Saqué uno de mis pies al vacío, y un miedo recorrió por mi espalda, no pensé que eso de suicidarse fuera tan traumante, pero esto sólo tomará de unos segundos, prefiero esto, que vivir odiada el resto de mi vida por Deivis.Justo en el momento que me iba a lanzar unas manos gigantes me tomaron por la cintura y me hicieron devolver.-¿¡Estás loca!?-Caí encima de Deivis, su fuerte voz me saca de mis pensamientos suicidas-Coral, ¿Dime qué he hecho mal? ¿Haces todo esto por mi? ¿Por qué has cambiado conmigo?-Me hace muchas preguntas a la vez y eso bloquea mi mente.-No eres tú, soy yo-Mordí mi labio.-Coral, ¿Dime qué pasa? ¡Dímelo de una buena vez!-Me tomó de los hombros y me sacudió muy fuerte, tanto que estremeció mi cerebro, estaba muy molesto. Nunca lo había visto así de enfadado.-Terminemos-Dije fatigada, ya no tenía ánimos de vivir y en un abrir y cerrar de ojos todo se fue a la mierda.-¿Eso quieres?-Respondió con el rostro demacrado.-Si, eso quiero-Solté un suspiro.-¿Dame una
-No entiendo qué pasa contigo, Coral. ¿Acaso eres masoquista?-Su mirada era indiferente.-Si-Respondí sin pensar-Además espero que algún día me perdone.-Debes de dejar de amar a ese tonto-Tomo mis manos y se acercó un poco más hacia mi-Entiende que hace mucho tiempo te amo, quiero hacerte muy feliz, porque mi felicidad eres tú.-Ramiro, porfavor-Dije en un chillido-Ya para con eso, no puedo amar a dos hombres a la vez.-Lo lamento-Se disculpa ya que notó mi incomodidad-Es que de verdad, ya basta, tienes que abrir los ojos-Me regaña.-No puedo olvidar a alguien en un abrir y cerrar de ojos, por favor, dame tiempo.-Está bien mi vida, te daré todo el tiempo que me pidas, pero recuerda que estaré disponible para ti.-Muchas gracias-Le sonrió pero él me dio un abrazo.-Por cierto, ayer recibí una entrevista de trabajo-Se separa de mí para darme la noticia con más detalles.-¡Qué emoción!-Grité y él me hace callar, colocando su dedo en mi boca.-Eres tan linda, no pensé que te emocionaras
Hoy es el día de la cita, me levanté de buen humor ya que hoy me dirán en qué posición está mi bebé, la última vez estaba con su cabeza para arriba, Dios quiera y ya se haya movido porque no quiero parir por cesárea. Fui al baño e hice mis necesidades, luego me bañe, el agua estaba tan fría que el pobre Alan se estremeció dentro de mi panza. Mis senos están muy grandes y también mis caderas, solté una risa, se que si Deivis me ve de esta manera, no dudaría en hacerme el amor hasta la muerte. Peine mi cabello, creo que ya estoy lista, ahora solo toca llamar a Ramiro. -Ramiro¿Dónde estás?-Llame a Ramiro ya que eran las nueve de la mañana y aún no llegaba, la cita es en media hora, a este paso no voy a llegar. -Coral, estoy entregando una mercancía, mi amor perdóname, no podré ir, pero no te preocupes ya envié un taxi para que te lleve a la cita.-Bueno, muchas gracias, de veras siempre eres tan humilde conmigo. -No hay de que mi cielo, asegúrate de poner tu cinturón y decirle al médico
-¿Acaso no ves que estoy embarazada?-Intentó quitar su mano de mi cuello. -No me importa, además mi Jefe me pidió golpearte hasta morir. -¿Dime quién es tu jefe?-Digo indignada. -Eso no te incumbe, más bien tomate la maldita sopa. -No quiero, solo quiero salir. -Bueno, ese no es mi problema, tu verás si comes o solo te mueres de hambre junto con el hijo de perra que llevas dentro de tu vientre-Mi corazón tembló al escuchar eso, no podía creer que una persona maltrate a una mujer embarazada la cual estaba vulnerable ante sus garras. -¿Vas a llorar?-Me desafía abriendo sus ojos y apretando con fuerza mi cuello, no podía respirar, estaba presionando con tanta fuerza, que el aire que respiraba no pasaba hacia mis pulmones. -Por-porfavor-Exclame en un ahogo-Me estoy ahogando. -Esa es mi intención, ahogarte hasta la muerte, además ve preparándote porque en unos días ese hijo que llevas adentro será saqueado como el maldito insecto que es- ¿Es correcto lo que oí? ¿Cómo de qué van a sac
