Punto de vista de Bruno¡Esto tiene que ser una broma!Mientras reviso la relación de gastos en el último mes, como de costumbre; los números no me cuadran, y en consecuencia, me hace sospechar que hay algo más que no estoy viendo.–¿Estás seguro? –pregunta Mateo, quien se encuentra frente a mí, en mi oficina.–Completamente seguro, pero por más que reviso una y otra vez, no encuentro por dónde está la fuga –respondo con preocupación.–¿Aparte de ti, quién más hace esto?–Lena –respondo sin quitar mi mirada de los documentos.–¿Por qué no le hablas a ella? Quizá también lo ha notado, pero por tu actitud infantil…–Hey, ¿eres mi amigo o el de ella? –respondo interrumpiéndolo.–Soy objetivo, Bruno. Eso que hiciste anoche fue demás de infantil. Después de los días que han tenido y ¿no la dejaste dormir? –pregunta Mateo y yo suelto una carcajada.–Sabía que nadie más que Eliana podía ser mi cómplice, porque ya sabes… sigue siendo una niña.–¡Tal para cual! –replica Mateo y yo lo miro con
Punto de vista de Bruno–Señor –dice Clara al verme.–Hola Clara, ya bajo a cenar –respondo.–Muy bien señor, pero si está esperando a que la señora Lena le abra, lamento decirle que no lo hará –si bien no me extraña que no lo haga, no entiendo por qué Clara tiene que estar al tanto de nuestros problemas –la señora Lena se ha ido.–¿Se ha ido a dónde? –pregunto con desconcierto.–No lo sé. Solo tomó sus maletas y salió. Intenté detenerla porque no se llevó ninguno de los carros, y ya ve cómo está el clima, pero no me hizo caso.–Ya, gracias por decirme, Clara.–Siempre a su orden, señor.Saco mi celular y comienzo a llamarla a medida que me acerco hacia la salida nuevamente, pero por supuesto, me manda directo al buzón.No me extraña que me haya bloqueado hasta de las llamadas.Aun así, salgo hacia mi auto nuevamente y me percato de una lluvia atroz que se ha desatado en cuestiones de segundos.No quiero pensar que Lena puede estar sola y a las ocho de la noche rondando por la ciudad
Punto de vista de BrunoNo sé lo que me pasa con esa mujer.Durante los últimos meses creía odiarla a tal punto que ni siquiera soportaba su presencia, y en cambio, todos mis esfuerzos estaban dirigidos a hacerla sentir un ápice de lo que ella me hizo sentir a mí.En ese sentido, no puedo negar que le hice cosas hirientes, ya que su exceso de atención hacia mí me demostraba que estaba logrando mi cometido, y en consecuencia, me hacía sentir que era yo quien tenía el control.Pero ahora su actitud es completamente diferente a lo que era hace tan solo unas pocas semanas atrás.No sé si es su indiferencia ante todo lo que hago, su carácter desafiante, lo engreída que puede llegar a ser, e incluso lo respondona que es, que me exaspera a tal punto de generarme más sensaciones de las que quisiera, y eso me vuelve loco.–¡De ninguna manera! –exclama Lena con esa mirada de valquiria, dispuesta a matar.–Lena, necesitamos que Abel esté de tu lado de nuevo ¿o es que acaso quieres que todo esto
Punto de vista de BrunoYo la miro con desprecio, y me doy media vuelta para dirigirme al carro, y ella me sigue.Enseguida, enciendo el auto y conduzco hacia la casa de mis padres mientras repaso el plan con Lena una y otra vez.Por ningún motivo, esto puede fallar ni mucho menos podemos quedar en evidencia ante Abel.Necesariamente Lena tiene que conseguir esa confesión, si no quiere pasar el resto de sus días en la cárcel… conmigo.–Pensé que te pondrías algo más…–¿Sugerente? –pregunta Lena interrumpiéndome.–Si, este plan tiene que funcionar –respondo y Lena se ríe con ironía.–¿De verdad crees que necesito mostrar mi piel, para hacer que se fijen en mí? –pregunta Lena pero yo decido no responder –no, querido esposito. No hay nada más sexy que acaparar la atención sin mostrar nada más que mi cerebro.–Entonces más te vale que tu cerebro nos consiga lo que queremos –respondo.–Me refería a acaparar su atención, más no a subestimarlo.Finalmente llegamos a nuestro destino, y entram
