Ariel en ese momento tomó el deportivo de color negro mate, ese auto que literalmente me encantaba me parecía genial la opción para andar en carretera en ese momento, porque era veloz y al parecer contaba con blindaje extra, así que era más que necesario siempre andar protegidos.

Ciertamente iba a llamar mucho la atención y considerando la situación del país ¡Muy pocos tenían la opción de tener un auto como ese! pero era el estilo de Ariel y debía de acoplarme directamente a sus gustos y a sus deseos y si en el camino nos encontrábamos con la gente de David y de Salomón, no habría más remedio que librarnos de ellos a cualquier costo.

Afortunadamente en cuanto salimos de la empresa por la parte trasera, trazando desde ese momento una ruta de escape en circunstancias peligrosas, prácticamente todo se encontraba en silencio, no se veía ningún tipo de movimiento extraño a nuestro alrededor, las calles parecían desiertas los negocios estaban cerrados, prácticamente nadie caminaba por las