-Si tu novio no te quiere embarazada-Pauso sus palabras.-¿Qué harás al respecto?-Cuestionó sin previo aviso.-B-bueno, te llevaría a vivir conmigo-Su voz se cortó y eso me dió mucha gracia.-Si así lo dices, pues porque no irme a vivir contigo-Dije emocionada.-Pero eso es si el imbécil de tu novio no se hace cargo, no quiero que más luego me maten por andar de metido-me aclara.-Lo se, tonto-coloco los ojos en blanco-Ademas mi novio no se atrevería a tanto.En cuanto estamos hablando la mirada de Ramiro cambia, sus ojos estaban mirando mis labios, me sentí incómoda por un momento por eso opté por hablar.-Creo que voy al baño-me levantó de la cama y me dirijo al baño mientras que él pasa la palma de su mano por encima de su rostro, está avergonzado.-Te esperare-Grito a lo lejos.Hice mis necesidades, y luego salí del baño en cuanto regreso no veo a Ramiro, bueno por lo menos debe de estar ocupado, o quizá salió a comprar algo.Me senté en la cama y tomé mi teléfono para ver si habí
Lo siento deberás-Agacho mi rostro.-Ya te dije que no te preocupes, lo entiendo-Acaricia mi cabeza.Ramiro miró su reloj y ya eran las siete de la noche.-Coral es hora de que me vaya-Me miró con tristeza, él odiaba está hora, era la hora en la que todas las visitas tenían que marcharse, para poder dejar dormír a los pacientes. Y claro era la hora en la que me tenía que decir adiós.-Si, lo entiendo, entonces nos vemos.-Bueno mi pequeña lunática, nos vemos mañana-Se inclinó hasta mi altura y dejó un beso muy cerca de mis labios-Te quiero mucho-Susurro cerca de mi oído.-Yo también te quiero mucho, mucho-Sale de la habitación con una inmensa sonrisa.Me recuesto a la cama nuevamente, tenía un gran vacío luego de que Ramiro se marchara, está tarde los médicos habían decidido quitar temporalmente mi teléfono, ellos manifiestan de que eso me causa más estrés, no le veo problema el que me lo hubieran quitado, pero por favor, es el único medio por el cual miro si Deivis se reporta o no.A
-¿Por qué no habías venido?-Cuestione mientras acariciaba su espalda.-Estaba en un viaje de negocios, regresé anoche-Trague grueso, entonces ¿no sabe nada de Alan?-¿Pasa algo mi vida?-me pregunta mientras me mira con inseguridad.-No, no pasa nada-miento como una maldita gallina.No sé qué decirle, o no sé cómo decirle que su hijo murió, ¡Espera! ¿Cómo es que sabe que estaba aquí? -Amor ¿Cómo es que supiste que estaba aquí?.-Ah, me avisó una de las enfermeras, me dijo que ingresaste luego de haber perdido el conocimiento, ¿Acaso no te estás alimentando bien?-Entonces fue una enfermera-pensé. Mientras soltando un suspiro.-Claro que estoy comiendo bien.-Coral, no me vuelvas a dar estos sustos, me tuve que venir soplado en cuanto supe tu noticia-Sonríe y acerca sus labios hasta los míos y deposita un rico beso en estos.-Amor, no es para tanto-Me encojo de hombros.-Enserio, si te llega a suceder algo, me muero-No sigas diciendo más cosas así, no soy una buena mujer, soy solo una me
Saqué uno de mis pies al vacío, y un miedo recorrió por mi espalda, no pensé que eso de suicidarse fuera tan traumante, pero esto sólo tomará de unos segundos, prefiero esto, que vivir odiada el resto de mi vida por Deivis.Justo en el momento que me iba a lanzar unas manos gigantes me tomaron por la cintura y me hicieron devolver.-¿¡Estás loca!?-Caí encima de Deivis, su fuerte voz me saca de mis pensamientos suicidas-Coral, ¿Dime qué he hecho mal? ¿Haces todo esto por mi? ¿Por qué has cambiado conmigo?-Me hace muchas preguntas a la vez y eso bloquea mi mente.-No eres tú, soy yo-Mordí mi labio.-Coral, ¿Dime qué pasa? ¡Dímelo de una buena vez!-Me tomó de los hombros y me sacudió muy fuerte, tanto que estremeció mi cerebro, estaba muy molesto. Nunca lo había visto así de enfadado.-Terminemos-Dije fatigada, ya no tenía ánimos de vivir y en un abrir y cerrar de ojos todo se fue a la mierda.-¿Eso quieres?-Respondió con el rostro demacrado.-Si, eso quiero-Solté un suspiro.-¿Dame una
