-¿Preparaste esto?-Dijo mientras prueba los espaguetis.-Si, de hecho la hice con mi hermana.-Me encanta-Lamió sus labios-¿Ahora sí me contarás qué sucede? ¿Por qué tu hermana está en casa?.-Esta bien, te lo diré, peleé con mis padres y me echaron de casa, bueno, mi hermana se quiso venir conmigo.-Entonces es por eso.-Si, es por eso. Y también nos vamos a quedar unos días-Miento otra vez, Dios no soy capaz de decirle la verdad.-En estos momentos vamos para donde tus padres-se levantó de la mesa y me tomó de la mano.-¡Espera!-gritó y él me sostiene con más fuerza.-He dicho que vamos para donde tus padres, no tienes porqué pelear con ellos, son unos ancianos, me imagino.-No Deivis, no puedo ir a casa, mis padres son muy malos-Soltó una risa de nervios.-¿Qué tan malos pueden llegar a ser los viejos?-Asentí.-Lo juro, son muy malos, ellos nos castigan.-Coral, ¿me estás mintiendo?Trague grueso. Me dió justo por dónde duele.-No, no estoy mintiendo-medio río para disimular.-Ento
-¿Vas a trabajar hoy?-le preguntó y él asiente.-Si, pero no tardaré, trataré de venir lo más temprano posible.-Me imagino-Sonreí colocando los ojos en blanco.-Para venir a cuidar a mi novia.Besa mi pecho y yo sumerjo mis manos dentro de su lacio cabello.Nuestras bocas se chocan entre sí, este hombre no se cansa de coger, mi cuerpo duele muchísimo, creo no estar acostumbrada a este nivel.Me quejo en el momento que Deivis mordió mi seno izquierdo.-Si fueras comida, te devoraría sin piedad, mujer.-Oh, Deivis porfa no me muerdas.-Esto es solo un cariño, mi amor-Se echó a reír y se levantó de la cama. Su espalda ancha se veía tan sexi, y ese lobo que tenía tatuado se veía demoníaco.-Deivis-Se voltea para verme.-Sí mi vida-Respondió atento.-¿Qué significa ese lobo?-Me senté en la cama a duras penas.-Este lobo significa muchas cosas, pero te diré cuando tenga más confianza hacia ti.-Esto suena muy arrogante-Colocó cara de perrito.Se inclinó para darme un beso en la mejilla.-M
Mira como ríe Alan-Dijo el guardia-Desde que usted llegó es otro.-Enserio-Miré al guardia quién asentía.Mientras hablaba con el Guardia mire hacia un kiosco en dónde estaba una señora vendiendo unos algodones de azúcar en forma de corazones, de inmediato se me antojó uno, cabe resaltar que dentro del parque había un montón de negocios como comida rápida, helados, manzanas acarameladas entre otros, pero el que más llamó mi atención fue el algodón.-¿Me puedes traer un algodón?-le señaló.-Creo que no puedo dejarla sola, si lo hago el jefe me mata.-No es para tanto, no pasará nada-Le sonreí divertida.-No puedo dejarla sola-niega otra vez.-Te dije que vayas- le abro los ojos en son de amenaza-Si no vas, le diré a mi marido que tu hiciste algo malo-El hombre me miró impresionado y colocó sus palmas al aire.-Esta bien, pero no se mueva de aquí-pobrecito míralo cómo corre, se nota que le tiene miedo a Deivis, además tenía mucha pereza de levantar mi sexi trasero de esta cómoda banca.