Punto de vista de Liah¡No, no, no, no! esto no puede estar pasando, ¿y ahora qué hago? ¿cómo hago para apartar a este hombre de mí, siendo que no hace otra cosa sino besarme con deseo?Aunque estaría mintiendo si dijera que no estoy disfrutando cada segundo de este momento, pero al mismo tiempo, me siento tan culpable por tratarse de él… del esposo de mi hermana.“Esto tiene que parar” me digo a mi misma, mientras Bruno desliza sus manos por debajo de mi vestido, haciendo que cada vez se me haga más difícil contenerme.Especialmente al sentir su sexo fuerte entre mis piernas, que si quiero ser honesta, me hace desearlo tanto que no puedo detenerme, o dicho de otra forma, no quiero hacerlo.–Vaya, esto sí que no me lo esperaba –escucho la voz de Abel, al irrumpir en la oficina de su padre.De inmediato, Bruno y yo nos separamos, quedando en evidencia frente a Abel, ¡genial! Si existía algún mínimo porcentaje de posibilidad de que el plan de Mateo pudiera funcionar, con esto ha quedado
Punto de vista de LiahTanto Bruno, como Mateo y Abel están inconscientes, y yo estoy en medio de todo esto y sin saber qué hacer.Intento buscar mi celular, pero ni siquiera lo encuentro, así que con dificultad, salgo del auto e intento detener algún carro que me puede auxiliar.Mientras lo hago, escucho un quejido, por lo que corro rápidamente al carro y me percato que se trata de Mateo quien se acaba de despertar.–¿Qué fue lo que pasó? –pregunta Mateo confundido.–Mateo, ayúdame por favor. Tenemos que sacar a Bruno y a Abel del auto y pedir ayuda –digo desesperada.En ese momento, Mateo se da cuenta que aún sigue en el interior del auto, por lo que con mi ayuda, sale de él y asimismo, logramos sacar a Bruno y Abel, quienes se encuentran completamente llenos de sangre.Debo confesar que este es el momento más aterrador que he vivido en toda mi vida, ni siquiera la explosión del hotel ni aquella terrible experiencia con Austin James, se compara a lo que estoy viviendo ahora, y es qu
Punto de vista de Liah“Te lo dije, te dije que ibas a ser la siguiente” las palabras de Abel en su momento de paranoia, no paran de retumbar en mi cabeza, y esto a su vez, trae a mi memoria ese sobre negro que llegó a mi oficina con una amenaza en recortes de papel “tú serás la siguiente”.Ahora no me cabe dudas que fue Abel quien envió ese sobre, así como también estoy segura que fue él mismo quien estuvo detrás del atentado en el hotel de Aruba.Sin duda alguna, ese hombre es peligroso, y es tanto, que estoy completamente segura que él tiene todo que ver con la desaparición de Lena, porque si algo me ha quedado claro, es que todos esos hechos están conectados.En ese sentido, Austin James, cuyo carro fue utilizado para secuestrar a Lena la noche de su boda, fue la misma persona que apareció en el hotel en el que se suponía que Bruno y yo nos íbamos a hospedar.Eso sin contar, que la reserva en dicho hotel estuvo a cargo de Lena y además, los pasajes fueron comprados con su tarjeta
Punto de vista de Liah–¡Yo lo maté! –dice Bruno desconsolado y sin parar de llorar.–No, no lo hiciste –digo al mismo tiempo que intento mantenerme al margen de sus sentimientos, pero confieso que justo ahora lo único que quiero es abrazarlo y decirle que todo va a estar bien.–Pero si él estaba bien, estaba perfecto. De hecho, llamó a la policía, iba a declarar, ¿cómo fue que esto pasó? –pregunta Mateo confundido.–Le dio un infarto –alcanza a decir Bruno en medio de su aflicción.–Entonces tú no tuviste nada que ver con esto, Bruno ¿sí lo ves, verdad? Esto no tiene relación con la golpiza, ni con el accidente, ni con nada, te lo puedo asegurar –respondo en un intento de aliviar su dolor pero nada parece funcionar.Bruno está destrozado, y no sé por qué, pero esto me hace sentir un vacío en mi interior, como si de verdad me importara lo que está sintiendo ahora.Quizá porque de alguna forma, yo estoy pasando por lo mismo, solo que en mi caso, yo quiero creer que Lena sigue viva y qu