cabeza, entonces recordé que la noche anterior me había dormido aquí en el hombro de Evan. Me incorporé y me estiré para quedarme sentada un momento mirando a la nada, luego mi vista se desvió hacia el gran reloj que colgaba sobre la televisión, eran las 11:30 am. Mis ojos se abrieron como plato y me levanté rápidamente para buscar mi móvil, este se encontraba sobre la mesa y lo tomé, tenía 3 llamadas perdidas de mi jefa. M****a, m****a, m****a. Le marqué rápidamente.
Desperté de golpe por una molesta alarma que sonaba a mi lado, separé mi rostro que estaba pegado en la almohada y me percaté de que estaba en el cuarto de Max. Estiré el brazo para poder apagar el despertador y Max que estaba a mi lado ni siquiera se había despertado con el ruido.Ojalá pudiera dormir tan profundo como él.Se encontraba de espalda hacia el techo, al estar sin camiseta sus músculos se marcaban en brazos y espalda mientras subían y bajaban por su respiración. Su cabello estaba desordenado y lo bese en la mejilla con suavidad antes de salir de su cuarto.Últimamente ni duermo en casa, pensé.Cuando por fin hab&iac
Llegué a la dirección que me había indicado por el correo Eva, mi jefa. Frente a mi estaba el gran edificio que se encontraba en medio de la ciudad, de tan solo ver lo alto que era me puse nerviosa.Después de un minuto dudando si entrar o no, tomé aire y quitando todo tipo de pensamientos negativos comencé a caminar hacia la entrada con toda la confianza del mundo y sintiéndome segura de mí misma con cada paso que daba.Me dirigí hacia el salón donde se encontraba la pasarela y al momento de entrar me topé con una gran cantidad de modelos, maquilladoras, diseñadoras y organizadores, todos haciendo su trabajo. Mis ojos brillaron de emoción y una felicidad recorrió mi cuerpo al encontrarme por fin en un lugar así y al mismo tiempo pod
Desperté al sentir el impacto de la fría cerámica sobre mi rostro, la cabeza me taladraba y también me dolía la espalda por la posición en la que había dormido. Me incorporé y me di cuenta de que me había quedado dormida en el piso del baño en el baño, me avergoncé de haber vomitado, pero por suerte nadie me vio.Me levanté y fui hasta el lavabo, mi reflejo frente al espejo se veía horroroso, tenía todo el maquillaje corrido y tenía unas ojeras muy marcadas, mi cabello estaba desordenado y con grandes nudos que me costarían trabajo cepillar. Lavé mi rostro y luego mis dientes, fui hasta mi habitación y el reloj sobre la mesita de noche me indicaban las 7 am, hoy entraba a trabajar a las 10 am así que decidí acostarme y aprovechar de dormir un
Amanda no quería saber nada acerca de novios, la palabra amor le causaba náuseas y solo le interesaban los chicos para una cosa...sexo.Tras sus malas experiencias en el amor, un día decidió simplemente comenzar a disfrutar de su vida a su manera, lo que implicaba una sencilla regla:No enamorarse.Pero todos sus planes se derribarán cuando conozca a Evan, un chico introvertido y todo lo opuesto a ella, que pondrá su vida patas arriba, en donde sentimientos no deseados comenzarán a aparecer, poniéndole en duda sus propias reglas y creencias sobre el amor.Pero... el corazón no elige cuando ni de quien enamorarse, simplemente sucede. El amor llega de repente y te agarra despreven
Abrí mis ojos lentamente hasta obtener la vista completa del techo que estaba sobre mí, instantáneamente el dolor de cabeza se apoderó de mí y quise arrancármela.Era insoportable.Me incorporé en la cama y observé a mi alrededor, la pared estaba llena de posters de bandas de rock y había mucha ropa desparramada sobre la alfombra, esta no era mi habitación y no recordaba cómo había llegado hasta aquí. Me giré y a mi lado se encontraba un chico de cabello oscuro, con el torso desnudo y bien marcado, este dormía profundamente y su pecho subía y bajaba relajadamente.Bombón.Salí de la cama y sólo
- Hola -le dije animadamente, como si lo conociera de toda la vida. Él levantó su mirada, sus ojos se veían mucho más hermosos e intensos de cerca y pude notar el asombro que mi presencia le causó.- ¿Qué haces? -preguntó con el ceño fruncido mientras cerraba su libro y lo dejaba de lado--Nada, sólo que somos los únicos aquí, así que vine a hacerte compañía –apoyé mis brazos en la mesa, sin despegar mi vista de la suya--Gracias, pero no necesito tu compañía -añadió seco y volvió a su estúpido libro-¿Me ofendió? Pues sí. Ningún chico me ha rechazad