-No entiendo qué pasa contigo, Coral. ¿Acaso eres masoquista?-Su mirada era indiferente.-Si-Respondí sin pensar-Además espero que algún día me perdone.-Debes de dejar de amar a ese tonto-Tomo mis manos y se acercó un poco más hacia mi-Entiende que hace mucho tiempo te amo, quiero hacerte muy feliz, porque mi felicidad eres tú.-Ramiro, porfavor-Dije en un chillido-Ya para con eso, no puedo amar a dos hombres a la vez.-Lo lamento-Se disculpa ya que notó mi incomodidad-Es que de verdad, ya basta, tienes que abrir los ojos-Me regaña.-No puedo olvidar a alguien en un abrir y cerrar de ojos, por favor, dame tiempo.-Está bien mi vida, te daré todo el tiempo que me pidas, pero recuerda que estaré disponible para ti.-Muchas gracias-Le sonrió pero él me dio un abrazo.-Por cierto, ayer recibí una entrevista de trabajo-Se separa de mí para darme la noticia con más detalles.-¡Qué emoción!-Grité y él me hace callar, colocando su dedo en mi boca.-Eres tan linda, no pensé que te emocionaras
Hoy es el día de la cita, me levanté de buen humor ya que hoy me dirán en qué posición está mi bebé, la última vez estaba con su cabeza para arriba, Dios quiera y ya se haya movido porque no quiero parir por cesárea. Fui al baño e hice mis necesidades, luego me bañe, el agua estaba tan fría que el pobre Alan se estremeció dentro de mi panza. Mis senos están muy grandes y también mis caderas, solté una risa, se que si Deivis me ve de esta manera, no dudaría en hacerme el amor hasta la muerte. Peine mi cabello, creo que ya estoy lista, ahora solo toca llamar a Ramiro. -Ramiro¿Dónde estás?-Llame a Ramiro ya que eran las nueve de la mañana y aún no llegaba, la cita es en media hora, a este paso no voy a llegar. -Coral, estoy entregando una mercancía, mi amor perdóname, no podré ir, pero no te preocupes ya envié un taxi para que te lleve a la cita.-Bueno, muchas gracias, de veras siempre eres tan humilde conmigo. -No hay de que mi cielo, asegúrate de poner tu cinturón y decirle al médico
-¿Acaso no ves que estoy embarazada?-Intentó quitar su mano de mi cuello. -No me importa, además mi Jefe me pidió golpearte hasta morir. -¿Dime quién es tu jefe?-Digo indignada. -Eso no te incumbe, más bien tomate la maldita sopa. -No quiero, solo quiero salir. -Bueno, ese no es mi problema, tu verás si comes o solo te mueres de hambre junto con el hijo de perra que llevas dentro de tu vientre-Mi corazón tembló al escuchar eso, no podía creer que una persona maltrate a una mujer embarazada la cual estaba vulnerable ante sus garras. -¿Vas a llorar?-Me desafía abriendo sus ojos y apretando con fuerza mi cuello, no podía respirar, estaba presionando con tanta fuerza, que el aire que respiraba no pasaba hacia mis pulmones. -Por-porfavor-Exclame en un ahogo-Me estoy ahogando. -Esa es mi intención, ahogarte hasta la muerte, además ve preparándote porque en unos días ese hijo que llevas adentro será saqueado como el maldito insecto que es- ¿Es correcto lo que oí? ¿Cómo de qué van a sac
Mis lágrimas empezaron a salir ya por fin, estaba cargada e indignada, no entendía cómo un hombre podía hacerle tanto mal a una mujer embarazada. Escuché unos pasos aproximarse, en ese momento sentí un gran miedo, cerré mis ojos esperando mi sentencia. -Levanta tu rostro-Dijo el hombre, pero…Esa voz, esa voz la conozco perfectamente, mi estómago brincó y mi corazón empezó a latir más de lo normal, no quería abrir mis ojos y encontrarme con esa realidad, en el fondo sabía que era él. Pero la otra parte me negaba, por esa razón no quise levantar la mirada-¿Acaso me tienes miedo?-Preguntó con voz fría. ¡No! ¡Es él! Mi cuerpo empezó a afligirse, y un nudo en la garganta me hizo estallar del llanto.-¿Por qué me haces esto?-Dije con la voz quebrada, aún con mis ojos cerrados. Sentí su cálida mano situándose en mi cabeza.-Porque tú mismo me hiciste ser el hombre que soy ahora-Una caricia abordo mi cuello, pero luego esa caricia se convirtió en dolor. Apretó mi cuello con fuerza. -Por fav