— Debes irte nos matara a los dos, no vuelvas más. — Penelope no quería irse, queria ayudar a Tae queria cuidarlo ella. — No lo hare, por mi culpa estas así, vendré después de clases y lo haré todo por ti, él no lo sabra. — Tae y ella se miraban con tristeza, aun sentía cosas por ella y se le estaba dificultando negarse, Penelope fue rápida no lo dejo terminar, así que comenzó a arreglar la casa, fue a la cocina para preparar algo de cena a Tae, Tae suspiro para que negarse si había empezado, no podia detenerla en su estado.

Penelope después de un rato sirvió la mesa con la comida de Tae, está la ayudo a levantarse para llevarlo a la mesa, lo sentó y lo dejo todo a mano para que pudiera comer solo, este la cogió del brazo. — Para ya, si vienes todos los días tendrás tiempo de hacerlo todo. — Solo te preparare un baño y arreglare tu cama... Esto parece una pocilga no una casa... — Tae miraba con una expresión feroz, sus ojos gatunos se habían afilado y pensó lo que había dicho, se rubo