Punto de vista de Liah¡No, no, no, no! esto no puede estar pasando, ¿y ahora qué hago? ¿cómo hago para apartar a este hombre de mí, siendo que no hace otra cosa sino besarme con deseo?Aunque estaría mintiendo si dijera que no estoy disfrutando cada segundo de este momento, pero al mismo tiempo, me siento tan culpable por tratarse de él… del esposo de mi hermana.“Esto tiene que parar” me digo a mi misma, mientras Bruno desliza sus manos por debajo de mi vestido, haciendo que cada vez se me haga más difícil contenerme.Especialmente al sentir su sexo fuerte entre mis piernas, que si quiero ser honesta, me hace desearlo tanto que no puedo detenerme, o dicho de otra forma, no quiero hacerlo.–Vaya, esto sí que no me lo esperaba –escucho la voz de Abel, al irrumpir en la oficina de su padre.De inmediato, Bruno y yo nos separamos, quedando en evidencia frente a Abel, ¡genial! Si existía algún mínimo porcentaje de posibilidad de que el plan de Mateo pudiera funcionar, con esto ha quedado
Punto de vista de LiahTanto Bruno, como Mateo y Abel están inconscientes, y yo estoy en medio de todo esto y sin saber qué hacer.Intento buscar mi celular, pero ni siquiera lo encuentro, así que con dificultad, salgo del auto e intento detener algún carro que me puede auxiliar.Mientras lo hago, escucho un quejido, por lo que corro rápidamente al carro y me percato que se trata de Mateo quien se acaba de despertar.–¿Qué fue lo que pasó? –pregunta Mateo confundido.–Mateo, ayúdame por favor. Tenemos que sacar a Bruno y a Abel del auto y pedir ayuda –digo desesperada.En ese momento, Mateo se da cuenta que aún sigue en el interior del auto, por lo que con mi ayuda, sale de él y asimismo, logramos sacar a Bruno y Abel, quienes se encuentran completamente llenos de sangre.Debo confesar que este es el momento más aterrador que he vivido en toda mi vida, ni siquiera la explosión del hotel ni aquella terrible experiencia con Austin James, se compara a lo que estoy viviendo ahora, y es qu
Punto de vista de Liah“Te lo dije, te dije que ibas a ser la siguiente” las palabras de Abel en su momento de paranoia, no paran de retumbar en mi cabeza, y esto a su vez, trae a mi memoria ese sobre negro que llegó a mi oficina con una amenaza en recortes de papel “tú serás la siguiente”.Ahora no me cabe dudas que fue Abel quien envió ese sobre, así como también estoy segura que fue él mismo quien estuvo detrás del atentado en el hotel de Aruba.Sin duda alguna, ese hombre es peligroso, y es tanto, que estoy completamente segura que él tiene todo que ver con la desaparición de Lena, porque si algo me ha quedado claro, es que todos esos hechos están conectados.En ese sentido, Austin James, cuyo carro fue utilizado para secuestrar a Lena la noche de su boda, fue la misma persona que apareció en el hotel en el que se suponía que Bruno y yo nos íbamos a hospedar.Eso sin contar, que la reserva en dicho hotel estuvo a cargo de Lena y además, los pasajes fueron comprados con su tarjeta
Punto de vista de Liah–¡Yo lo maté! –dice Bruno desconsolado y sin parar de llorar.–No, no lo hiciste –digo al mismo tiempo que intento mantenerme al margen de sus sentimientos, pero confieso que justo ahora lo único que quiero es abrazarlo y decirle que todo va a estar bien.–Pero si él estaba bien, estaba perfecto. De hecho, llamó a la policía, iba a declarar, ¿cómo fue que esto pasó? –pregunta Mateo confundido.–Le dio un infarto –alcanza a decir Bruno en medio de su aflicción.–Entonces tú no tuviste nada que ver con esto, Bruno ¿sí lo ves, verdad? Esto no tiene relación con la golpiza, ni con el accidente, ni con nada, te lo puedo asegurar –respondo en un intento de aliviar su dolor pero nada parece funcionar.Bruno está destrozado, y no sé por qué, pero esto me hace sentir un vacío en mi interior, como si de verdad me importara lo que está sintiendo ahora.Quizá porque de alguna forma, yo estoy pasando por lo mismo, solo que en mi caso, yo quiero creer que Lena sigue viva y qu
