— ¿Hay noticias de ese par de traidores? ¿Cómo es que no he recibido aun noticias de ellos?

Preguntaba Salomón a todos sus colaboradores y cada uno de los trabajadores que se encontraban a su servicio, aunque ahora que Rubí con el cártel del Duque se dirigían hacia una de sus residencias donde almacenaba algunas de sus posiciones económicas, era inminente que no llegara a enterarse de la situación al momento de perpetrarse el ataque sin remedio alguno.

— Lo último que nos enteramos es que Ariel Montes se dirigió hacia el sur, lo que nos hace pensar que definitivamente se encuentran hospedados en los dominios del Duque de Manchester, eso es algo que definitivamente se nos escapa de las manos Salomón.

— ¡Pero ustedes son la autoridad! ¿Cómo es que no pueden girar una orden de allanamiento en su contra? — Exclamo con furor el desesperado de Salomón.

— Lamento mucho informar que eso es imposible, no existe evidencia alguna que el Duque trafique, de la misma manera que no existen pruebas