Axcel Turpin
Después de enterarme que Helen es la madre de Hade necesitaba alejarme de ella y pensar con claridad.
Me dirigí a mi casa para poder estar solo y ver que voy hacer con mi vida porque en estos momento no tengo idea ni de como terminar el día.
Cuando voy a entrar a mi casa noto que la puerta está entreabierta.
«No Dios, de nuevo no.»
Entré sabiendo que había alguien dentro, y así era. En un sillón que estaba de espaldas a mí se encontraba una figura humana. Caminé hasta quedar enfrente y dejarme caer sobre el sofá.
Mi cuerpo era iluminado por la luz de la luna que atrabesaba las ventanas de crital. Mientras que seguía desconociendo a la persona que tenía enfrente, ya que estaba de espalda a la ventana y no se iluminaba su rostro.
—Este es tu momento. Solo hazlo, pégame un tiro y terminemos con todo esto —dije soltando u
Hade SmithEstando en el baño siento mi teléfono sonar una y otra vez. Salí de la ducha y envolví mi cuerpo en una toalla para dirigirme a mi cuarto y atender la llamada.—¿Hade, ya estás lista?—No Emma, justo termino de bañarme.—Bueno de acuerdo, pasaré a buscarte a las nueve.—De acuerdo.—Nos vemos entonces.—Adiós Emma.Lancé mi celular a la cama y comencé a vestirme. Estuve a punto de elegir un vestido, pero recordé como terminé en el cumpleaños de Emma y para esta noche tenía muchos planes, no podía arriesgarme.Elegí un pantalón de color negro roto en las rodillas, una blusa de mangas cortas, que llegaban un poco más abajo de los hombros, con unas letras en blanco en la parte de alante y mis zapatillas del mismo color. Alicé mi cabello y apliqué un poco de maquillaje en mis ojos. Rocié perfume en
Hade Smith Me dirigí a la entrada del club para ir en busca de Helen. Las puertas de la entrada eran de cristal, por lo que se veía claramente en dirección a la calle.Había estacionado un auto negro en frente y dos hombres estaban recostdos de él mientras hablaban. No estaba segura, pero era una posibilidad que yo era lo que estaban buscando.Me alejé un poco sin que me vieran, abriendo una puerta que llevaba a las escaleras. Estando allí me coloqué una peluca negra que me llegaba casi hasta la cintura. La había comprado hace bastante, solo que nunca la había utlizado. Hoy decidí traerla por si la necesitaba y por lo que veo no me equivoqué. Seguí la señal que decía "Salida de Emergencia", quedando a muy pocos minutos en la calle.
Hade SmithDesde que intentaron matarme por primera vez, no tuve paz. Puedo decir que empleé gran parte de mi tiempo en buscar las respuestas que necesitaba para entender todo lo que estaba pasando.Cada vez me encontraba más perdida, cada pista desataba miles de preguntas. Siempre se veían envuelto en esta historia más personas, de las que no sabía ni siquiera su existencia.Nunca imaginé que mi vida pudiera cambiar en tan poco tiempo de una forma tan radical como lo hizo. Como tampoco imaginé que ahora estuviera tan rota por dentro, que sintiera este dolor y vacío dentro de mí. Es como si toda mi vida hubiera vivido en un cuento de hadas, el que se había derrumbado por pedazos delante mío en estos momentos y solo por una razón, había chocado al fin con la realidad.Había caminado unas pocas cuadras desde el almacén en dirección a mi casa. La calle se encontraba igual de oscura que a