Punto de vista de LiahNo sé lo que me pasa con Bruno, pero en un abrir y cerrar de ojos ha pasado de ser un cretino despreciable, a generarme más emociones de las que quisiera y si de algo estoy segura, es que es una terrible idea dejarme sumergir por un impulso del momento, que a pesar de ser placentero, puede causarme más problemas de los que quisiera… empezando por Lena.Aunque negar que me gusta sería como ponerme una venda en los ojos, ¿cómo hago para detener esto que siento en mi interior y que crece exponencialmente cada vez que lo tengo cerca?¡Bendita atracción que no hace más que generar problemas!Lo miro de reojo y lo observo manejar en dirección a la casa, tan serio como de costumbre y en completo silencio.Imagino que él está tan confundido como yo, pero a diferencia de mí, quizá se está haciendo mil ideas en su cabeza, mientras que yo estoy más que convencida que esto no puede avanzar.Además detestaría ser yo quien lo engañe otra vez, porque ni siquiera soy lo que él
Punto de vista de Liah–Mírame a los ojos y dime que no quieres esto, porque te juro Lena, que una vez que me permitas cruzar esta línea, no voy a parar –dice Bruno al mismo tiempo que apoya su frente con la mía y yo intento contener mi aliento.Este hombre me hace despertar hasta lo que no sabía que tenía, y admito que me vuela los sesos de tan solo imaginar que con solo una palabra, puedo llegar a sentirlo dentro de mí, ¡Oh por Dios, Bruno! ¿qué me has hecho?–Dime que no te gusto, Lena –insiste retador.–No…–Olvida todo lo que pasó entre nosotros, toda la porquería que nos sostuvo por tanto tiempo, la farsa de este ridículo matrimonio, solo mira al hombre que tienes en frente… y dime si te gusto.Quiero gritarle que no me gusta, ¡que me encanta!Quiero decirle que tengo sueños húmedos con él todas las noches, y que no hay nada que más desee en este momento que estar con él, pero no puedo… no puedo hacer esto.–Que no…–No te creo –murmura Bruno al mismo tiempo que comienza a desli
Punto de vista de Liah–Mis sospechas eran ciertas, mamá, y esto lo corrobora –comento entregándole un documento.–¿Qué es esto? –pregunta mi madre confundida.–La noche de la fiesta de aniversario de los padres de Bruno, subí hasta la oficina de Sergio, su papá; y encontré eso. No es más que un documento que le hicieron firmar a Lena antes de casarse.–¿Cómo un contrato prenupcial? –pregunta mi madre.–Peor que eso, ¿tú sabías que Lena tenía un fideicomiso?–No, nunca me habló de eso –responde mi mamá.–Pues lo tenía y estaba a nombre de Abel Gil. Esto quiere decir que en caso de que ella muriera o simplemente desapareciera, todos sus bienes y dinero incluyendo sus acciones en Pharmamed, pasarían a manos de Abel –respondo.–¿Y en manos de quién recae ahora, si Abel murió?–Sobre mí, lo dejó escrito y yo ni siquiera lo sabía. El punto, es que la familia de Bruno le hizo firmar este fideicomiso. Por supuesto, lo hicieron con Abel porque me imagino que Lena se negó a dejárselo a Bruno,
Punto de vista de LiahEn el camino a casa, abro la botella de vino y comienzo a tomarla a pico y sin condescendencia.Hace tanto tiempo que no bebo que creo que podría tomármela entera de un solo sorbo, pero entonces ¿cómo haría para llegar a mi casa? No lo sé, lo único que sé es que necesito algo muy fuerte para poder soportar toda esta presión.Me detengo en un parque que queda en dirección hacia la casa de Bruno, y me bajo del auto, descalza, y con la botella en mano.Me siento tan cansada, frustrada, y llena de resentimiento por todo lo que ha pasado desde aquella fatídica noche en la que Lena desapareció, que me pierdo en este vacío al no tener las respuestas que espero.En condiciones normales, solía llamar a Lena cuando me sentía de esta forma y como por arte de magia, ella parecía tener siempre las respuestas correctas que me hacían sentir tranquila.Es por esto que tomo mi celular, y comienzo a escuchar sus notas de voz, como si escucharla pudiera darme la serenidad que tant