Alexandra llevaba cinco minutos observando detenidamente al chico de ojos color miel que estaba tratando de buscar alguna salida, mientras caminaba de un lado a otro, mil preguntas rondaban en su interior pero tenía que darse prisa, no podía permitirse perder más tiempo, así que intenta tocar la manija de la puerta para salir pero aquel chico la toma de la cintura estrechándola contra su cuerpo y le da un pequeño mordisco en la oreja que provoca que Alex sienta cosquillas por todo el cuerpo.
—¿Qué haces? —pregunta Alex con nerviosismo.
—Impidiendo que por tu culpa los gorilas de mis guardaespaldas me encuentren, ¿tienes una puta idea de cuánto me ha costado escaparme de esos idiotas? —responde él con voz melosa.
La noche estaba apenas comenzando y ya Alexandra sabía que aquel chico no le caía muy bien, cuando fue a su habitación y ambos se sorprendieron de ver quiénes eran en realidad, no supo que hacer y lo único que se le ocurrió fue correrlo, su madre al escuchar todo el revuelo entró y le explicó que se trataba del hijo del mejor amigo de su padre y socio de negocios, también le dijo que él era la nueva promesa musical y entonces Alex lo supo; su padre buscaba quitarle el título que Nathe se había buscado a pulso.Y ahora estaba sentada al lado de aquel rubio que tenía por nombre Adrián, después de las presentaciones adecuadas tuvo que fingir que aquellas personas le agradaban, para empezar la señora que suponía que era madre de Adrián la observaba con cierta malicia
Nathe estaba tan cabreado que no le importaba que el padre de Alex y ahora su jefe le estuviera clavando una mirada amenazadora, pero había logrado su objetivo; darle un buen golpe certero a su antiguo amigo de la infancia. Recuerda que él y Brandon eran amigos, las niñas siempre los rodeaban, era el trio más popular de su vecindario, y ahora estaban en aquel sitio. Él viéndolo sin haberse defendido y Nathe tan molesto por haber presenciado como se acercaba a Alex y no solo eso, conocía la mirada con la que observaba a su chica.En el pasado tenían un juego el cual consistía en compartirse a las niñas, y al final a ellas pareció no importarles ya que tendrían como premio a los tres. Primero comenzaban con Brandon una semana, la segunda le pertenecía a veces a Adrián para terminar la ú
Alexandra no dijo nada más, ni siquiera Nathe se tomó la molestia de preguntarle si tenía algo más que decirle. Las palabras de su novio le cortaban el alama en mil pedazos, un embarazo no deseado... ella a pensar de no haber buscado a ese bebé, lo aceptó y lo amo desde el instante en el que le confirmaron que estaba embarazada, deseaba su llegada, quería tenerlo entre sus brazos pero Nathe al parecer no, ella no iba a ser un obstáculo para sus sueños. Por lo que con todo el dolor de su corazón no le dijo nada aún.Se quedaron en silencio un buen rato abrazados mientras Nathe escuchaba la respiración de su chica misteriosa, la amaba con toda su alma. Y ella solo quería estar así lo más que pudiese hasta que una chica que trabajaba para su familia tocando la puerta le avisó que
Alexandra no dejaba de pensar y de recordar la mirada fría y hostil que Nathe le aventó. Él había visto y escuchado todo pero cuando ella quiso detenerlo para hablar y aclararle que era una mentira él simplemente se dio la vuelta y se perdió entre toda la gente elegante que estaba sobre la alfombra roja. Mientras Adrián se había quedado aclarando las cosas frente a la cámara de aquella reportera de mierda. Y ahora estaba sentada en un lujoso asiento al lado de su padre y para colmo de sus males; al lado de Adrián. Al parecer habían colocado sus asientos juntos y no podía hacer nada, solo le quedaba imaginar como estampaba su cabeza sobre el pavimento. Nathe estaba a sentado a cinco filas delante de ella al lado de su madre, de Elisa y de Brandon, quien se le veía debatido mandando mensajes de texto. Mientras su novio verdadero platicaba y reí
Pero Alexandra no les prestaba atención, solo observaba como Nathe se despedía y salía del escenario. ¿Qué pasaba aquí? Era como si alguien hubiera robado al Nathe verdadero, su Nathe. Porque el chico del que se había enamorado nunca le hubiera hecho algo como eso ni en mil años, ella era su única chica, y ahora estaba ese desconocido mandándole besos a una escuálida modelo famosa, y coqueteando con ella frente a sus narices. Cierra los ojos y se repite que son imaginaciones suyas a pesar de un dolor en el pecho que siente, ¿su corazón estaba roto? ¡No, imposible!Alex tuvo que soportar cuatro horas más mientras veía pasar, cantar, hablar y reír a un montón de artistas que no le interesaban, y sin quitarle la mirada a un Nathe que no dejaba de abrazar a la rubia. C
Nathe jamás se hubiera imaginado que estaría tan cabreado con Alex y que aquella modelo rubia sería su perdición en esos momentos. Pero estaba nublado del corazón y de la mente, solo pensaba en una cosa; en venganza. La rubia lo besa en el cuello y él piensa y repasa en cada palabra que le había dicho a Alexandra, palabras vacías que no sentía, hace mucho tiempo que no se sentía de ese modo, y entonces aquel recuerdo lo amenaza, aquello que marcó su vida de manera brutal haciéndolo más fuerte pero al mismo tiempo más brusco con sus sentimientos.Cuando tenía catorce años tuvo un breve flechazo con una chica llamada Lidia, era la hija de una señora muy guapa y algo adinerada, su madre por supuesto que no estuvo de acuerdo con esa relación pero Nathe en ese instante
Por otra parte Alexandra llega hasta la terraza del hotel y mientras siente como el viento golpea su rostro, no para de llorar por lo que ha visto. A lo largo de vida ha vivido cosas mucho peores, monstruosas y nunca había llorado, hubo momentos en los pensó que quizá estaba seca por dentro, ¿qué ganaba con llorar la perdida de alguien que estaba claro que nunca la amó como ella pensaba? Tenía el corazón lastimado, era un dolor que nunca había sentido ni imaginado que existiría. Nathe la había engañado y ahora ella estaba esperando un hijo que crecería sin padre. Estaba tan entretenida en sus propios pensamientos que no se dio cuenta de que Adrián estaba observándola con lastima, le estaba dando tiempo para que acomodara sus ideas. Una chica guapa y de buen corazón como ella no merecía sufrir por un cabrón como Nat
La limusina arranca y se ponen en marcha mientras ella corre a los brazos de su padre, era su sangre y él solo buscaba su bienestar, ¿cómo pudo dudar siquiera por un instante en que sus padres querían dañarla? Sin nada más que decir comienza a llorar, le ardía el pecho y solo quería borrar a Nathe de sus memorias.—No sé qué ha pasado cariño, pero quiero que sepas que tus padres están para protegerte, puedes confiar en mí, sé que parezco un ogro en algunas ocasiones pero quiero que sepas que hablo en serio cuando digo que mi familia es lo más importante y que estoy dispuesto a hacer de todo para que estén bien —le dice su padre mientras la envuelve con cariño entre sus brazos.Alexandra no dice nada pero le