Axcel TurpinLlevaba tiempo buscando una explicación a todo lo que había pasado en mi vida. La muerte de mis padre, la amiga misteriosa de mi madre, la joya por la cual empezó todo... Y ahora que tengo la posibilidad de saber las respuestas a esas preguntas, simplemente me aterra lo que pueda decir Hade.—Está bien, pero recuerda que no te estoy precionando. —Ella asintió.—Para comenzar, te explicaré un pequeño detalle. Mi madre, Helen, está muerta. Ella murió el mismo día que tu padre.—Yo la he visto después de eso, es... —Me interrumpió antes de que pudiera terminar de hablar.—¿Me permites explicarte?—Perdón.—La amiga de tu madre de la que hablaste, se llama Lucía, no sé si lo sabías. Ella es mi tía, es hermana gemela de mi mama. Era pareja de Jackson, pero él creyó que ella lo había traicionado, así que tuvo que huir para que no
Hade Smith Al parecer, el destino no tenía intenciones de permitirme un minuto de tranquilidad.Siendo sinceros, si necesito hablar con Nick. A pesar de no ser la mejor persona del mundo no debí comportarme de esa forma con él. Si quería volver a tener un poco de paz en mi vida, tenía que enfrentarme a los problemas, no huir como estuve haciendo todo este tiempo.—No vas a hacer nada Axcel, ya te expliqué como fueron las cosas con respecto a Nick. Ahora te voy a pedir que controles tu ira, porque tengo algunos asuntos pendientes que resolver.—Está bien. Como quieras -dijo dándose la vuelta.—¿Dónde vas?—Saldré un momento a tomar aire. —No esperó a que respondiera para seguir su camino.
Hade SmithMi día comienza al escuchar el sonido del despertador, ese que tanto odio, pero por suerte o desgracia lo escucho sonar cada mañana.Me remuevo con molestia entre las sábanas, deseando que el tiempo se detenga y me permita disfrutar un poco más, pero eso nunca sucede.Sin una pizca de ánimo y a regañadientes me levanto de mi cama y me dirijo hacia el cuarto de baño para tomar una ducha.«¿Por qué tienen que existir los lunes?»Arrastrando mis pies y con mis hombros caídos vuelvo a mi habitación para cambiarme.Hago mi elección en cuestión de segundos sin trabajo alguno, sacando de mi clóset unos pantalones de mezclilla azul oscuros, una camiseta sencilla de color rosada y mis habituales zapatillas blancas. Aliso un poco mi cabellera rubia y luego roceo perfume en mi cuello.Bajo
Hade Smith—¡Por Dios Hade! No confías ni en tu sombra. Esto es la vida real, no una peli de N*****x. —Emma me miraba con una expresión seria, encarando una de sus cejas mientras tocaba mi hombro con su mano de forma dramática.—Sí, lo sé, pero es que no me entiendes. ¿En serio no te parece raro que de repente se comience a interesar por mí? Antes nunca me había ni dirigido la palabra —dije entrecerrando los ojos y dejando recostar la espalda en mi casillero.—Deberías de maquillarte, tienes dieciséis años no dos. —Elevé mis cejas, abriendo mi boca sorprendida por sus palabras.—Y tú deberías prestarle atención a tu amiga. —Ella guardó su lápiz labial en una pequeña cartera y la introdujo en su taquilla, cerrándola con delicadeza.—Lo hago, pero es que no es fácil lidiar con personas paranoicas —dijo soltando una risita—. Va
Hade Smith¿La definición exacta de cómo me sentía ahora? Perdida. No pude haberlo dicho mejor.Me era imposible pensar con claridad en este momento, todo había sido muy confuso, extraño, por así decirlo. Me parecía totalmente irreal lo que acababa de suceder, era como si aún estuviera esperando a despertar de la pesadilla más horrible que pude haber tenido.Abracé mis rodillas con fuerza mientras los sollozos escapaban de mi boca. Todo mi cuerpo temblaba, los latidos de mi corazón se sentían tan fuertes y acelerados que causaban una sensación desagradable.«¿Cómo es que ha sucedido todo esto? ¿Qué se supone que hice o que debo hacer?»Levanté mi cabeza y acomodé mi cebello detrás de mis orejas y comencé a respirar profundo, una y otra vez, hasta calmarme un poco.La calle estaba desolada por completo, sin embargo mis ojos no parab