Mis lágrimas empezaron a salir ya por fin, estaba cargada e indignada, no entendía cómo un hombre podía hacerle tanto mal a una mujer embarazada. Escuché unos pasos aproximarse, en ese momento sentí un gran miedo, cerré mis ojos esperando mi sentencia. -Levanta tu rostro-Dijo el hombre, pero…Esa voz, esa voz la conozco perfectamente, mi estómago brincó y mi corazón empezó a latir más de lo normal, no quería abrir mis ojos y encontrarme con esa realidad, en el fondo sabía que era él. Pero la otra parte me negaba, por esa razón no quise levantar la mirada-¿Acaso me tienes miedo?-Preguntó con voz fría. ¡No! ¡Es él! Mi cuerpo empezó a afligirse, y un nudo en la garganta me hizo estallar del llanto.-¿Por qué me haces esto?-Dije con la voz quebrada, aún con mis ojos cerrados. Sentí su cálida mano situándose en mi cabeza.-Porque tú mismo me hiciste ser el hombre que soy ahora-Una caricia abordo mi cuello, pero luego esa caricia se convirtió en dolor. Apretó mi cuello con fuerza. -Por fav
Oye tú!-Escuche la voz del gorila y de inmediato me levanté, desperté de ese hermoso sueño pero en el cual era acariciada por Deivis. -¿Qué te pasa?-Le dije frotando mis ojos. -El Jefe necesita que le planches está ropa-No había visto, pero el gorila sostiene en sus manos una camisa, y en la otra tenía una plancha el cable de está estaba enrollada en la mano de él. -¿Yo?-me señale a mi misma y el asintió. -¿Acaso ves a alguien más?-Colocó los ojos en blanco y el gorila me tira la camisa en la cara. En el momento que me tiró la prenda de vestir, está clavo en mi ojo derecho. -¡Maldito me has clavado el ojo!-Le grito y él sonríe.-Si sigues hablando como tonta, el próximo objeto que te voy a lanzar será la plancha-No eso no, eso rompería mi rostro. Me levanté de la cama y le quité la plancha de las manos, tomé la camisa y la acomodé en la cama.-Volveré en diez minutos-Dijo el gorila mientras salía de la habitación. No sé que se ha creído esa idiota, ahora me tiene como su sirvienta,
Cerró la puerta y luego me entregó el agua. Tome el agua con ansias tanto así que llame la atención del gorila. -Tenías mucha sed, claro, quien te manda a hablar tanto. -Muchas gracias-le entregó el vaso con las manos temblorosas, mi cuerpo esta muy debil. -ilota, hueles muy mal-Dijo el gorila tapando su nariz-Apestas a gusanos-La verdad no sé a qué huele un gusano. -No es mi culpa que ustedes no me dejen que por lo menos haga mis necesidades-me excusó. El gorila miró hacia alrededor, y asintió.-No soy quien toma las decisiones, es el jefe, y si él no te ha puesto una habitación con baño no es mi culpa. Aproveche que él estaba mirando para otro lado y le lancé una mirada matadora, juro que si las miradas matarán él estaría muerto. -Listo, ahora sí me voy, y ojo en abrir la boca, no tengo paciencia, y juro que si vuelves a molestar de nuevo te romperé un hueso-Nada más sirve para amenazar y ya, eres un bueno para nada, un cabrón que solo sigue órdenes. Me recosté en la cama y col
Ya te dije que ese mocoso no es mi hijo.-¿Entonces de quién?-mis manos tiemblan y la escopeta pesa muchísimo.-Si no es del difunto Ramiro, me imagino que es de otro hombre que obviamente no soy yo. -Amor mío, entiende que no he estado con más nadie, solo tú… Mi vida. -Coral, mejor cállate, ¿No ves que me es difícil creerte?-Claro era de esperar que él aún está dolido, y la causante de todo eso, he sido yo. Noté como sus bellos ojos se hacían agua y esa imagen dolió en el fondo de mi corazón, tenía ganas de darle un abrazo. Pero en el fondo tenía el temor de que me hiciera daño. -Deivis, lo sé, y créeme que no ha sido fácil para mí durante todo este tiempo, mi vida no ha tenido sentido desde que te marchaste por aquella puerta en el hospital. -¿Y crees que para mí sí?-Agacho su cabeza. -Amor, acabemos con todo este calvario, volvamos a ser felices como antes. Levantó su cabeza y me miró, sus ojos estaban demacrados y reflejaban una cruda tristeza, y su boca estaba morada, ya no