Me senté en la cama nuevamente, la criada me había preparado unas sopas de calabaza, y eso me ayudó muchísimo.-No me puedo ir de viajes dejándote de esta manera-Dijo Deivis.-Te dije que no ha pasado nada-Le explico de nuevo, ya van cinco veces que le he dicho que no pasa nada.Deivis regresó hace poco, en realidad se devolvió. No podía ir tranquilo a donde iba.Aunque me haré una prueba de embarazo, nunca hace falta despejar las dudas.-Mi vida, mañana me tengo que ir, ¿Segura que estás bien?-Asentí.-Si, puedes irte tranquilo, haremos videollamada diario ¿Si?.-Obvio mi Reyna-entrelace sus manos con las mías-Ojo Deivis con andar de picaflor-Se que es guapo y cualquier mujer andaría con él.Él soltó una carcajada.-No, jamás te engañaría, en mi mente solo estás tú, mi Coral.La tarde llegó, y Deivis ya estaba empacando sus maletas listas para mañana, él estaba muy triste en realidad no quería dejarnos solos.Alan ya estaba acostumbrado a que papá se fuera de viaje cada tres meses po
Hacía mucho frío acá afuera por ello decidí entrar, subí a la habitación y Deivis no estaba.Me asomé a la ducha y tampoco estaba él, ¿Dónde estás? Pensándolo bien, creo que fui muy dura.Me dirijo al cuarto en dónde está mi hermana, y no escucho nada, abrí la puerta y ella no estaba, ¿Y estos adónde fueron?.Fui a la habitación de Alan y tampoco estaba, ¿Será una broma?.Baje hasta la cocina y le pregunto a la criada y ella me dice que ellos están en el sótano.Me quedé de boca abierta, ¿qué harán allá?Fui hasta el sótano de manera cautelosa, y los ví, Deivis estaba contándole una historia a ambos, todo estaba oscuro, salvó por el pequeño bombillo que está en medio de ellos.Deivis es muy pasivo y se nota que juega un buen rol como padre.-La chica se sintió bastante angustiada en cuanto supo lo que su madrastra le hacía a su padre-Me recoste a la pared mientras escuchaba a Deivis hablar, se ve tan hermoso.-Papi, la abuela de Filomena sabía lo que ella hacía?.-Si, por supuesto que
Tomé un taxi y me dirigí al lugar en el que había acordado con Ramiro, sentí un poco de miedo, no sé qué pasaría si Deivis se entera de esto.En cuanto llegó baje con mucho cuidado del taxi ya que mis tacones estaban muy altos le pagué al conductor y le dije que se quedará con el cambio en realidad el dinero para Deivis le sobra.Caminé unos quince pasos y lo vi, vi a Ramiro sentado justo en una banca y a su lado estaba su auto, vestía una camisa marrón con un jeans blanco, se veía muy bien.Elevó su mano para indicarme dónde estaba él y una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios, no sé qué pasó pero en ese momento me sentí nerviosa, me senté justo a su lado y de inmediato él dijo.-¿Cómo estás?.-Muy bien Ramiro ¿Y tú?-Él sonríe, su sonrisa es muy blanca a decir verdad tiene una hermosa dentadura.-Estoy súper agradecido con la vida de tenerte aquí.-No es para tanto.-Bueno, ahora sí, cuéntame de tu vida.-Antes de eso, ¿Qué te parece si vamos al bar más cercano?-Propongo y él asie
Llegué a casa totalmente fuera de base, estaba literalmente mareada, y lo primero que hice fue ir al baño y vomitar como una perra loca dentro del inodoro.Alan y Carolina aún dormían lo cual me dijo más tranquila.Uno de los hombres de Deivis me preguntó que si había tomado y le respondí con claridad, le dije que si había bebido, y que si había problema con eso, él colocó una cara de asombro pero no me importa, mientras Deivis no esté, pues se hace lo que la señora diga.Me desnudé y me metí a la ducha, el agua estaba más fría de lo normal, pero me sentí muy fresca.-Ese Ramiro es un personaje-Murmure mientras sonreía.Me fui a la habitación y me acosté a la cama, ahora me toca dormir lo que queda de la madrugada.Mientras babeaba cómo niña la voz de mi hermana me despertó, por cierto estaba soñando que Deivis y yo habíamos viajado a Egipto, pero desafortunadamente caí de un camello y de inmediato él se burló.-Coral, despierta-abro los ojos y mi hermana está sentada a una orilla de
-¿Que?-Me ha colgado la llamada, que le sucede, ¿acaso no puedo salir a tomar un rato?. Que yo sepa él jamás me lo dijo.Dejé el teléfono en la arena y me recosté, estaba un poco confusa.Cerré mis ojos mientras me hacía centenares de preguntas, del porque él me había colgado la llamada, en ese mismo momento sonó mi teléfono, me emocioné pensando que era Deivis, pero no, está vez era Ramiro, no sé porque sentí una pequeña felicidad, debió ser porque él si me entiende.-Hola Ramiro-Sonreí.-Coral hermosa, ¿Cómo estás?.-Estoy muy bien, ¿y tú?-Bueno, no te voy a mentir, estoy un poco cansado, ayer apenas llegué, me tiré a la cama y me vomité-Hice una cara de asco.-Te entiendo perfectamente.-¿Dónde estás ahora?-Volvió a preguntar él muy lindo.-Estoy en el mar.-¿Estás con él?.-No, no estoy con mi novio.-Entonces ¿puedo llegar allá?-Este hombre es muy arriesgado.Mientras hablábamos el guardia me quedaba mirando, ojalá no sospeche nada, o de no, estoy muerta.-De hecho ya me iba.-¿